Riocaliente (Ardisana)

Textos:
-Cosadiella.
-Los quema iglesias.
-Las malaterías del Concejo de Llanes.
-El dispertar de Xuanón.
-Un caso de reconciliación.
-Las jazañas de los vieyos.


Riocaliente.
Lugar de la parroquia de Ardisana (Llanes), situado en la zona central de este valle a una altitud de 90 m. Dista 17,8 km de Llanes. Tiene una población de 110 habitantes. Posee un importante conjunto de hórreos, constituido por una veintena de ejemplares, siendo uno de los más numerosos del oriente.  Algunos se distribuyen  por distintos lugares del pueblo, mientras otros se agrupan en la plaza o se escalonan el el barrio alto de El Ribayu. Hay una capilla en honor de San Cipriano. El nombre de Riocaliente  viene de las aguas termales que brotan en un arroyo que da al Risena. 

Cosadiella
Dos güeyos tien y non vé;
Non tien una pluma, y pela;
Y por más que non tien dientes,
Amín mordiome una oreya.
Ye precisa en toes les cases,
Más, munchu cuidau con ella,
Que como i tapés los güeyos,
Dexa abiertu cuantu encuentra.
Si no acertastes tovía
Direvos, que non tien lluenga,
Pero como la xurgués,
Corta un vistíu á cualquiera.
El Eco de Cabranes. Nª 74.-


Nin come nin bebe
Nin viste nin calza
Y espúrrese ´ncuéyese
Engorda y enflaca;
Todos la tenemos
Más güena ó más mala,
(La mía por ciertu
Ye bien condergada);
Si soplando el pote
Faces llamarada,
Tendresla cerquina
Muy negra y muy ….. clara…..
El Eco de Cabranes. Nº 75.-

Hay dos hermaninos
Que nunca se vieren,
Por que los separa
Un monte y dos riegues.
Ye tantu el cariñu
Que ´n trambos se tienen
Que ´l un sin el otru
En xamás se mueven;
Si un llora, otru llora;
Si un duerme, otru duerme;
Y ye negru trance
Pa quien los dos pierda.
El Eco de cabranes. Nº 76.-

Aque non sabes que cosa
Fai so oficiu de colgada,
Y tristeces ó alegríes
Nos diz cada vez que fala?
Nin tien lluenga nin tien pates,
Mas si la xurgen, non calla,
Y llevanta los vecinos
Fiendolos dir á so casa.
El Eco de Cabranes. Nº 81.-

Si quies desfaceme,
Que non sea con porra,
Nin con jueu, ni á tiros,
Nin con una horca;
¿Quieres desfaceme?
Pos sobremín, llora.
El Eco de Cabranes. Nº 87.-





Los Quemaiglesias
Justi hoy  á conceyu, Pin? 
-Sí, señor.
-¿Y  pa qué era?
-Pa dir los hombres á Pría cudiá ´los santos, l´iglesia,
y tou lo que per allí  sagrau pa nosotros heba.
-Pero ¿cómo? ¿hay  quiciá riesgu de que  reliquias y prendas  de nuestros antapasaos en esti tiempu perezan?
-Ya lo creo, per ehí vinieren de lejas tierras unos demongrios  de hombrones que sin miedu á la concencia, ni á Dios, ni al diañu, ni á infiernu, ni á los ceviles que vengan, andan ahora per Asturias dando jueu á las iglesias. 
-¡Mal añu pa los Pecaos! Corri, mió jiyu á l´iglesia con un güen palu de jaya; asistiá pe´ las caleyas, y si atrapáes algún, que lleve lo que mereza.
Pero tenede cudiau co´ las señales y alertas, non vayaes  á enquivocavos y á escalabrá ´ las molleras
de los vecinos honraos que rondan o á ronda´llegan.
Nin vos allumbrés  tampocu con lluces de la taberna,
y rellámpagos de adientro  cudiés que volan per juera,  y el jueu que tengaes vosotros se vos antoxe una quema.
Non sea que sacando  chispas con piedra, ´slabón y yesca,  pa jumar, suba  el mió Antón, y que i quebrés las costiellas.
Y tú, sobre tou non pesques  al golver otra jumera
como aquella que  manguesti en un llagar de la Pesa.Y si llegas á pillala,  á echar roncas no´te metas, porque puede sucedeti igual que la noche aquella, que era chica la parroquia pa que per ela corrieras.
Meyor será que non vayas, que  suban los otros dexa,  y tú, xunt´ á los tizonres quédate co´la to Pepa, cantando La Soberana, mentantu que ´l sueñu llega.
Jueyinas del mió güertín. Amable González Abín. Madrid 1862-1911.-

Las malaterías del concejo de Llanes
Entre los años 119, fecha de la fundación de los religiosos hospitalarios de la Orden Militar de San Lázaro, y el año 1206, en que Alfonso IX de León, concedió el Fuero a Llanes, tomando por ese tiempo este nombre y perdiendo el de “Territorio de Aguilar”,  se estableció en el sitio de El Cañamal una Malatería u hospital para leprosos, bajo la advocación de San Lázaro; era un lugar agreste y solitario, abrigado de los vientos del Norte por la cecina Cuesta de Cué. Distaba 4 kilómetros de la villa. en dirección Oeste, en términos de la actual parroquia  de San Roque del Acebal, próximo a los barrios de Covielles y del Cañamal.
