Valdediós (Villaviciosa)

- septiembre 05, 2016

Textos:

-Monasterio de Valdediós -Carta.

-Por los valles asturianos.-Carta.

Dibujo de la Ilustración Gallega y Asturiana.

Fue fundado el 27 de noviembre de 1200 por los reyes Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla mediante donación del valle de Boiges (actual Puelles) a la Orden del Císter para que se construyera un monasterio que sería filial del Monasterio de Santa María de Sobrado (provincia de La Coruña).² En ese valle se alzaba ya una pequeña iglesia, conocida con el nombre de San Salvador, que fue construida por Alfonso III el Magno (rey de Asturias) durante el siglo IX. En la actualidad esta pequeña iglesia se encuentra perfectamente conservada, junto al monasterio, y es considerada como una auténtica joya del arte prerrománico asturiano.

Tras un intento fallido de trasladar el cenobio a Boñar (provincia de León),³ en 1218 dio comienzo la construcción del templo a cargo del maestro Gualterius, posiblemente de origen franco, y terminada probablemente en 1225.⁴ El cenobio contó con el favor de Fernando III de Castilla después de heredar los reinos de Galicia y León, y se hizo una abadía bien dotada y muy importante. El monasterio también recibió donaciones de la nobleza local, especialmente de Pedro Peláez Quexal quien en esas fechas era tenente de Maliayo, el nombre antiguo del territorio de Villaviciosa.⁵

Tras la muerte del rey santo fue perdiendo empuje y su declive en los siglos XIV y XV solamente se detendría con su incorporación el 14 de abril de 1515 a la reforma de la Congregación Cisterciense de la Regular Observancia o de San Bernardo de Castilla. En 1522 sufrió una gran inundación por desbordamiento del río Valdediós que acabó con su claustro y con las dependencias que se organizaban en su entorno, salvándose de la destrucción su iglesia. Se procedió a la reconstrucción del conjunto ya mediada la centuria.

La invasión francesa, la Guerra de la Independencia Española y las sucesivas desamortizaciones de la primera mitad del siglo XIX acabaron con la vida monástica en Valdediós, siendo suprimido el 11 de octubre de 1835, tras la desamortización decretada por el ministro liberal Juan Álvarez Mendizábal, si bien tres de los monjes permanecieron en él hasta la muerte del último en 1862.

Adquirido por la Archidiócesis de Oviedo, se instaló ese mismo año un Seminario menor, reglamentado más tarde como Colegio de Segunda Enseñanza. De 1923 a 1951 pasó a ser Seminario Diocesano, quedando abandonado a partir de esa última fecha. El 26 de octubre de 1937, durante la guerra civil española, tuvieron lugar en él crímenes de guerra, los llamados sucesos de Valdedios, llevados a cabo por el Batallón de Montaña Arapiles Nº7, del ejército sublevado, en el hospital psiquiátrico de La Cadellada que se hallaba instalado en el Monasterio.⁶ ⁷

La iglesia de San Salvador de Valdediós («El Conventín») se encuentra al lado del monasterio.

En 1986, por acuerdo del Gobierno del Principado de Asturias con la Archidiócesis de Oviedo, se inició un proceso de restauración que hizo posible que la Santa Sede, el 29 de julio de 1992, por medio de su prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Eduardo Martínez Somalo, aprobase su conversión en priorato conventual cisterciense (Prioratus conventualis B.M.V. Vallis Dei), para que un pequeño grupo de monjes cistercienses volviesen a habitar de nuevo este viejo cenobio, con miras a la revitalización de la vieja Congregación de San Bernardo de Castilla. Esta revitalización no se produjo, y en 2008 se suspendió el priorato.⁸ El prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Franc Rodé, apoyó la decisión del generalato de Valdediós (el arzobispo Carlos Osoro Sierra) para que la Comunidad San Juan se estableciese en Valdediós.⁹

En febrero de 2009, los tres monjes cistercienses que lo habitaban, Jorge Gibert Tarruell, Lawrence Curran y Massimo Marianella se incorporaron a sus nuevos destinos en la abadía de Santa María de Viaceli, el monasterio de Santa María de Sobrado y la abadía de Casamari respectivamente,¹⁰ ¹¹ para dar paso a la incorporación de los frailes de San Juan.¹²

El 30 de junio de 2012 los frailes grises también dejaron el monasterio al no poder asumir el mantenimiento de las amplias instalaciones con sus escasos recursos, dejando el monasterio de vuelta a la Archidiócesis de Oviedo.¹³

