Serandi - San Martin (Proaza)


Textos:
-Rústica marrullería.
-Al dos de Mayo de 1808.-
-Importancia de los vegetales.



Serandi. 
Aldea de la parroquia de San Martín (Proaza), en el extremo nororiental del concejo, distando 4 km de su capital. Su población es de53 habitantes. Está situado en la ladera dela sierra que separa la parroquia de San Martín de lado Pedroveya, en Quirós, a una altitud de 420 m.  En uno de los collados de dicha sierra se han registrado enterramientos tubulares.Mas abajo del pueblo , en un crestón elevado sobre el Trubia denominado L´Arbeal, José Manuel González localizó  un recinto castreño y en la zona hay indicios de explotaciones auríferas. Se conservan varios hórreos antiguos en la aldea y una cueva en las inmediaciones, además de numerosos manantiales con aguas de gran calidad.


Rústica marrullería
Por el caleyón abaxo
de Perlora pa Coyanca,
Pericón el de Maruxa
vien cantando la praviana
per delantre de les vaques, 
de la Pinta y de la Parda,
que xuncides  van tirando
por el carro de la vianda.
Los tenreros, les nuvielles,
la Garbosa y la Galana, 
reblincando van delantre 
de Perico que les fala
pal corral, porque se avera 
de la noche la somanta.
Canta el carro,  les esquiles, 
col repique  que acompaña
la canturria de Perico
van marcando la sonata 
con el paso casimente
del puntero de la gaita. 
Va contento Pericón
qu´ esmadreña  con cachaza
la llamuerga del camín,
cual si vos per una sala,
tan ufano, satisfecho,
fachendoso de so facha,
de su ficha, de su fecha,
que non sabe lo que-i pasa.
Trai colgando la zapica
del currión , y la guiada
traíla en riba del costazo
satisfecho de la traza
que se dan los llabradores 
que refaifen una cuarta
con los frutos de la tierra 
que se vienden e´naplaza
por un precio tan enorme
como nunca se soñara.
Cuando apara de cantar
o de char una tonada 
fala solo y col ganao:
-Parta Pinta, parta Parda,
ten Garbosa, ten Morica, 
ten Cordera, ten Gallarda……
Pos siñor, así me salve
vamos vien. E na quintana
sobra todo, de magar
que, en dexándolo pa en casa 
lo que abonda y otro tanto
pa que nada faiga falta,
tien un precio de cosecha, 
que,  me caso con mi alma,
hai que velo. Ye una mina
por entero la llabranza.
La fornada non se amasa de boroña,
que se fai de pan d´escanda;
y ha tar tienro, que sinón
casimente non se mazca
mas qu´en sopes y cafeses,
pel estilo de l´Habana.
Una pita val dos pesos; 
val un gÜevo un rial de plata; 
los arbeyos, les pataques 
y les fabes y la grasa 
tan sin precio, pa bandees
a lo que un-i dé la gana……
Si esto dura tan siquiera 
siete meses y la parva,
micro yo la casería,
porque ´l ama tá empeñada,
según diz hasta los güeyos
casimente de la cara,
sin que algame pa vevir
co la renta que se-i paga.
Val bien eso  de la guerra,
con qu´el mundo s´esmigaya,
pa dalgunos. Los que muerren,
entarrándolos, abasta.
¡Viv´Asturies!¡Viva Cardo!
¡Viva el Valle!¡Viva Pravia!
Hai que char la de coyer….
¡Ixuxú….! “La Soberana.
Agora val el que tien; 
el que tuvo non val nada”.
Dexó el campo Pericón
de repente, por la causa
de que vió baxar al mérico
del conceyo pe la cárcoba
del camín de la Llosona.
caballero en burra blanca.
Hai vexigues; el dotor 
nin sosiega nin descansa;
nin de día nin de noche, 
casimente non apara,
y por eso vien el lomee 
de Tamón a la Llargozana.
-Diós te guarde Pericón-
diz el mérico.
-Si cuadra, el Siñor lo guarde todo
de la peste.
-¿Vas pa casa?
-Sí, siñor, ¿y vusté vien 
de visita?  Mucho gana 
cuando hai pest´ el cerujano; 
pero mialma lo trabaya.
-Si pagaren les vesites….
-¿Non i paguen?
-Home, calla.
Gana más un jornalero
cuatro veces, por semana,
que n´un año gana el mérico, 
aunque más enfermos haiga
que de payes el payar
tener puede cuando cuya
la cosecha  por entero de la erga.
-Vaya, vaya,
don Alfonso, por lo visto
tá el negocio noramala….
Non se faga  probetayo
que dengún-i pide nada.
-Ye tan cierto lo que digo,
Pericón, me caso en Sama,
como tres y dos son cinco
y dos medies una vara.
Mas dexando coses tristes 
que non valen una cádaba.
¿Tás ya fuerte?
-Sí, siñor,
y non tengo pa pagaila
entovía la salú
que-i la debo……
-D´eso, nada.
¿Cuál y´el xato, Pericón,
que xurásteme  na cama
que habís dame si quiciavis
de la muerte te apartaba?
-Home, mire,  don Alfonso, 
¿quier tentame?
-Nin migaya.
Son testigos los vecinos
de que dist´esa palabra.
-Non lo niego que-i la diera.
Puede ser,  que l´home fala
delidiando abondes veces….
Pero ¿dixe-i eso, mialma?
Taba malo por entero
cuando asina delidiaba.
Orbayos de la Quintana. José Benigno García (Marcos el Torniello).-