Como consecuencia  de la referida Carta-puebla, comienza también la beneficiencia; el socorro de los poderosos a los pobres y enfermos y la necesidad de recluir a los que padecían una enfermedad terrible, contagiosa e incurable entonces: la lepra. La necesidad de subvenir a su sostenimiento, estimuló la donación de bienes a esta clase de instituciones benéficas. Esta del “Cañamal”, figuraba con el número cuatro de las establecidas en Asturias.
Estaba por aquellos lejanos días, muy extendida una enfermedad tenida como similar, y se le llamó “lepra asturiense”, “mal de la rosa” y “fuego de San Antón”: La pelagra. Muy próximos al punto de entronque de la carretera provincial de Andrín, con la del Estado, de Santander a Oviedo, pueden verse aun los restos de la “Malatería de San Lázaro del Cañamal”, un robusto muro que hoy forma parte de la cerca de una huerta; una especie de hornacina, quizá  una ventana tapiada, cuatro entradas o puertas también tapiadas y una portilla por donde se sirve hoy la expresada huerta; en ella se han encontrado multitud de huesos humanos, sin duda el cementerio de los lazarinos fallecidos. 
Cuando venían apestados de otros lugares, no lo hacían por el camino real, hoy casi impracticable, que se domina “camino de los malatos”, nombre con que se conocía a estos enfermos.  En el vecino pueblo de La Galguera, hay una fuente llamada también “fuente de los malatos”, por que de ella se servían los enfermos.
No se sabe la fecha exacta en que ha desaparecido este hospital; por vagas referencias, debe haber llegado hasta fines el siglo XVI o principios del XVII, coincidiendo  casi con la fundación de la Malatería de Santa María Magdalena, en Ardisana.Debieron ser muy curiosas y muy rígidas las Ordenanzas por que se regían estas Malaterías, pero, probablemente son las mismas que regían en toda Europa, 
En  “El Oriente de Asturias” edición de Méjico, número siete, del 25 de marzo de 1950, publicó D. Francisco González Galguera o “Pancho de Cañamal”, con el título de “Apuntes históricos de San Roque del Acebal”, un artículo en el cual recopiló los datos que había podido adquirir, tanto de los escasísimos documentos antiguos, como de la tradición oral, y nos cuenta cómo la romería de San Lázaro era una de las más concurridas del Concejo, célebre además por el peculiar pasatiempo del “pique de huevos”, que ahora resultaría tan costoso. Había también feria de ganados y y numerosos puestos de tejidos, calzado y otras mercancías.
Derrumbada la Ermita en la primera mitad del siglo XIX, se trasladó la romería a las inmediaciones de la Iglesia vieja de San Roque, dejando de celebrarse en los últimos años. La imagen del Santo, fue llevada a la Iglesia Parroquial, así como la campana, que sólo se tocaba cuando se administraba el Santo Viático a los enfermos. Una y otra, han desaparecido  durante la última guerra civil.
Coincidiendo con la decadencia de la Malatería de San Lázaro, se fundó la de Santa María Magdalena, de Ardisana, a principios del siglo XVI, que llegó hasta finales del siglo XVIII. Alrededor de esta Malatería, se fue fundando un pueblo, que lleva el mismo nombre.
F. Carrera. 
Boletin del Instituto de Estudios Asturianos. Oviedo 1954. Nº 22.-



Cantar que se cantaba en las fiestas de la Magdalena de Llanes.
-“Si el hoyo de tu barba
fuera pilita,
más de cuatro tomaran 
agua bendita.
Empecé por tu pelo, 
a dibujarte, 
y salieron madejas 
de oro brillante.
Viva el bolero!
Viva el bolero!
En el cuarto de arriba
vive el bolero;
abajo el boticario,
yo vivo en medio.

El dispertar de Xuanón
Fai un sol q´aplana ´l mundo:
y á la sombra d´un carbayu
con más fueyes que mudancies 
tien una muyer al añu, 
ronca Xuan el Topineru,
sobrín de Pepon el Pachu,
primu de Bras, el Cebollu,
y de Xiromon del Trasgu;
hermanu d´Anton el gochu,
q´ansina fó bautizau
desq´un dia por apueste 
i vieron rucar un sapu; 
pariente de Rifaela 
la fía de Cosme ´l nanu
y de Ritona la Coxa, 
que se morrió d´un mal partu
sin echar tres creaturos 
que calabres i alcontraron
en´a barriga del vientre 
dimpués  que ´l güeyu y ciarraron.
Pos, como diva diciendo,
está Xuanon  panza abaxo
metiendo pe les ñarices 
al surniar tierra y yerbatos, 
xiblando como les víbores
al allendar fatigáu,
con el rostru de la cara
sobre un tapin  descansando, 
entrambes pates abiertes 
y com´ un Cristo los brazos.
