Sierra El Pesquerin -Pico Torre (Piloña) -Salida con grupo de montaña Auseva.


Textos:
-Fenómenos estacionales de Asturias.
-Pachu  e Perícu.
-Carta del célebre Manolín de la Caleya.
-L´encargu  del Maconeru.
-Mientras llueve.
-Les  embelegues de una moña.
-El Cristo ´l Amparu.
-El diañu del señoritu.
-Jabla y habla.
-Los apóstoles.
-Refranes recogidos en Mántaras.
-El Nuberu.
-Un payo falando solo.
-Pa ver cúmo taba.
-Crónica del añu 2.000.
-Refranes.
-Preguntuca.
-Tou en baldre.
-Llobos.
-El molín.
-Las Atalayas.
-¿Quién será?
-A mi amigo Manuel García Llera.
-L´amor llegó a la quintana.
-El veloriu.
-Callóndrigu Regueru.
-¿Los indios?
-Imperio imperial.
-Catecismu del llabrador.
-Un tenorio de caleyes.
-La hombrada.
-La lluz del robledal.
-La inmaculada conceción de la Virxen.







La Sierra de Pesquerin (Concejo de Piloña) se eleva de Norte a Sur desde los arrabales de Villamayor hasta los confines meridionales del Cerro Niaño. La integran una sucesión de eslabones de “montes encadenados”, siendo la más relevante la del pico Torre (816m). Esta cima se constituye como la atalaya soberana que preside todo el paisaje circundante , desde Picos de Europa hasta la costa, pasando por Cordillera Cantábrica y valles y cordales interiores de la región. Desde Villamayor tomaremos una estrecha carretera que nos lleva a la aldea de Pesquerin (punto 1-337m-Norte). Desde aquí tomaremos una pista en ascenso (Sur) y sucesivas vueltas, atravesando la Majada de la Bobia (punto 2-598m-SE) para continuar bordeando a ambos lados los Picos Forcos y Foyos hasta la Majada de la Muesca (punto 3-648m). En este punto y opcionalmente los que deseen realizar más recorrido seguirán hasta el final de la pista Majada del Corralin (punto 4) coincidiendo con el GR-105 (Ruta de las peregrinaciones a Covadonga) y seguirán hasta el Cerro Tebrandi (punto 5-869m) volviendo más tarde de nuevo al punto 4 (Corralin) y por un camino hacia el Norte ascender al Torre-punto 6-816m). El resto del grupo Majada Muesca (punto 3) continuará por un camino en ascenso bordeando los Picos de Abra (763m) hasta la cumbre del Torre (punto 6)” donde todos juntos realizaremos la fiesta del belén de cumbres”.



Fenómenos estacionales en Asturias
Febrero: se desenvuelven los esguinos (crías del salmón).
Marzo: aparece la cigüeña; se desarrollan los carabus y los pieris; se retira la langosta del mar, y se aparean las aves.
Abril: vienen las golondrinas. Si la estación es tardía, sucede otro tanto a los fenómenos citados en el mes anterior.
Mayo: ya hay crías de pajarillos, de mamíferos y de los Grillus campestris y talpa en la primera quincena, y en la segunda se dejan ver la codorniz, la típula, los renacuajos y el vencejo. Los salmones suben a los ríos.
Junio: salen los lagartos, y se recolectan el Cervus volans, los abejorros cicindelas. La oropéndola entona su canto de amor.
Julio: los agrion y libélulas revolotean por los juncales y charcos. Se ven algunas culebras y víboras. Empieza en la costa la pesca del bonito.
Agosto: marcha el vencejo. Desovan los salmones.
Septiembre: desaparece la codorniz, la golondrina y el bonito.
Octubre: huye la sardina  y sale de los ríos el salmón con los hijos del año anterior, pero dejando hecha la postura que ha de desenvolverse en febrero. Se acerca a las peñas de la costa la langosta marina, y aparece el besugo.
Noviembre, diciembre, enero y aun febrero, en muchos años; no hay otra cosa más que grandes rebaños de gorriones que inundan los caseríos; los grajos, cuervos y chovas que llenan los prados revolviendo la freza del ganado,de malvises que se reconcentran en sitios de espinera para comer la majuela,y de alguna ave viajera del norte de Europa  en años muy fríos. 
El reloj del Fauno se puede marcar en este país por los fenómenos siguientes:
La Alauda arborea, la golondrina y otras avecillas saludan al albor matutino; las cicindelas andan por los campos desde las  nueve hasta que cae el calor en el verano. De las diez hasta las cuatro todo es silencio. A las cuatro empieza a resonar sus alas el Grillus campestris; a las seis se oye el cuco; a las siete silva el sapo; a eso de las ocho entona su triste acento el mochuelo y autillo, y poco más tarde la lechuza. En los crepúsculos  sale el oso, los lobos y demás alimañas, y recorren hasta media noche los parajes de sus rapiñas.
Apuntes sobre la fauna asturiana (1859) Pascual Pastor y López. Asturias vista por viajeros. Tomo II.- 


Pachu é Pericu
      P. ¿Ves aquesa fumarea 
que s´alza nel domedal, 
e tantu crestianu xuntu
á carreres p´acullá?
Pos yé qu´un coche sin mules
dicen que va chár andar.
       Per. -Será que tien los diablicos 
ó máxia ñegra será.
P. Quita pa llá, non yé aqueso,
yé máquina, mió rapaz,
yé descursu de los homes.
     Per. -E col coche ¿qué farán?
     P. Van á trér desde Llangreu
carbones xunt´la mar.
    Per. -E ¿p´acarretar carbon
tantu ruiu e tantu afan?
yo apuestu  que quince dís
en sin mules v´a tardar.
P. Non borricu, en una hora
tou ´l camín andarán;
é por cada vez  que córria 
mil carros puée  agarrar.
Per. -¡Ay, probinos los de Sieru!
¿comu ganerán el pan?
P. Cudiando d´esti camín,
sacandu carbon allá,
mirandu mas po les tierres,
que mas cuenta yós v´á dar.
Per -E dempués d´esti  carbon
dime, Pachu ¿qué farán?
P. Mandalu per tou ´l mundu,
é vendelu allende ´l mar,
al francés, al italianu,
á los que manda ´l Sultan,
á los de tierra de griegos,
é qué sé yo cuantus más.
Per. - E pa cargar tantu, tantu,
¿los barcos donde ´ntrarán?
qu´ esti puertu yé pequeñu,
muy pequeñín ¿ye verdá?
P. Ya farán otru mayor,
dexa, déxalos andar,
ya vedrás  carbon que marcha
é que d´oru  vien p´acá.
Per esu si corries munchu
é nel domedal  vedrás
á la madre de la Reina,
que reina tamien fó yá;
que dicen que fá estes coses  
pa que ganemos el pan:
pos bien é rey  ena España
siempre xuntu tien qu´andar.
Per. -E ¿cuantu fará qu´un rey
non asomó  por acá?
P.  Dende l´Emperador Carlos
ya mas de tres siglos fai:
yo ví so cuartu é so mesa,
en Villaviciosa estan
dentro de la casa d´Hevia
dond´ él se quiso aloxar.
Vamus, corrie, vamus lluegu,
vamus cancia l´domedal,
qu´está tou asturies xuntu,
vamus á gritar allá:
“Viva la Reina Crestina
qu´asturies vien a morar.”
Plácido de Jove y Hevia. Nápoles, Junio  de 1852.-









Carta que el célebre Manolin de la caleya dirige á su amigo Pachu el  Bracu desde el Purgatorio.