Al dos de Mayo de 1808
Los retueyos d´aquellos  que ´n Pavía 
d´ estocinar franceses se fartaron,
y en ´a de San Quintin, (¡gloriosu día!)
cuanto estorbu ios fexo esfarraparon; 
de los que ´n Roncesvalles, á porfía
cien mil flores de lis esguedeyaron, 
¿sofrir pueden de Francia les cadenes 
cuando sangre del Cid fierve ´n sos venes?
Cuidó Napoleon, cuya mollera 
debió facer d´encargu ´l Poderosu,
(pos tanto ´l so saber y cencia yera 
q´anque cortu de talla fó un colosu:)
cuidó digo q´ España, gayaspera,
lu palmiára ´l mirallu vitoriosu, 
pero ¡ay mialma! á sos fuelgos y arrogancia 
contestó la nación, ¡muerra la Francia!
……………….
¿Nunca viésteis pel suelu esparramáse 
de prunos una goxa, q´emburriáos 
los unos pe los utros, p´añase 
vénse cien rapazucos alloriáos?
Pos ansina la España vió cuayase 
en un cierrá los güeyos, de soldáos 
q´al triar de Padilla ´l noble suelu
refalfando disprecien tierra y cielu.
——————
Más sele que ´l rocíu so les flores 
des que entama á llucir por el Oriente
sos guedeyes el sol, esos traidores 
cayeron so la pátria de repente;
¡qué muncho, si ´l ejemplu sos mayores 
dieron en ser grañinos á esta xente!
¿Non teneis á Montiel en ´a memoria?
Pos quien son los franxutes diz la Historia.
………………….
Los que amansar non pudo ´l africanu,
pos pagó ´n Covadonga la guantada 
q´apurrió ´n Guadalete á un rey cristianu;  
los que torres y almenes en Granada
esguilaron con fuelgu sobrehumanu 
sin cuidar de la muerte non soñada,
¿trocarán  en oveyes los cañones
del estrangeru, cuando son leones?
…………….”¡Vivir sin libertá! ¡quién tal soñara?
¡esclavos y allendar! ¡morrer primero…. !
pos el fíu á so padre dispreciara 
y nunca pa reñir faltó ´l acero; 
pe la espalda, de lláu, cara á cara,
en el llanu ó del monte ´no cimero
que non hévia cuartel…. morrei matando:
van á vése San Luis y San Fernando.”
……………………
Y ansina foi: el q´á la traidora 
como llobu famientu, anque cobarde, 
arteru vieno á echar la cancanía
quixo al cabu fuxir… mas yera tarde; 
llevantóse la xente ´n montería 
pa vengar á Daoiz y á Velarde,
y non hébo foceta nin gadaña 
que sin güezca golviés á la cabaña.
………………..
Si el vieyu Carbayon falar pudiera 
rellatara llorosu d´esta história 
lo que baxo sos fueyes visto hobiera, 
pa ensalzar de sos fios la memoria;
pos si plasma Xerona, y la primera 
Zaragoza se fái digna de gloria, 
tamien Uviedo fó la que con saña 
ruxó ¡muera el francés y viva España!
Teodoro Cuesta. Oviedo 2 de Mayo de 1879.-
Revista de Asturias. Oviedo 5 de Mayo de 1879.-