En una cueva de grillu
dexó ´l garrote llancáu,
y´ en él punxo la picona 
á modu d´espanta-páxaros.
Non tien parada so cuerpu
po la morde que ´l mazcayu
metánes d´un formigueru
cuadrói fincar ´l espinazu.
Entámen el viaxe á un tiempu
del cocorote al sobacu,
más formigues que diez goxos
pudiesen facer d´arándanos.
Y él más listu, anque dormiendo,
que liebre que güele ´l galgu,
ya s´enduviella de pronto
ó s´apurre  un puñetazu;
ya se vóltia y los focicos 
espelleya contra un cantu; 
abre un güeyu, ciarra ´l utru, 
ruca per desesperáu
mueles, dientes y caniles, 
mas con ruidu tan estrañu,
q´asemeya la carraca
d´un rapaz de Xueves Santu.
Dimpués d´estes ventoleres 
que lu dexen desgonciáu,
tuse, cuspe y durme al cabu, 
Ye verdá que co la sidre 
que trasiegó, quince vasos, 
está un poco á lo bolero
por non dicir amoriáu.
Ye sidre que ´n un candil 
ardería sin dar tastu, 
de la tercer llagarada 
que fexo pa viender Márcos
en el llagar de Tiburcia
consuegra de Pin d´Hilario
madre de Bastian el foscu, 
que morrió d´un fesoriazu
que i apurrió ´n Valdesoto
un día estando ´n el sallu,
Miguelin el Puchereru,
porque i vió dái un abrazu
esfarrapándoi el dengue 
á Carmina la del Cáñu,
co la que ya los pregones 
tenía ´l rapaz echáos.
Fói un llance de tres pelos, 
por non dicir d´un puñáu, 
el q´ entoncies vió la xente 
q´allí ´staba trabayando.
Como ´l güé ´nel mataderu
al sentir el porronazu
que i apurre ´l carniceru
cái el suelu com´un rayu,
ansina cayó ´l probete 
corriendo com´ un d´un cañu
del crániu de la cabeza
la sangre pa todos lláos.
Dos hores vivió y la pata 
espurrió lluego… ¡Dios santu!
¡Mas qué sofrir en dos hores…..!
¿nunca viesteis d´un cantazu
dexái á un esculibiertu
el cuerpu léxos del rabu?
¿Non viesteis isti dar güeltes
ya de frente ó de costadu
trocando en eses les óes 
que i fai remedar el diaño?
Pos ansina mesmo, el mozu,
ya tiesu, ya encivielláu,
como morciella ´l fumeru,
pero siempre espatuxando,
dió ´n engurriar les ñarices,
poner los güeyos en blanco,
afinar y aflamencáse 
pa mudáse al utru barrio.
Hebo xosticia, prisiones
con que medró ´l escribanu,
q´estes causes son les causes 
de que mos llamban los cuartos….
Mas ¡carape! ¿cómo amesto
otra vez el mió rellatu?
¿qué tien que ver lo d´agora 
con aquél estandoriazu?
Si morrió, Dios lu perdone;
ya isi llabor tien á un lláu, 
que probes y fanegueros 
faremos tardi ó tempranu.
Dixe, que fartu de sidre
estaba ´l mozu roncando, 
pos el caldo yera bono
y una fiesta fáise á un santu.
Ya quier esmucíse ´l día;
y el fresquillin de los altos, 
baxa á los valles muy séle
les vidayes refrescando.
Ye la hora ´n que les roses 
se piesllen, al cielo unviando
so risina más melguera
con so golor más preciáu.
El marmullu de la fonte 
déxase sentir más claru,
y al ver el negru esperteyu
cuerren pal ñeru los páxaros.
Entama á esclucar la lluna, 
pos por si mesmu abrasáu
fuxe ´l sol d´oro vistiendo
les ñubes q´alcuentra ´l pasu.
Lloñe… muy lloñe, amorosu, 
trái ´l soplu triste cantu,
que fái más triste la esquila 
q´ al andar ruxe ´l ganáo.
Hay quien cuida que ´n aldea 
con tantes sebes y escayos,
non cuela ´l amor, y á naide 
i finca so taragañu.
Pos non ye verdá; isi mal 
q´escaxiella á los humanos 
y sin fuelgu al más regustu
lu dexa si muerde gafu,
en Morcín como ´n Uvieo,
en Avilés como ´n Grao, 
en Piloña como ´n Flandes
y en Perpiñan como ´n Pando, 
desde ´l sol allumó ´l mundo
y hebo ´nisti fema y machu,
fexo amor siempre so agosto
en cualquiera mes del añu.
¡Ay! si les pales de dientes
falaren y los gadaños!
¡Cuántes llágrimes veríen 
resbariáse por sos mangos!