Purgatorio diez y seis
de setiembre, en cuanto al año,
si el magin no me es infiel
son sesenta con mas cuatro.
Amigo Pachín: sabrás
que mi viaje acelerado
me prohibió adios decirte;
y como te quiero tanto,
es preciso que te entere
de la causa;  ya que honrado
viví  en esa tantos días,
semanas,  meses y años,
quiero  dejar como siempre
el pabellón bien plantado.
Dejé el tonel del Canton
antes de las once y cuarto
de aquella noche fatal
en que fuí de esa arrancado:
víneme por San Vicente
como acostumbro, cantando,
y eso que no había bebido
ni siquiera doce vasos; 
y cuando llegué á la puerta
de mi opulento palacio,
oí al sereno gritar
las doce y media y nublado.
Me pareció  buena hora; 
y como estaba cansado,
cruzando una galería
fuí derechito á mi cuarto;
desnudéme; dí á Dios gracias, 
como todo fiel cristiano, 
y cuando casi me hallaba
felizmente dormitando,
oigo una voz que decía
horrísona retumbando:
“Manolín de la caleya Manolín, 
ya llegó el caso
en que abandones á Oviedo,
vamos. Manolín, andando.”
Al oír aquella voz,
mejor dicho, aquel mandato,
sin ver persona ninguna, 
sobrecogime de espanto,
y te aseguro, Pachín,
que á  no encontrarme  temblando,
cedia á la tentación,
pues chico,  estuve tentado
de preguntar: ¿Quién me llama?
¿Qué me quiere? ¿Dónde vamos?
¿Hay sidra donde me llevan?
si es así, queda arreglado.
Pero cuando me encontraba
de este modo delirando
siento que tocan mi cuerpo
unas formidables manos;
después seguí á mi pesar
el camino ya trazado,
y dando vueltas mi mente
entre el delirio y el pánico
pude ver la realidad,
y  se cerraron mis párpados,
hasta que llegué al asilo 
que me habían destinado.
Esta es la causa, Pachín,
de no haberte visitado,
antes de salir de esa;
pues ya sabes ¡voto al chápiro!
que no acostumbro á mentir
y que soy bastante franco,
por lo cual he merecido
de vosotros el dictado 
de célebre entre los célebres,
y cuando estaba sacando,
mas de una vez me llamásteis 
el insigne ciudadano.
Además, cumplir contigo,
érame un deber sagrado,
pues yo no podré olvidar
al que me dió unos zapatos,
una chaqueta, un chaleco
y un pantalón remendado;
al  hombre, en fin, que mil veces
me honró  con su dulce trato; 
al que en muchas ocasiones
hacia mí extendió su vaso
diciéndome “Manolín,
cúidate, toma, echa un trago.” Teodoro Cuesta.- 

L´encargu del Maconeru
¡Ola Xuan! Díxome Nela, Que ya t´estabas muriendo, Y vieni corriendo á vete Antes que cierres el güeyu, Pos to jacete un encargu Que no dexarás d´hacelu En la primer ocasión. Cuando pases pe ´l infiernu, Qu´e regular qu´allá vayas- ¡Los probes no van al cielu!- Si ves per allí á Bastián Que allí ha d´estar e tan ciertu  Como yo trayo corizas, Pos no jué pinta de güenu;  Has de dicii que me mande Dicir pe ´l primer correu Donde me dexó al morise La jacha y el cachicuernu,  Pos no paro de buscaos Y dar con ellos no puedo. Y, si asina no lo jaz, He de demandalu á pleitu  Pa que me pague ´l importe, Que no estoy yo pa pardelu. Y, anque tengo otros encargos Que faceti pa lo mesmu,  Tantu pudiera olvidásete Y pa otra ocasión lo dexo. Conque, ya puedes morite, Y hasta por allá, mostrencu. 
A teya vana. - Angel  de la Moría. - 1858-1895.-

    
  Mientras llueve
Como llueve a mares,  “Bárbara y Celesta, 
“en sin arreparos”, en un portal entran, Sacuden las sayas, el mandil “solmenan”, -“¡llueven los demontres tala llovedera!”- y allí se “engurruñen”, contra a “paréa”, Algo las escama una chica entra, y “trai mandil blancu”, pero, piensan ellas:” Aunque non mos mira de buena manera, pasa, y non gorguta”……..y “atechades”, quedan. Pican, “pa un cigarru”, envuélvenlo en “fueya”, guardan los residuos en la faltriquera, y, abierta, la mano a la nariz llevan y “suerben”el polvo.
¡Son de ver, sus muecas y los estornudos variados que suenan! “¡Ye tan saludable, la estornudadera…………..!” -¿”Prébense, los baños?” -“¡Mete miedu, neña! ¡Cómo  un reló, quedo con los de carquexas!” -“Pues, yo, la “salmória”,  ¡muncho bien me sienta! ¡cómo con la mano, quita la cipela!” -“Renáz y cadriles, dábenme gran guerra, 
-pero, quedo sana  como un coral de ésta….!” A impulso  de enormes  chupades, tremendas, arden los pitillos, “como una teyéra” y aquel transeúnte  que hasta el portal llega,  piensa, horrorizado, que la casa, quema. ¡Tal cantidad de humo sále por la puerta! Pero, no hay  tal cosa; “Bárbara” y Celesta,
hablan, “enclicádas” como allá, en la aldea! ¡Lléven los demontres tala llovedera…..!”
José Lín. “Notas gijonesas”. Mientras llueve. 
Asturias, payares de 1921.-