Importancia de los vegetales
Decía Pitágoras que los vegetales  sienten, y Tales de Mileto enseñaba que tenían alma como los animales. Caton en su tratado de Re rústica, consigna las oraciones que debían dirigirse a los sacrificios que eran conveniente hacer á los dioses antes de empezar la corte de un bosque. ¡Cuanto han cambiado los tiempos! Las falsas creencias de entonces hacían respetar a estos seres que nos dan su rica savia, sus tallos, las fibras de su corteza, sus dorados frutos, sus hojas, flores y perfumes; y hoy la ciencia ha desvanecido aquellos errores, hay pueblos que son enemigos de los árboles y como por casualidad, en las estepas españolas del centro, se ve alguno de esos seres que, como los llama Karl Müller, regentes del mundo vegetal.  Y las montañas que antes en nuestra España bosques cuajados de añosas encinas, robustos robles y esbeltos pinos, árboles siempre verdes y frondosos, son hoy cumbres peladas en donde reina el silencio de la muerte. Las raíces de estos son las de nuestra propia existencia, y no sólo  sirven de adorno en la tierra que habitamos, sino que tienen una alta misión que cumplir, desde el humilde musgo rojizo que esmalta la nieve de los polos, hasta el más corpulento árbol de los bosques vírgenes de América. Todos desempeñan un papel importantísimo en la llamada estática química de la naturaleza. Los vegetales son necesarios  porque sin ellos perecería el hombre en una atmósfera viciada é irrespirable. Y, para terminar, las fibras finísimas  delicadas  de nuestros tejidos mas usuales y la mayor parte de los productos que nos sirven para mitigar nuestros dolores, ¿no se lo debemos al mundo vegetal? Pues si les debemos á estos seres la mayor parte de nuestra existencia, ¿no es justo que reciban del hombre sus cuidados y especial atención? Fuerza es confesar que sí. ¡Ah, qué felices aquellos tiempos en que los Sempronios  ostentaban  en sus medallas, como emblema de nobleza, el arado con que surcaban los campos!
Entre las aves tenemos los gorriones, que tan perseguidos han sido, y que si bien es cierto que se alimentan durante la recolección de granos, principalmente de las cebadas cultivadas cerca de las poblaciones, durante ocho ó nueve meses  en el año comen insectos, viniendo a ser por lo tanto más útiles que perjudiciales; hallándose en el mismo caso los tordos, mirlos, estorninos, y arrendajos. Nos favorecen también y nunca debemos desechar su concurso, los cuclillos, picos, pitos, aguzanieves, ruiseñores, nevatillas y deben considerarse como necesarios, los cuervos, grullas cigüeñas y cornejas, que se alimentan  no sólo de insectos, si que también de otros animales perjudiciales. Y por último, no debemos matar ciertos reptiles hábiles cazadores de insectos, ni los sapos, no ha mucho objeto de comercio  entre Inglaterra y Francia, animales altamente útiles, excelentes guardianes de jardines y  huertas, inofensivos á pesar  de lo que dice el vulgo, y devoradores  de insectos coleópteros, larvas y multitud de otros enemigos de las plantas. 
Eugenio Piñerúa Alvarez. 
Revista de Asturias. Oviedo 30 de Enero de 1880.












































































































San Martín:
Aldea y parroquia del mismo nombre (Proaza). Con una extensión de 14 km  cuadrados, es la parroquia más oriental del concejo. Situada entre las estimaciones del Aramo y el río Trubia, incluye los pueblos de Quintanal, Serande y Villamexín, además de Samartín, que se encuentra a medio camino entre esos dos últimos, a una altitud media de 400 m. y donde se encuentra la iglesia parroquial .Se la cita como San Martino de Serrando en el inventario mandado a realizar en1385-86 por el obispo don Gutierre. Dista 3 km de Proaza  y tiene una población de 19 habitantes.














































































































































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