Quien dixo amor, dixo flores;
y si aquestes en ´os campos 
más zaragozanes crecen, 
tamien amor; está claro,
Allí ´l paxarín parleru
sabe ´char gorgolitando
la presona, ´n so llenguaxe 
si barrunta y´ escuchadu.
Entóncenes so dolzura
ye tan grande, tal so encantu, 
q´al mesmu sol, al oillu
prúyei baxase á besallu.
¿Créislo agora? ¿non y´ansina 
de pé á pá lo faláo?
El amor y el sarapicu
y utres llácares que callo
por sabíes , non respeten 
ni al gordu, nin al flacu,
nin al probe, nin al ricu, 
nin al negru, nin al blancu,
y en ciodáes, com´aldées,
estocina que y´un plasmu.
Tamien Xuanon  d´isti mal
carez ya fái más d´un añu
y per flacu, taramiella, 
si aporta  q´echa un rebalgu.
El que ´n andeches y files 
conocíen por el trasgu,
y escurría casa-dielles,
que non acertaba ´l diablu, 
hoy más triste que pantasma 
fuxendo del campu-santu
y allumada pe la lluna
con so más pálidu rayu, 
sospira, xime, empapiella, 
rábia, escocia y alloriáu,
quier segar co la fesoria 
y cavar col garabatu.
D´afechu ´stá sin mollera
des q´un domingo, danzando,
mirólu ´n tientes Xiróma 
la nieta de Pin el mancu.
Ye verdá que ye una neña
q´onde afinca ´l so calcañu
dexa un alfonil de sal,
pos naide la gana ´n garbu.
Si mira de cuando al cielo,
los lluceros amusgáos,
fuxen, pos los de so cara
llucen más y son más guapos.
Rica ñerada de perles
dexa ver, si aporta ´l casu
q´al rise ´l coral s´estrema
que Dios i punxo por llabios.
Cómo áta ´l dengue esa xana
yo non acierto á esplicallo,
solo sé que más que dengue
ye cárcel d´enamoráos. 
Teodoro Cuesta. 
Revista de Asturias. Oviedo 30 de Marzo de 1881.-


El dispertar de Xuanon.
Non hay mozu ´nel conceyu
q´al colar no i deba un cuartu, 
pos á más de dar envidia
fasta les roses de Mayo,
tien de suyo casa y hórrio
y daqué ´n tierres y práos.
Vióla Xuan y de secute 
sintió ´n so pechu llancáu
el obleru que Cupido
disparói p´atormentallu.
Pensar n´ ella, contemplalla,
yera so mayor encantu,
y ansí fó q´utru llabor
non entamaba ´l cuitadu.
Non piesllaba güeyu ´l probe; 
y si rendíu, un pigazu
llegaba á echar, mil corcobos
dar i facía un mal suañu.
Víala pulgar castañes
pa útru más afortunadu; 
facéi veyures y rise
muy xuntinos trebeyando.
Isti mal, isti martilio, 
esta llacéria, isti plasmu
que dexa al home los niervos
llatidosos y alteriáos,
por non sofrir, el tinteru
pidió al fin al ´ escribanu,
y un xueves, cuando albanciaba 
y l´alborada los páxaros 
alzando ´l piquin al cielu
dan á Dios gorgolitando,
púnxose á escribir gozosu
sobre la esquirpia del carro,
esta carta, q´á  la moza
llevó un rapaz por un cuartu.
“Xiróma, sabrás Xiróma
como yo vivo penando
con un caleru ´nel pechu
que me turra y quema el cuayu.
Isti forno ´n que ´l amor
árgoma ye ´n que m´abraso,
enciendisti con tos güeyos
que la llume al sol robaron.
¿Dexarás que ´n un  turrion
se troque quien te quier tanto?
¿Non darás la melecina 
al que muere pol to garbu?
¡Ay de min! si non me cures
verásme dir ente cuatro
cantándome ´l gori-gori
muy deprisa ´l utru barrio.
Además, ¿qué culpa tengo
en querete? ¿qué mal faigo?
¿porqué tan guapa de fexo
por su antoxu ´l Soberanu?
Yo tenía un corazon 
que llatía asosegadu; 
mas vite, y en revolvín, 
que non para, está trocáu.
Cantaba y con mios cantares 
non me rendía ´l trabayu,
y hoy sospirar ye mió dicha
y un día ríndeme un añu.
Quierme por Dios rapacina
y homildicu al to mandatu,
verás en Xuan, un fiel criadu.
Posdata.- Cuanto t´avague
si tienes un papelacu,
pon si echaré un ijujú
ó si me desfairé ´l crániu.
Como me falta una oblega 
y pan non alcuentro á mano,
escurrí cierrar la esquela 
con magaya de llimiagu.”
……….
Esmorciellábase ´l sol
lluciendo ´l últimu rayu,
que fái reíse á los montes
y alegráse á los peñascos, 
cuando ´ntónces mesmamente
del probe Xuan llegó á manos 
la rimpuesta de Xeróma
q´entamó á llér sospirando.
“Atendi, Xuan, i decía,
mira, Xuan; si tan babayu
te fexo Dios, Xuan amigu,
tengo yo la culpa acasu?