Les embelgues de una moña 
La moña en cuatro cuadros, 
cadún  con una bestia,
del home borrachucu
que va pa la taberna, 
sin utru pensamientu
metíu é na cabeza,
que dir á ver si logra
mangar la gran chaqueta, 
pintábala  na fila
de Pina la  Carquexa, 
Bernaldo de Bañugues
de Xuan de Rifaela, 
cofrade del pelleyu, 
del vasu y la botella, 
nos tréminos siguientes:
La sede ye gafienta, 
la sede nin tien igua, 
la sede, cuando apierta,
delgunu ye á aguantala
sin char pe la moxeca
de gurgulín abaxu
daqué de lo que muera.
Entós  el que ye home, 
si tién una peseta, 
ó dos, ó tres, ó cuatro, 
miyor cuanto más tenga, 
na tasca chando fumu,
y chando ronques, entra…..
que el pavu rial, entóncenes, 
non gasta más fachenda.
...............
Entama con gloriosa, 
de aquello que arresquema,
que llamen aguardiente, 
qu´el corazón alegra, 
y fala que te fala,
y dai que dás la llengua, 
tras de una copa otra
va entrando na masera, 
dexando pasu al vinu
de Toro, ó bien de la Tierra, 
que cuerre pel gañote
como una cañaleta,
si vien un´arroyada
que los ponticos lleva.
Fartucu  ya de veres,
con ganes de quimera,
por menos de un oriciu
remanga la civiella.
¡Que non lo tusa naide!
¡Que naide i-dé correya!
Que naide lo retruque, 
nin chille, nin se mueva…. !
qu´en tanto   perbermeyu,
¡me caso na pinera!,
nin ye más  bravu el toru,
nin turría con más fuerza.
..................
Dimpués, ya fatigosu,
tá el home que arrevienta,
y fala en valdre, y suda
con tanta deligencia,
lo mesmu que si el probe
tuviés segando herba:
y avérase á la pipa
de sidra, que aformienta,
que i-zumba la claviya, 
qu´ espalmia na cazuela, 
que sabe mesmamente
miyor que la conserva;
y allí les hores muertes,
trasiega, que trasiega,
desde la pip´al xarru,
del xarru á la bodega
que tién e-na barriga
sin fondo nin carena, 
les pasa reblincando,
como un xatín de teta, 
faciendo mil veyures
tálmente, que si juera
un monu, d´esos micos
que facen la comedia
............
Por último, de todos
los engredientes echa
pel cañaveru alantre, 
sin plizca de prudencia, 
formando un revoltoriu
nes tripes, qu´escentella.
Les pates taramiellen,
formígase la llengua, 
el cuerpo  ya non puede
tener pe la cabeza, 
y cai rodando en baxu
perfechu una rodiella, 
mil veces pior que un gochu
que afoza  na llamuerga.
................
El home que obra asina, 
sin miga de vergüenza, 
ye poco que lo ciarren
nun cuartu de la texa, 
ye poco que lo afaiten….
¡Merez la gran tolena, 
que i-dexe  como un pote
de prieta la pelleya!
Marcos del Torniello.-
Tambor y gaita. Marcos del Torniello.-

El Cristo ´L Amparu
-¡Ah chacha! Si me salve Dios que paez que i tengo miedu al Cristo  al velu tan grandón, en esa cruz tan llarga  y en ´a escuridá  de esta capilla……….- ¡Miedu! ¿por qué? Non seas panguata. ¿Qué dexas entós pa cuando estás en Jontoria  en ´a iglesia de to pueblu, onde tenés  el mesmu demoniu  encima del altar mayor? - ¡Ora! ¿Qué tien que ver eso? Allí ´ stá pisau  como un sapu  por San Miguel que lu amenaza  co ´ la ´espada desenvainada, y non puede regolvese. Tampocu  vos y tendrés miedu á  la araña ó animalón que mata San Xurde.  - Tampocu.  Pero si non debemos tener miedu al diablu  ni á los malos espíritus, ni á los cuélebres, menos deberemus tenelu  á Cristo crucificau.  E verdá que lu  jacieren  muy grande y que  ´n  ´a capilla ´stá  algo escuru,  pero la que tien la conciencia tranquila nada tien que temer del Cristo.  -Y ¿qué idea yos dió  de jacer el Cristón,  tan grande y el Cristín,  tan pequeñín  que e como cincuenta veces más lixeru? - Esi e ´l que se saca en prucisión. Ciertu que la disproporción e chocante; bien pudieren  haber jechu  más pequeñu al grande y al chicu  mayor, pero  faltamos nosotras pa dar las trazas á tiempu, naciemos tardi, y el que jezo  la capilla y los santos, por juercia era de aquellos de “ó tou ´l monte ó malditu ´l juste”, ( con perdón del Cristo). - ¿E verdá  que va unos  años sudó  ´l Santu  Dixérenmilo  ´stando  fuera.  -Verdá  jui  que sudó,  y bien que nos asustemos  todos.  Dixeren  que era porque jacía munchu   calor,  por mor de la humedá , porque  se desjacía la pintura. ¡Probes de nos!  ¡Hay tantos motivos pa que sude el Señor! Paeció  y murió  por rediminos,  y nosotros, xudíos, tochos, herexes,  dersagraecíos,  estamos empeñáos en condenanos por non jacer  casu de lo que Dios manda. ¡Mira tú  si hay jartu  pa que sude! Si jora otru, solmenaba las colunas  y percontios de ´sti  mecanismu onde ´ estamos  tan soberbiosos , y taramingábalu  hasta que pidiéramos  misericordia.  -Chacha,  non jables de eso que me asustas  en esta capillona  escura y sola,  onde retumban  las voces y los pasos.  Güenu; yo tengo prisa, vome  antes  que sea noche.  - Adiós, jiya. Non  debes  de venir el día del Santu  que e de hoy en quince díes. Mira que habrá munchu: güena  música,  munchos cuetes  y barrenos, sermón , árboles de jueu, y hasta una corrida de xatos.  -Non faltaré. - Hasta la güelta. - Adiós, morena. Jueyinas del mió güertín.  Amable González Abín. 