En junio de 2016 el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, anunció que las Hermanas Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús serían la nueva congregación religiosa en ocupar el cenobio, deshabitado desde la partida de los frailes de San Juan cuatro años antes.¹⁴ Se trata de las monjas Carmelitas descalzas del Monasterio del Corazón de Jesús y San José de Valladolid que han solicitado a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica la supresión del actual monasterio “Sui Iuris” y la erección canónica de un nuevo Instituto Religioso de Vida Contemplativa que se denominaría Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús.^{15Wikipedia enciclopedia libre.}

Monasterio de Valdediós

…..Pero me urgen meterme de lleno en el maravilloso valle, llamado con razón Val-de-Dios. Para llegar a él se deja a un lado la carretera de Oviedo, después de haberla seguido durante una legua. En el centro, se encuentra escarpado el pueblo que lleva el nombre del valle, sin rival, quizá, por la perfecta armonía de todos sus detalles. Un convento se extiende en dos espaciosos patios, ocupa, en un arbolado, el fondo de este admirable cuadro que en vano trataría yo de dibujar. Fui recibido, con toda la hospitalidad que uno puede figurarse, por un antiguo monje, ahora administrador de las rentas del establecimiento religioso, el cual se ha visto obligado a abandonar el hábito. Salas inmensas, hoy en día desiertas, alas del edificio sin terminar, al igual que en Loyola, Vizcaya; terrenos agregados al convento y vendidos por parcelas, explican lo bastante que un nuevo orden de cosas reina en España. La biblioteca, derrochada y revuelta, no contiene más que libros de teología. Pregunté al buen religioso que me acompañaba si había allí una Vida de San Bernardo, cuyos discípulos ocuparon Val-de-Dios. “Si que existía una -me dijo-, en un grueso volumen. La he prestado y no recuerdo a quién. Mientras tanto, no forma parte de la biblioteca….. La iglesia, cuya primera fundación se atribuye a Alfonso IX, es particularmente interesante por sus numerosas figuras de madera, coloreadas y doradas, de fecha bastante reciente….. No tengo nada que decir de otra pequeña iglesia anexa, más baja de planta y de una arquitectura completamente primitiva. Terminaré haciendo observar , de una manera poco poética, que todo este inmenso edificio, dedicado antaño a la beatitud ociosa, no espera sino que llegue un comprador para convertirse en fábrica. Se podría instalar una fábrica de papel, pues una magnífica corriente de agua que, en el valle de Val-de-Dios, hace mover varios molinos, pasa por debajo de las mismas murallas del convento. Alexander Holinski. (s. XIX) Asturias 1843. Asturias vista por viajeros. Tomo II.-

Por los valles asturianos

El domingo libre ya de compromisos, nos llevaron y trajeron por los valles asturianos, por estas carreteras que son puro vericueto a fuerza de curvas y de cuestas: contonean los montes panzudos, dejan al lado, allá abajo, los valles verdes y umbrosos. A uno de ellos accedimos, el de Valdediós, tan bello que el nombre queda justificado. Hay en él un monasterio sin monjes y una iglesia ramirense, que yo quería ver. El monasterio, de cuya primitiva ábside y la fachada, se acuesta en una ladera, ancho y pesado, sin interés ninguno. La iglesia, en cambio, separada por unos prados, es pequeña y frágil. Tiene el color de la piedra envejecida y cierta pujanza ascensional que le da esbeltez y elegancia. No importa, sin embargo, que sea vieja, y bien sabe Dios que no me lleva a mirarla el menor ánimo arqueologizante. Si la contemplo por dentro y por fuera, si saco fotografías a sus volúmenes y a sus detalles, es sólo porque me gusta. Pienso una vez más, que aquel estilo , ahogado por otros más poderosos no sin la cooperación del poder político, expresaba modos muy genuinos del alma española, detenidos en su camino. Pero cualquier clase de ocurrencia de este tipo está demás, aquí, en el valle, en el prado, delante de la iglesia y el silencio alrededor. Lo mejor es que la mirada resbale por las piedras, se demore en las ventanitas, en las celosías, en las aristas, mientras se recibe el silencio como una sensación complementaria, fondo de lo que se ve.

Gonzalo Torrente Ballester. (1910-1999). Asturias vista por viajeros tomo III.-