¿Quién te mandó ´namorate?
¿Hebo presona ´nte entrambos?
¿Díxete que me folgaba 
con to querencia da cuando?
Non deliries, Xuan, ten xuiciu;
que pal focicu del asnu
non faen miel les abeyes
como ´l refran diz bien claru.
La llapada que ´n el pechu
sientes arder, col trabayu
afogarás, que ´l llaviegu
cura isi mal que y  ´un plasmu.
Llegasti tardi, Xuanín, 
que ´sta frera ya tien santu,
y non ha tardar el cura
en echar el hisopazu.
Seré la muyer d´un Xuan:
pero d´un Xuan, tan saláu, 
que cien Xuanes como tú
non i allegais á un calcañu.
Sin oblega, pa cierralla,
desimula, si un emplastu
con quésu d´afuega ´l pitu
fixe pa salir al pasu.”
……..
¿Viésteis dacuando, pel río 
un saca-güeyos bufando, 
ó a la vera de les sebes
revoltiar dañible ´l tábanu?
Pos ansina mesmo ´l mozu
como perru que del rabu
i pinga un bote con piedres
que lu fái fuxir rabiando,
fuxó d´aquella quintana 
el fardelin al costazu,
la gadaña enriba puesta
y el d´acebu en una manu.
Un añu fái q´aflixidu
non trió  ´l suelu asturianu,
y por tierra de Castiella
ganó la vida segando.
¡Un añu fái! pero ¡ay triste!
aquel amor, hoy más gafu, 
féxolu tornar al pueblu
pos más lu encerriza ´l  diañu.
Como les penes se afueguen 
y les penes dan secañu,
ántes de llegar á casa
engargoló quince vasos.
Ansina fó que rendíu
por el zumu y el cansanciu
durmióse, que nunca ´l sueñu
neiga Dios al disgraciáu.
¡Ay! non dispiertes, mió probe, 
pos quiciáes dispertando, 
te ponga, de la cabeza,
elemente un desengañu.
Pero como nisti mundo
todo pasa ´l fin y al cabu, 
pasói la chispa, abrió un güeyu
y al vése solu ´nel campu, 
llanzó un sospiru, y un nome
que ´n el alma tien llancadu,
prenunció, que sele ´l vientu
llevó  al colar enriedando.
En aquel entós mil gritos
´nel rebollal s´escucharon 
ente ´l glayar de la gaita 
que d´afechu lu plasmaron.
¡Vivan los novios! decíen
les voces; ¡vivan mil años
Xiróma y Xuan el mosquitu
y q´á ver lleguen vicácanos!
¡Ay un galán d´ esta villa!
alegremente cantaron 
les moces, sin ver el triste,
que d´amor muerre, olvidáu.
Pos cuando isti son del monte 
asonsaña aquerelláu,
y cuando ya de la gaita 
s´oye ´l toquidu lexanu, 
Xuan, como un llocu, el fardel
desañuda, y col gadañu
dexó sin nuez el gargüelu
morriendo allí desangráu.
¡Probe mozu! que ´nel sueñu
yera Xiroma to encantu
y dispertando la muerte
te dió de to amor en pagu.
Y co la postrer boquiada 
prenunció un nome so llabiu
¡siempre ´l mesmu! cuando lloñe
s´escuchaba alegre cantu.
Teodoro Cuesta. 
Revista de Asturias. Oviedo 15 de Abril de 1881.-
Un caso de reconciliación
-Oyes una cosa, neña, l´alma alegróme encontrate muyer; pero entonces, ¿ello ye verdá que Pepa  la “Siete Ñalgues” piensa ponete en  justicia muyer?
-Tan verdá ye que ayer mismo echemos el xuiciu  la arreconciliación nel Xuzgau de Paz.
¿Y non vos arreconciliasteis?
-¿Qué, qué?¡Más  poco diba querer yo!
-¡Mal añu pal Enemigu, amén  Jesús! Tan amigues  como siempre fuisteis!
-Pos ya ves, neña; coses que pasen.
-Pos na, neña; que fai ya más de un añu que Pepa anda por ahi falanciando  coses en sin sustancia de mi y del mi home; que si yo i la apegaba a él col maestro la su  frabica, lo que sabiu del mí Xuan era el primeru  en riise, porque sabía de sobra con quien se entretenía Gabino afuera casa y porque ya sabe también que la su Reja en jamás de los jamases i faltó nin ye capaz de faltai a la fe que mos juremos los dos ante l´cura……
-¡Uy!, pero entós fue la tu cuña, Laura la madrina la vuestra boda, oh? Yo siempre pensé que había sido tu madre.
-¡Un zalamin de m…. nunca te valga, muyer! Pos claro está que fué mi madre, que en paz estea su alma. ¿Qué tien qué ver esa esmirriá de la mi  cuñá Laura,  que paez a mexa miel? Dixete liaura, refiriéndome al altal. Pero volviendo a lo que diba diciendo antes, non olvidé entoavía les promeses eches  nel altar sagrau, nin les  arrecomendaciones de la Pistola Santiago….