 El diañu del señoritu
El so fíu ya non cré nel calzón  nin  el refaxu,  nin na gaita nin tambor, nin na foz nin garabatu.
El so fíu, Dios lo valga, dexó de ser aldeanu. Piensa  que lo fai de menos  la caleya llén de barru, el monte llén de rebolles y el prau moyau pol orbayu.
Que i arroben señoríu, que desmeez, pon por casu, 
el calzase les madreñes y falar en astorianu. Paéci  mal que lo llamen Pin el de casa Xenaru,  pos desque  ye lo que ye, empleau de pluma y mangu, 
quier llamase  don José el fíu  de don Xenaru. El só pá  ta condenau, ta que lo lleven los diaños  de tener, por ser el fíu,  la obligación  d´aguantalu.
D´aguantalu, en ciertu modo,  pos a soles, manu a manu,  non cesa de chai en cara so condición de babayu. ¿Con qué diaños te criaste, si non foi, me casu en baxu,  co lo que nos dio  la gradia, la fesoria y el gadañu? ¿Con qué te pagué la ´scuela desde neñu, añu tras añu,  si non foi con eses perres  de la venta de los xatos,  llograos co lo que l´aldea me dio pa poder crialos? Asplicame con razones por qué reniegues, mazcayu,  d´aquellu  que te dió vida  y foi más tarde ´l regazu au  xorreciste p´ arriba  hasta ´lgamar a ser algo. 
Poca cosa,  que non puede llegar a medrar muy altu
aquel que disprecia ´l tetu  au mamó  hasta vese fartu. Quian disprecia  y tién a menos  ser Pín de casa Xenaru,  un ñome que siempre foi vistu col meyor agradu,  por ser honrau, y sabiu  que ye, por tou´l vecindariu. Un ñome, que has de sabelu, xamás podrás meyoralu por muy don José que llogres  te llame  dalgún pazguatu.
Que hay don Josés a montones,  con más o menos remangu, que naide repara  ´n ellos,  Mas Pín de casa Xenaru,  que yo sepia, yes tú solu  y renuncies a llevalu.  Allá tú, pero ya sabes  aquel reflán vieyu y sabiu au se diz, y con razón,  xamás  debiste olvidalu,  que la cabeza ´l ratón ta por enriba  del rabu del lleón; por bien que suene  este ñome,  pa los fatos.
Que siendu xente de bien el título d´aldeanu  non desmeez tanto asina d´isi otru de don Fulanu;  que a veces non ye más cosa que ´l  disfraz d´algún babayu.
La verdá  ye que nosotros  tampoco ponemos tatu
´n  insiñar como debemos. Non tenemos el remangu
d´obligar  a un fíu nuestru, mientres  podemos domalu,  a que garre la guiada  y  suba a enriba del carru pa dir al prau  o a la tierra,  a por herba o por ñarbasu.
Si entantes vivió mió pá dalgún,  por pasar por sabiu,  fala de tou istu nuestru  sin ánimu d´allabalu, 
en sin pensalu dos veces báldalu d´un   estacazu.
 Istu sería por demás,  pero, en sin llegar a tantu,  algo podíamos  facer en favor de lo asturianu; 
que tién  so mayor valler en isi sabor  a ranciu que se siente rebollir  e nel facer aldeanu.
Que ñaz  nel pegollu  ´l horru  y descurre  pol regatu,  co nel  orín de la cuadra,  po la caleya p´abaxu. Que s´ascucha nel lloreu en tantes  canta ´l  ñarbatu;   y se güele  ente les fueyes  de les rames del manzanu.  Que s´adevina  na fonte  au se reflexa  ´l ritratu d´isa xana  que ñaceu  d´un rellatu  emaxinariu;  y   que lo cuenta la güela,  algamandu hasta ´l enfadu si hay dalgún  que la retruque diciéndoi que ye un engañu. Algo podíamos facer, sin arremangar  el palu,  pa  insiñar a los d´agora  a respetar lo d´antañu. Faciéndoyos  ver lo munchu que tién de güenu y  de guapu l´acaecer  de l´aldea,  monte y ríu,  mar y campu;  vieyu arcón onde se guarda  la esencia de lo  astorianu.  Cantando  a Asturias.  Bernardo Guardado  Rodriguez. -

Jabla y habla
Sí, rapaz, tienes que parllar en otra y en otras lluenguas; tienes que poner en jabla nacional lo que aprendisti en  to llugar queridu, porque tendrás que jacete entender de otras  personas que non son paisanos tuyos, tendrás que dir pe ´l mundiu, y e mester  ponese en condiciones de jablar con munchos; cuantos más meyor.
Así necesitas fijate bien en que hay palabras fáciles de cambiar porque se paecen munchu, como caxa, reya, jormiga, que puedes decir caja, reja, hormiga; pero no ti pasará lo mesmu al hispanizar  o españolizar pradera, roxu y rastru que serán rastrillo, rubio y grada.
Teniendo cuidau con esto, no ti pasará lo que a una muyer que dicía lover en para de llover; harro por jarro y paja por cesta, jaciendo riir  a todos los que la oyeren.
Tamién hay  palabras como macona, zardu, estoyu y otras munchas que hay que buscayos equivalencia en algo apaecida, por ser nombres de cosas  que en otras partes no ´hay. Algunas expresiones verás, que tienen significau diferente del tou al que deben tener,  como cuando se diz que el enemigu non  VENCE, por non CEDE ó SE RINDE, y cuando el arte se i llama cencia. Suele decirse  aprendiomi  y non ensiñomi, y á lo que no e más que regañar dizse riñir.
Si munchu cuidau jaz falta  pa las palabras sueltas, munchu más se necesita pa dichos, frases jechas y reflanes, pes non basta castellanizarlas palabra por palabra. Así sucedería con atizar de firme, andar al rabu corderín,  al chinchupié, ¡non sabrá ni ora! ¡cómo no morena! porque son maneras de parllar de aquí, que juera de aquí no entenderían.
Por eso  convien enterase  con llargu y pensau estudiu, de los semeyos y diferencias entre una y otra jabla. Asi llegarás a saber con seguridá el verdaderu significau y valor de las palabras que tienes aprendidas, y  parllarás bien.
Amable González Abín. (Nueva, Llanes 1862- Piñera de Pría 1911).-

Pronósticos Cataos de los animales.
 En fin, tóos los animales barrunten si á llover vá;  les gallines, los gurriones, y les aves de corral, toes aliscu les plumes y espulguense  á fartucar. El gallu, canta á deshora; la reciella, pacen mas; tamien s´axunten los güés; les vaques al salendar paéz que traguen el aire; los perros, dan en lladrar, en regañar, pacer yerba y en la tierra esgargatar: les cabres y los carneros sos testeráes se dan; los gochos la ceba´sparcen y los gatos á llavar  el focicu, y sos maniques pe la cabeza pasar. 
- Si la mosca ´stá ´n porfiáa, la tormenta ye allegáa.
- Si l´Andarina ´sñala cabo ´l suelu agua seguramente  mexa ´l cielu.  
- Escogóllase en polvu la gallina cuando ´l tiempu  á cambiar va muy aina, lo mesmo cuando ´l gallu cacaréxa  en hores q´ otres noches durmir dexa.  
- Si ´l cuervu gláya  pe la mañana,  ya ´stá güen tiempu á la ventana.  
- Cuando tarden los palombos en golver  al palombar, seña ye de que mu llueo va á espenzar á goteriar.  
- Cuando  munchos paxarinos  s´axunten  cao´l llugar pa catar el só sostentu ye que muncho  va á xelar. - Si gúfen  munchu y s´axunten los mosquitos y moscones, dimpues que s´ escuende  el sol,  bon tiempu  en toes ocasiones.  
- Cuando los güés s´ afurfúguen á pacer, desque llovió, ye señal  que á llover güelve  y entuavia non lo dexó.   
- Cuando en reor  del caxiellu  bullen munchu les abéyes  y se van al que s´arrima, llueo pingarán les teyes.-