-San Pedro, muyer-
-Tanto da Pedro como Xuan, pal casu; que mos leyó el siñor canónigo don Praisedes de la Ribera, d´Avilés como yo, del barrio Los Molinos los dos, que por ahí anda entoavía muy arrecachau y muy abrigadín col su balandranin con cuellu piel, y paezme que lu estoy  oyendo cuando mos decía: “Esclava” te doy, non sierva; fairas el favor  de sigila a toes partes…”
-Non, muyer; ¿tú que lío t´estas formando ahí? Eses últimes palabres non son pal varón…..
-¿A cuál barón, muyer? ¿qué tienen que ver aquí los barones ni los marqueses? Como si la Pistola San Pedro non  fuese pa tós igual.
-Pero, neña, si quiero dicite yo que eses palabres de “seguilo a toes partes” dizles  la Pistola pa ella, pa la muyer y no pal home, porque ella ye la que tien que siguilo a toes partes….
-¡Diven velos  a los homes! Como si una muyer non tuviera  que facer ná en casa pa andar tras d´ellos tó el día de Dios.
-Pero, muyer, non seas tan materiala; son unes palabres de sintíu afigurau que quieren dicir que la muyer ye la que i debe obedencia al home nel matrimoniu, porque el tien la autoridá.
-Bueno: ta bien; pues como sea. El casu ye que yo ríame de les murmuraciones de Pepa, pues ya sabe to el mundo que yo fea y ruina serelo, pero a muyer de bien non me gana naide y como esposa ejemplara naide tuvo que poneme la pata encima… (Golpeándose el pecho con la mano abierta) De los Garcías d´ Avilés, ¡muy honrá como  toes  les de mi castra! (Pausa y transición) Bueno; pos con to eso, la “Siete Ñalgues” taba que gufaba  al ver que yo non me enfadé plizca nin el mi home perdió sueñu, nin  taquin pa merendar  tampoco;  y al mirar que yo ande l´alcontraba poniai siempre cara risa, costandoi a ella saber que yo sabia les sus mormuraciones, y hasta i fice una melecina que sé iguar yo pal ruma, una vez que Pepa tuvo un dolor enun cadril, los demonios la llevaben con esta  tranquilidad nuestra y ¿en qué dirás que dió la muy ……fía su madre pa regolveme  la bilis nel estómago hasta poneme afuera sí,  como me puso  y esperala como la esperé, de magar pude?
-Non sé, neña, ¿qué fizo?
-Pos la muy maldita, emprencipió a cambiar la taítica y a  entamales col mi home, diciendo que en vista de que yo i la apegaba a él, pos había hasta cogiome inflaganta nel delitu, entamó él a apegámela  a mi ¿con quién dirás?
-¿Qué se yo, neña? co la muyer del maestro, cuando menos.
-¡Cataplún!, más acertá ni un cañón; con esa misma fué con la que anduvo mormurando al mi Xuan   y eso fué lo que me sacó de clicio hasta juráiles a la “Siete ñalgues”…
-Pero, entós, ¿creístelo, muyer?
-Qué diba creer, muyer del alma! ¡Si sabré yo cómo ye el mi Xuan! Pero en lo uno que dábame rabies que me pusiera a mi por debaxo esa fuina, que igual ye que una fuina pa dexame más en redículo entoavía, porque ya que asocediese eso que fuese po lo menos con una moza que lo valiese y taba más disculpau, pero non con otra más ruina que yo entovía, ¡moña! Pero sobre to eso, hay que de mí puede decir to el mundo to lo que i dea la gana, porque  tres ablanes    podríes  se me importa, pero de él non quiero que diga naide nada, ¡naide!, ¿oyéslo?
-Pero muyer, tu que mo pesar tienes, mialma tas lloca, ¿non comprendes que ye más delicá la honra d´una muyer, cien veces, que la de  un home nesi  respeuto?
-¡Tú perdiste el  xuiciu, júrolo!
-Como non lu pierda en el Juzgau, y non cuento, lo que es el que tengo ena cabeza,  bien asentau está, ¡moña! Mira: sí tó eso que Pepa anda falanciando por ahí fai unos meses fuese fai dos o tres años, pués tener la seguridá que tan tranquila me quedaría, pero el dicilo ahora ye cosa que me regüelve les tripes y …
-Pero entós, ¿ye que el tú home cambió, neña?
-¡Qué diba cambiar! to al  contrario. En aquella fecha  non digamos que digamos que el mi Xuan non fuese capaz de un  tropezucu como el más pintau, si pintaba la ocasión (que non soy  tan boba ni tan fata que non sepa que el más santu peca), anque    non una cosa siguía, pero ahora, nion siquiera el tropezucu. ¡Si sabré yo cómo  ye el mio Xuan!
-Pos entós,  neña? Mialma, yo si t´entiendo que rabie!
-Ye que, mira; el mi Xuan desque tuvo la gripe, va ya  pa dos años, non ye el que era ¿tiéndesme?; quedó el  mi probitin abloyadín y  tristucu que non paez aquel mismu home tan alegre y gayasperu que tanto me facía rir ena cama po les noches cuntándome co la gracia que, Dios y diera, chascarrillos y coses  de lo que pasara pol día.  Ahora en cuanto s´acuesta ya non tien más gusto  que dormir y hasta cuando bien del trabayu cuesta trabayu  tamién sacálu casa pa dir unes veces con Manín “el Obispu” a merendar a “la Figal” o delles veces con Amalio “el Marqués” an cá  Enrique el de Xusta! Pa pensar en moces ta el mi santín de Dios;  por eso a mi cálaseme  e alma de que lu anden mormurando y trayéndolu en llengües con muyeres casaes o solteres, por lo mismo que…, vamos, que non quedó el mi probe pa fiestes, de magar tuvo aquel mal. Non, demí, vuelvo decítelo, que digan lo que quieran, pero del mi Xuan….
-¡Calla, muyer, calla! ¡Mialma si no me da non se qué l´ oyite!  ¡querer más que mormuren  de ti que del tu home, por si está asina o si está andando!
-Mira, neña; cadun ye cadun dicía siempre mi güela.
-Si pienses d´esa conformidá allá tú. Tu alma tu palma. Pero a todes estes, ¿por qué fué lo del Xuzgau, que non me lo dijiste entoavía?
-Pos verás: fai unos días taba yo a la puerta e de mi casa  tomando el sol co les mis vecines Antona “la Tantarantaina” Quica “los Pelos" y  Xuanina “los  Quinqueses”, que toes les conocerás…
-A toes menos la última.
-Sí, muyer, ¿non conoces una muyerina piquiñina ela, redondina, simpatiquina, de cara coloradina, que vende  quincalles usaes los xueves  en rastru y rifa gallos los domingos?
-¡Ay, sí muyer; ahora caigo en ella; ¡de veces  que i abré chau yo a la rifa! -Bueno, pos como diba diciendo, tando yo a la puerte  mi casa, que ya sabes que ahora vivo ena Tenderina, por cuanto Dios non veo pasar na trasera el tranvía  Colloto a la “Siete ñalgues” que diba llevai la comida al so home,  que non sabía yo que va pa unos meses que  trabaya  nesa frabica que la llamen “La Tobillera”, y mira, muyer; vela y llevantame como un rayu y char a correr tras el coche en sin decir turs im us, fué  to uno y  tovia llegué  a tiempo, pos taba la “Siete ñalgues” comprando unes manzanes a aquella muyerina que vende  nel canapé  frutes y cacagüeses y galletes, y agarrándola pol moñu, dixe yo: “Aspera un poco que l´ aperitivu voy dátelu yo”  y entamé  a dai pataes y tirai  de los pelos  que si non me aseparen d´ella pame que   estoy dandoi a estes hores entovía. Conque Pepa, berrando como una neña después que marchaba  co la cesta l´almuerzu del su home,  vase ella y emprencipió  a ensiñame el puñu  desde lejos diciéndome que n´utru llau nos veríamos y esi llau po lo que ye visto fué el Juzgau de Paz, donde me llevó la muy…
-¿Y non te aperdonó teniendo la culpa ella de to, muyer?
-¡Nin falta que fai!  ¿Tú sabes lo que i dixe al señor Juez el día de l´arreconciliación,  que mialma podíen  disvirtilu de risa?
-Qué se yo, cualquier llocá de les tuyes.
-Pos dixei que si encima de lo que me provocó perdía  yo el xuiciu “oral” podía dir Pepa encargando más ñalgues, pos diben ser poques les “siete” q´ ahora tien pa les pataes que yo i diba dar n´elles.
Tomás Crespo.
Lletres Asturianes. Academia de la Llingua Asturiana. Nº 66.-

Las jazañas de los vieyos
En el pueblu de Berodia 
Suena infernal algazara 
Que güelve tochu al que tenga 
La cholla más asentada.
Tocan per equí ronquiellas,
Pe´ lloqueros y latas.
Suenan aculla almireces,
Los cazos andan en danza;
Y en tantu, mozos y críos 
Y alguna qu´otra rapaza 
Dando gritos y achillidos,
Risas, voces y palmadas,
Allumbrándose con velas
Metidas en calabazas 
Juracadas per un llau
Qu´al mas animosu plasman, 
Andan recorriendo  ´l puelu
A las dos de la mañana.
¿qué mil demontres acurre?
¿Qué diañes e lo que pasa 
En mio pacíficu puelu
P´andar tan juera del agua 
No solu mozos y críos 
Sinó tamién las rapazas?
¡Ay, recoya, el no acertar 
Jora grande rozinada!
Él qu´el tíu Trifón el tuertu,
De tres anuncias se casa 
Con Tecla que ya enviudó
De Xuanón el de la Páxara;
Por eso todos los mozos,
Los críos y las rapazas 
Arman tal algarabía 
Como si el llugar arriara;
Y en esta despusición 
Allegaren xunta casa 
De la novia, soponiendo
Que Trifón la ´ compañaba,
 Con propósitu de dayos 
Una güena serenata.