El Diañu
-¡Ay, Nolon, llégrome vete! Cúntame por Dios el pasu, pos témbrame tou el cuerpu, el llance que rellataron. ¿Foi verdá? - Y tan verdá como xuntos aquí estamos. -¡Non me lo digas, por Dios!¡¡Tú vives ya de millagru! ¿Cómo viesti  y  non morristi al mirate al par del Diañu? -Diva yo per tras la iglesia en coses de mio pensando, yun tufu, yun agolíu  arrecendíame al paso como los pelos de lobo  cuando s´avienta el ganau.  -¿Daba tufu á montésin ? -Más pior era el olfatu.  Yo tusía y retusía tenía el pasa-pan  tornau, y al dar vuelta tras d´un sueu afayo de frenti  al Diablu. Quedéme , nieña del alma, como si yo fora un bárganu: pegaos los pies á tierra, yo non daba pié nin brazu. El aliendu ño abarquina, y los pelos esplumaos, y al reedor de los miós güeyos tudu vá cabeza abaxu.  -¿Tú ñon fiziste la cruz? -¡Qué mal conoces al Diañu! Siy tien cuenta fer les suyes sienta plaza de cristianu. - ¿Cuérdeste d´ él  como yera? - Voy  facét el só retratu: tien cabeza puntiaguda, los mechos del pelo ralos, con repuelgos de la tiña que tevo cuando rapazu.  Ena frente tien dos cuernus, los güeyos contrapuntiaos,  unu verde, utru paxizu que remiella  fartu gafos. Tien la nariz remangáa como taranques los llábios; ye una tenada la boca con dientes de garabatu, y con barbes de castron  que y pinguen  per end´ abaxu, la só color  del pelleyu  ye como caldu de sarru. De los dos llombos y  cuelguen  secos y llargos los brazos, y al estremu de los dedos uñes de Ferre y Milanu,  regüeltes y arrefilaes pa facer meyor el ganchu. Les vanielles  del só pechu encorvaes facen arcu, y  sotripau  pa dientro jaz  una poza  el só bazu.  Los cadriles , les rodiyes, y dend´ aquí  para  baxu, son garavitos  y zanques  como les d´un saltapraos . Esta  ye la só frontera; voy  dar güelt´al  utru  llau. De la ñuca a les  varíes ye un argadiellu  cuayau de güesos  que sey enrrieden  y dan por remate el ráu, que suena como cacíos  cuando los lleven á rastru.  ¿ Qué te paez del compadre? ¿ qué te paez  del mostrariu? -Yo non sé,  Ñolo  del alma, cómo estás  para  contallu! -Pos verás, replicó  Nolo,  si pasé solu  isti  tragu.  Al mirare  el enemigu dió  un xiblíu , en pos  un saltu,  sacudiendo  pe los aires el estallidu  del  rau,  que s´asemeyó  un glaidu cuando bufa y miaga el gatu. -¿Viénose a tí? - Ñon  por ciertu: en menos de dos reblagos, entre la tierra y el muriu metióse en el  Campu  Santu, que ye tan malu  el demoniu  que dempués de despeñanos , al que morrió  siendo  bonu róyei  los güesos  rabiau. Fui golviendo  pocu á pocu, tentéme  co entrambes  manes, y les plantes de los piés fóronse despegandu. Santigüéme, y  como pudi  dixi la Salve  á  peazos; coyí  fuerces  y el sentíu, non corrí, fui pasu  a pasu;  y al colar  pel  sitiu en donde  fezo  só furacu el Diañu, vilu aguruspiau  en elle como en só cueva  está el sapu.  Dend´allí  dióme un bufíu, pónxome mirando gafu,  y echó fumu  pe la  boca qu´afogaba  con el tastu , pos yera pez, yera ´zufre engüeltu en  cuernu  quemau………Ñon vi mas-  Bastante viesti:  doy  el llance al mas plantau. ¿Y ñon diesti cuenta al cura?  -Aventóme al primer pasu:  vióme  llegar a só  casa  absorvíu y traspasáu. - ¿Qué traes Nolo? - me dixo. Yo dixe-  traigu un millagru. -¿Vienes  de Tiñana Nolo? - Ñon  me lo meta  á baratu,  que non so la Virolana  que fexo  aquelli  espantayu,  porque  les coses  de Dios  han tratase  por despaciu  y  debiera la xosticia sentái de firme la manu. El mio fué rial, d´efecion:  vime  frenti  á frenti al Diañu. -¡Ay, Nolon - contestó el cura,- esi nunca fói  millagru. ¡Si al menos  vieres á Dios, eso casi á l´otra manu ! mas  ver al Diañu,  Nolon, ye  llavor  muy  cotidianu.  Elli  acue  á  toes  partes, en  la feria y  en mercau;  vá  a la fila y esfoyaza, que ye  truchiman  muy  llargu, y  á  les muyeres en misa tientales  con el pigazu, Mas  donde  tien só  collecha, tien  pacion  y tien  segau,  y  Nolon , co  los  uciosos  que viven  Nolon  folgaos,, que revicien  de fartucos,  y que yos sobren  los cuartos.  En Uvieu y pel Madril  lu  encuentres  á  cada pasu:  unes  veces ye señor ,  otres veces  ye llacayu, pos  que como ya te digo, él  va donde sobra  el granu. ¡Pero , Nolon,  en la Aldea,  siñon hay  mas  que ñarbasu, fame,  trabayos  y peches ¿qué collecta  quea  al Diañu? ¡Si  tu fores prestameru ó pluma  del Escribanu, ó compraor  al Goviernu de los que foren  mios mansos! Pero tú, Nolon, yes bonu, andes  siempr´al bon mandau, y  trabayes  noche  y dia y ñon  t´ abasta el  compangu. ¡Si  refalfares  siquiera como Lin  el mayorazgu! Pero el to pote,  Nolon ,  ñunca peca  pe lo untao………. Y por fin, y  pa la postre , voy  date  un  conseyu  sanu:  calla la boca ñon  digas  que t´afayaste col  Diañu, pos si lo  saben los neños  van á tirate  pel sayu y  van  cantate  al oidu,  “¡ Ah,  Nolon! ¿cómo ye el Diañu? “ y perderás la pacencia y  sáquet´arrematau - Ño  me dixo mas el cura: ya sabes cómo fó el casu, y si dálgun  te  intrugare por  Dios que  y  no des traslau - El ciego de  Sobrescobio. Diciembre de 1878. La  Ilustracion  Gallega  y  Asturiana. - 1880.-