…..
-¡Ay, Trifón, Trifón queridu!
¡Ay, Trifón de la mió alma,
Los demontres del infiernu
Allegaren xunta casa.
¡Ay, Tecla, Tecla querida, 
Ay, Tecla, Tecla estimada,
Esto qu´agora asucede
De fiju lo barruntaba;
Qu´ el diablu no tien que jer 
En ´onde está esa canalla.
¡Y quiera Dios que con bien 
Libremos, jiya del alma!
-¿Habían de propasase 
Á colar dientro de casa?….
-Esos pillos de rapaces 
Á más  qu´eso se propasan; 
Pues el día casóse
El Miruellu y mio cuñada, 
La que joy muyer de Pachu, 
(Qu´ esté á güen llugar so alma),
Coxólos una catierva 
De mozos sin  aducancia, 
Metiólos dientro d´un carru
Y llevólos á las Llanas 
Á muyalos  en un pozu
Pa qu´en elli  refriescaran….
-¡La Virxen de la Salú
Nos libre de tal disgracia,
Que si eso jacen con nos
De xuru qu´á mi me matan!
-¿Jacelo con nos? …¡Recoya!
¡Eso tan solu faltaba!…
Pero no, querida Tecla,
Puedes estar descudiada,
Qu´anque ero vieyu setenu 
Tengo travesada l´alma
Y tengo el jégadu y bazu,
El polmón, ó la corada 
Aquí, amira, n´esti pechu
Que por naide s´acordaba.
¡Y viva Dios que la groma 
Resulta groma pesada.
Y dalgún puede que lleve
Pa ´rascar una semana!….
-Ay, Trifón, ¿qué vas á jer?
¡Ten por Dios susiegu y calma!…
-¿Qué vo á jer? No m´asujetes;
Vo a dayos una escagacia 
Que los va llevar el diablu
Cuando mi güelan las barbas.
-¡Ay, probe de mi contigu!
¡Ay, triste y de consolada,
Que te mi van á matar 
Si sales solu de casa!
Llora Tecla y s´arrepela 
Y ponse jecha una llástima 
Y  no e quién d´asujetar 
A Trifón, que se i escapa
Pe la puerta, con un palu
Más llargu qu´una guiyada.
Asina que los rapaces 
Sienten dar la portalada,
Piescan todos á correr 
Como si tovieran alas;
Qu´ el miedu jaz ser lixeras 
A las piernas más pesadas.
. …………
-Querida Tecla, aquí estó, 
Aquí me tienes, mochacha,
Enxuga al puntu los güeyos
Y amira bien y arrepara 
Cómo vengo tou enteru,
Sin una mala puñada.
Sin el mas chicu arrescuñu
Y co las costiellas sanas…
¡Y eso qu´acabo de jer 
Una que va ser sonada!…
-¿Qué jecisti? .. ¡No mi asustes!…
-¿Qué jeci? … Pues cuasi nada……
Cuantu de Dios amaneza
No van á jolgar las andas,
Ni tampocu el sacristán
jalando de la campana, 
Porque  Xicón, el mejor 
Jiyu  de Toña Torgada,
Queda tendidu n´esquina 
D un palu que-i  dí, en mios ansias
De jacer un escarmientu,
De jacer una sonada;
Era malu, así pagó; 
Quien mal anda, mal acaba.
…….
Apenas el paxarín
Oyó cantar la alborada,
Dexa Trifón  el so lechu
Sin maldita la galvana
Y va ver qué joy del probe
Xicón el de la Torgada,
Si tien resuelín entovía 
O si ya espurrió la pata;
Busca n´un llau, busca n´otru 
Soba los güeyos y…..¡nada!
No alcuentra muertu á Xicón
El jiyu de la Torgada…
Más, si jallo  el desgraciau
En suelu  la mejor vaca 
Que tenía n´el rabañu
jecha la probe una llástima,
(Tantu,  qu´ el mesmu Cuayau
No joy capaz de sanala); 
Traía los cuernos rotos,
Las patas d´atrás quebradas,
La rabadilla partida
Y además descaderiada, 
Sin cuntar con qu´en so cuerpu,
No había costiella sana.
Tan juertes joren los palos 
Qu´apurrió á la probe vaca 
Trifón, la noche anterior
Ciegu de coraxe y rabia,
Piensando que dab´al jiyu
De Toñona la Torgada.
Manolo.
El Oriente de Asturias.
Llanes, Domingo 7 de Mayo de 1899.-




























































































































































































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