-“A la fiesta de Llugás
si la vaca y la reciella
no ´stán males, ¿pa que vas?”
.........
-“El que sabe como files
y como quiés tú coser
primero va p´al hespiciu
que t´escueya por muyer”.
…..
-“Faes como la foína:
ella asiesta los pitinos
y tú, desde bien aína,
usmíes  bonos bocadinos
en caxón y la masera
cuando dengunu t´espera”
……………
-“¿Monxa, tú? Como mió güela; 
quiés folgate con sustentu, 
la xira y la parpayuela
y eso non lo da el conventu”
………………
-“El cura del mió llugar
ye prontu p´a recibir 
y muy tardu p´a dar”
………….
-¡”Válate Dios isti añu,
lo que la xente arrepara!
la que va pe la pedrera 
¡como ximielga la saya!”.
……………..
-“Ensertar en árbol vieyu,
nin  llena el platu ni el güeyu”
…………
-“Tú fuisti a la romería
y non me traxisti nada,
nin una mala rosquía
nin una ablana tostada”
……………….
-“ Como conviene
que dance el villano,
que nunca la mano 
quita de la oreya,
comiendo tocino 
y carne de obeya”
…………….
-“El Señor Obispo manda
que s´acaben los cantares;
primero s´an d´acabar
obispos y cardenales”.
…………..-

Los Apóstoles
Le temíamos a la clase de catecismo más que a una vara verde. Menos Fernando  y Torrecillas, raro era el que no salía  con la cara caliente. Es que no podía ser de otra manera, porque, a ver: Dios es nuestro Padre, que está en el Cielo, ¿no?. Y estaba bien; lo decías y te librabas. Pero después  don Simón de preguntaba: “¿Dónde está Dios nuestro Padre?” y tú:”Pues, en  el Cielo”. Y ¡plas! tortazo. Que ya no estaba allí, hombre; que ahora era “En todo lugar, por esencia,  presencia y potencia”, fíjate.  Y, de nuevo: “¿Porqué decís  que está en los cielos?” y tú: “No, si ya no lo digo; es que me he equivocado” y  ¡plas!, otra vez, que había vuelto: “Porque en ellos se manifiesta más particularmente su gloria”, aclaraba Fernando. 
P: ¿Son, por ventura, tres dioses?
-Tres exactamente -respondí yo, que había llevado la cuenta.  ¡Y me dio una torta!
Luego resultó que no eran dioses, que eran personas. Y a mí aquello  me pareció un misterio.  Que había que verlo, que una era un triángulo con un ojo y otra una paloma, no recuerdo si con olivillo o sin olivillo.  A la paloma la llamaban Espíritu Santo, y por su culpa Félix no podía ir a mear.  Es que cuando nos confirmaron, cerraron por dentro las puertas de la iglesia, para que la paloma no se marchara, y nos tuvieron allí tres o cuatro horas.  
P: ¿Veis vos que sea Dios trino y uno, o cómo es Cristo Dios y hombre?
R: No;  pero créolo más que si lo viese.
Después de contemplar  el guantazo  que me había llevado, el Sánchez Peinado creía  ya hasta en que las vacas volaran, si menester fuera.
-¿Cuántas naturalezas hay en Cristo? -nos preguntaba el Sánchez Peinado al Ruiz y a mí.
-Sí  padre, perpetuamente - contestaba yo con seguridad. 
-Que no, que esa es la anterior….
El que debía ser un número en catecismo era Briones. Que es que me lo imagino yo, porque estaba en otro grupo. Pero lo digo porque era muy bruto y en clase decía unas cosas…. Dando Historia Sagrada, que le tocaron nuestros primeros padres, decía que Dios advirtió a Adán: “¡Que no te comas la pera….., que no te comas la pera….!” Y cuando dimos el sacrificio de Isaac, un ángel detuvo el brazo de Abraham diciéndole: “¡Tate quietoparao, mushasho!”. El florido pensil. Andrés Sopeña Monsalve.-
Refranes recogidos en Mántaras
A muyer con bigote nun necesita dote.
A muyer que pega al home fai ben se pode.
Bicho pequeno, todo veleno.
Casa con dúas portas eche mala de guardar.
Condo a gaviota vai á terra, coye a brosa y fai a estela.
Condo El Mondigo pon el capelo, todas as veyas mexan de medo.
El cuco, a rola y el parpayal son as tres aves que pasan el mar.
El mar desde ´l monte parece unha fonte.
El que come a carne que coma l ´hoso.
El que nun fuma nin gasta en tabaco, léva-yo el demo por outro furaco.
Grande e el demo  y naide lo quer.
Home casao, muyer e.
Home fraque y non de fame, mira que nun t´agarre.
Home narigudo, mil veces cornudo.
Pra misa y pral molín nun s´espera pol vecín.
Si ques ter un bon hortín lábralo por San Martín.
Uveya que berra, bocado que perde.-
El nuberu
E´nun prau cerca de Corrus
taba Antón de Xuan de Pepa 
un día de pel veranu
cudiandu  de la magüeta; 
taba ´l tiempu mui chornosu,
i a esu les tres i media
comenzó ´l sol a nublar
amenazandu tormenta.
Púnxose Antón a nortiar
pa ver de qué llau allega,
i al amirar pal camín,
al pié de la saltaera,
taba un hombrín arrimau
con sombreru ´na cabeza.
Les ales d´aquel sombreru
seríen de cuarta i media, 
y entós Antón comprendió 
de que Xuan Cabritu yera.
Al ver Antón qu´el Nuberu
diba a descargar la truena,
saltó del prau al camín
i foi xunta la panera.
Taba allí ´l  carru d´esquirpia,
puxolu  per una ruea,
voltiólu  Antón i d´aviesu 
dexolu  allí ´na caleya.
Deseguida  ´nel Carbayu
escomiencen  con gran priesa
a voltiar les dos campanes 
pa ´sconxurar  la tormenta.
Entóncenes el Nuberu
viendu a tóus e´na defensa,
viendu ´l carru  del aviesu,
voltiar  campanes ´na ilesia,
no i quedaba utru rimediu 
qu´escapase  pe la cuesta,
arrincandu deseguida
blincandu sobre la piedra,
desapartandu les cañes
en sin movese la fueya; 
encaminóse a ´l Armá,
diba a ´scape, a la carrera,
pasó pe la Casa Baxu
con más bríu qu´una flecha; 
i allegó  hasta ´l picu  Otones
a metese ente la niebla.
Una muyer en Otones
Viola dir  pe la so güerta,
i cuandu  subió hasta ´l picu
faciendu  dalguna mueca, 
arreblagóse  ´nes nubes
como  si fués  una yegua,
y fuxeron pe los aires
llevandu a utru llau la truena. 
Versos. Antón el Chiova.-

Un payo falando solo
Toi aquí porque sí, me caso en baxo,
que non se me rompeu delgún  bubaxo, 
y puedo tar aquí, si me da gana, 
la metá y algo más de la semana.
Traigo en bolso cevera
pa chumar la xarapa que yo quiera, 
y a naide nin delgún emporta un pito
que apañe una merluza ni un bonito.
Pagando lo que tome, qué rosoño,
non hai pelos pa mí, me caso  en Bioño,
pos quian paga  descansa
según diz el refrán; y non amansa
quian trai a barlovento
cinco duros o diez, y más de ciento.
Tá el caldo qu´escentella, 
así me salve Dios. Otra botella,
y con ésta van siete,
p´ayudar  al adobo y al zoquete
de pan de la Camposa
que fai una merienda mui curiosa.
A mí que non  me digan que tomando
la sidra y un taquen  de cuando en cuando
que se pierd´ el sentíu  de la cabeza.
Lo que la sidra da ye fortaleza,
firmeza nos cadriles, 
puxanza nos caniles, 
nel gañote frescura 
y na boca ´l estómado fartura.
El que non bebe sidra non acierta
que a lo qu´estamos tuerta 
ye a pasar  esta vida sin desmayos.
Tienen que la pasar echando rayos
los que nunca gozaron de la dicha 
de fartase de sidra po la espicha.
Valiente mentecato el que procura 
non apañar siquiera una fartura
de sidra de la pipa, 
que-i  faiga revuelguinos  en la tripa.
Yo de sidra dacuando  toi n´ayunes; 
pero en llegando el llunes
non me saca denguno de la villa
sin pañar una moña de perilla, 
escurro yo que non,  y non m´engaño. 
En sin sacar la tripa de mal año
tan siquiera los llunes
non se puede pasar: ye tar n´ayunes.
Y´el llunes, na quintana,
i día prencipal de la semana.
El domingo ye fiesta;
pero pa char la siesta
tien un que madrugar pa dir a misa, 
pa mudar la camisa, 
pa xugar al batiente
y char una copuca de aguardiente. 
El martes, si te fartes
de trabayar el martes, 
nin un sorbiato de xarap´aprebes, 
ni el miércoles tampoco, nin el xueves.
Los viernes y los sábados n´aldea 
con agua de la fonte,  y Dios la dea, 
tien que se conformar el más sediento,
trabayar com´un güé, i a troche moche,
des que l´ alba amanez hasta la noche, 
segando pa les vaques,
mayando fabaraques
y diendo pal  llosico a semar erga
llancando los todíos  na llamuerga.
Así pasa  un llabriego la semana
en toda la quintana,
sudando la gotera col trabayo
como si uno naciés pa ser mazcayo.
El trabayar  la tierra 
ye la vida del mundo, la más perra, 
que m´enrita la sangre y la emponzoña.
En fartucándose uno de boroña,
de pataques solteres y de arbeyos, 
aseguren los vieyos
que ya non falta nada, ni un oricio,
y que si uno se quexa ye de vicio.
¡Valientes mentecatos!
Tá son más animales que los xatos
si descurren asina, 
Con esta melecina 
mecida con saín de les formigues,
quiciavis  que se curen les vexigues; 
pero que trabayando
sin tomar el sorbín de cuando en cuando, 
por que el´home sospira, 
asina Dios me salve, ye mentira.
Si non hubiese llunes 
tábamos devertíos en ayunes.
Cuando allega esi día 
la miyor romería, 
la que yo más estimo y más destingo, 
ye poner  la ropina del domingo,
los zapatitos nuevos,
comer un par de huevos  en tortilla 
y venir a carreres pa la villa.
Y ¿quián me tuse a mí, si como agora, 
tengo un vaso de más que me namora?
Denguno, xuro a tal. El que presuma
qu´el celebro i afuma,
y que-i sobren  acaso les corades,
que venga por un par de cebellades.
Esi que me arrespuende, 
y que tanto se ofiende,
que se avere p´acá, que non recule, 
nin de migo  marmule,
pos juntándonos  dos de cara orisca,
a ver si hai otros dos…. pa char la brisca.
Orbayos de la quintana.  José Benigno García (Marcos del Torniello).-
Pa ver cúmo taba
Anantes la vida non yera cumo agora. Las mozas dexábanse respetar muncho más ya nun andaban d´unu en outru cumo un trapu. Porque hoi ye too un relaxu que mete miedu, ya a los mozos da-ys lo mesmo que ten fartucas d´andar con unu que con venti. Nun m´estraña que nun duren nin dos días de casaos. Alcuórdome siempre que Xulio ´l de Carmina dicía que los novios diban al matrimoniu  cola ilusión de ver na nouche de bodas lo que nun vieran anantes. Mira tu qué van ver hoi si namás conocese yá andan revolcaos cumo si fuoran perros.  Ye verdá  que los tiempos cambiaron abondo  ya las mozas son mucho más espabiladas que yéramos  nosoutras ya nun tienen la inorancia que teníamos. Pero ente lo pouco  ya lo muncho  hai un términu mediu, que las hai que yá andan  de rapazucas  que da ascu velas.  Ya encima nun admiten  conseyos de naide, ya tienes que calla-ys cumo una afogada cumo  si lo supieran too. Nun se dan cuenta qu´unu  ye vieyu ya tien más esperiencia pa orientalas. Porque de xoven vese too mui guapo ya mui formoso, pero luogo vien lo que vien ya hai que palpalo. Ta bien que tengan más llibertá, you  d´eso nun digo nada, qu´anantes, a las ocho o a las nueve teníamos que tar recoídas na casa cumo las pitas. Claro qu´entós tamién las había d´armas tomar, porque alcuórdome de Malia la de ca Xuana que-y  gustaban los homes cumo  a un llambedor ya andaba tras d´illos  tol día. Ya luogo, hasta tuvo suorte pa casase, que diou  con un paisanu tan bounu tan bounu  que merecía que lu besara en culu. Ya dicen que ´l día la boda  nun sei qué fixo  pa qu´él nun supiera que nun yera ´l primeiru col que taba. Ya después de casase aseguróu, ya hasta tuvo dos rapacinos bien guapos yabien formales. Ya illa espoxinóu  lo que nun espoxinara de chavaluca, que cuando vivía aquí colos tíos taba fartuca de comer patacas ya de pasar fame, ya toa illa  nun valía un perrón. Pero quién-y diba dicir que diba casase cumo se casóu.  Porque flete más grande nun lu vías. Ya amás valía-y  cualquiera. Buono, cualquiera non,  que tamién hai  que lo dicir too,  ya la verdá ye que  Malia nun se metía xamás con unu que tuviera moza. La probe sería tolo pendanga que-y  diera la gana pero colos que tenían novia nun quería saber nada. Ya alcuórdome  d´una vez  na fiesta ´l Valle qu´Antón  el de Maruxa garróla  polas tetas  ya del hostiazu que-y doiu nun-y quedaron más ganas d´acercase a illa.  Ya siempre la oí dicir qu´había homes asgaya ensin falta de quita-ylu  a nenguna. Ya neso la probe bien buona que yera. Ya pa la única que foi mala foi pa illa, que nun siendo l´home col que se casóu a última hora los demás nun la querían mas que p´aprovechase ya face-y burla. La muyer yera un pouco pánfila ya bobona ya nun se daba respetar; ya por eso pue dar con un cantu  en pechu que topóu con esi rapaz de contra Galicia que ye cumo un benditu. Porque había ser outru. Que de solteiros taba too mui guapo ya mui preciosísimo ya cuanto más-ys dieras meyor, pero pa casase  nun querían más que las que fuoran  llimpias ya decentes, ya las que supieran illos  que nun anduvieran con más naide.  Que si había algunu que se casaba  con un  pendón yera ´l comiciu de tol mundu.
Ya soi a dicite que you xamás fixi nada que nun debiera, ya anque tuvi algún acompañante ya pretendientes abondos, nun anduvi con más mozu que col que me caséi. Ya él de sobra lo sabía ensin necesidá  de preguntame nada, pero son la madre que los paríu ya cuando  arreglamos pa casanos  ya tábamos preparando boda, tantísimu miedu yera ´l que tenía de que nun  tuvuera en condiciones, qu´un día vieno tou aceleráu  ya díxome que quería saber cómo taba you, nun fuora ser que despuós de casanos s´enterara  de que m´acostara  con outros  ya él quedara cumo un Xuan Lanas.
Onde la palabra pousa. María  Cueto  Fernández - Xulio Viejo Fernández.-
La imaculada Conceción de la  Virxen
Dinde aquisi sentir tan claru como acorde de los mesmos de que la Bienaventuráa Virxen, en quien fexo coses grandes  el que ye Poderosu, resplandió con tantu arellu de dones celestiales con tanta  abundancia de gracies y con una inocencia tala, que fó com´un prodixu enfalatible de Dios, ó meyor tovía, como ´l cimeru de tóos los prodixios, y   dina Madre de Dios, y q´ allugáa al mesmu Dios lo más cerquillina que puede ´stalo una humana creatura, quedó encumbriáa só la llóa de los homes y de los ánxeles. Y per iso pa vindicar la inocencia y xusticia orixinal de la Madre de Dios, non sólo la compararon muches  veces con Eva, cuando tovía yera virxen, inocente y correcha, y non había sío socatráa pe los enfallos mortales de la serpiente falsera, sinon que fasta la irguieron  so illa con munches y maravióses palabres y  sentencies: porq´ Eva ascuchando per desgracia  á la serpiente, perdió la inocencia orixinal y quedó fecha  so ´sclava; pero la Bienaventuráa Virxen medrando siempre nel don orixinal, sin ascuchar nunca á la serpiente, peracabó co´la so fuerza y poderíu pe la virtú q´arrecibió del muy Altu.
Per isto enxamás apararon d´apellidar á la Madre de Dios ya lliriu metanes les espines, ya tierra pura y virxen perentero, en sin  llixu nin llamuerga, siempre bendita y llimpia de tóa mancha de pecáu, de la que fo fechu el nuevu Adán; ya paraísu  correchu, resplandorientu  y  peramenu d´inocencia, d´inmortalidá y de folgancia, fechu pel mesmu  Dios y defendíu de tóes les falsíes de la serpiente venenosa, ya lleñu sanu q´enxamás afuracó el gusanu del pecáu; ya fonte siempre fresquillina  y selláa  co´ la virtú del Espíritu Santu; ya templu perdivinu; y tesoru d´imortalidá; ya fía única  y sola non de muerte sinón de vida; güañu non d´ira sinón  de gracia, que siempre llozanu, anque retoñu d´una raíz podría……
Manuel F.  Castro - entre 1863 y 1868. Antoloxía de prosa bable. Xosé Lluis García Arias.-


Crónica-informe del añu 2000
“….. Y en aquelles tierres ya empicipien  a llamar a les coses pel so nome: como terneros a los xatos. Y a los argayos (o argaxos), corrimientos. Y al orbayu (que tamién conocíen per orpín) llovizna…..”
Asina decía una crónica-informe de la meseta nel añu 2000, güey vertía  al bable. Una crónica-informe que, per otru llau, yera enforma más ilustraora porque seguía.
“Y al carbayu, por fin, ya-i dicen roble. Y a la lechuza ya van escaeciéndose de llama-i  curuxa.  Y los piescos ya nun son piescos, que tá meyor melocotones. Y les pites son  gallinas. Y los palombos, palomas…..”
-Pero eso nun pue ser, ¿cómo van llamar a los palombos, palomas?
-Pos sí. Como suena. Los palombos, palomas; y  los nisos, ciruelas; y el sartén, la sartén. Que too cambia de xéneru como el llechi qu´en leche tornaron.
“…Y asina, aquella xente va dexándose  de pamplines -diz entovía la crónica mesetaria- y entamáronla  a falar como cristianos (esto ye en castellán). Y gracies a esto, la guapa Asturies encomencipia  a ser la bella Asturias, y la linda y la bonita….. “
“Y a los bares ya nun se yos diz chigres. Y les moces empicipien a ser chicas, en sin tener  que les comparar co les mazanes. Y del cuchu saben que ye estiércol. Porque  el cuchu, como tanto había, corría priesa da-i  col nome afayaízu”.
“De toes formes -son palabres de la crónica-anden tovía los especialistas del too espretaos porque nun son quién a poner en cristiano delles palabres que yos queden espreganciaes. Un casu típicu ye el del pixín. ¿Qué nome i darán al pixín?,  porqu´ saben muy bien que ye abondo difícil dar col nome cristián del pixín. Dalgunos también discuten si taría bien bautizar a la gaita.  Y hubo quien opinar que sonaría bien lo de cornamusa, por aquello que lo francés yera lo fino d´antes. Pero los más, opinen que nun merez la pena andar frañéndose la tiesta por dar co la palabra más amañosa, porque la gaita, lo que se diz gaita, non ye cosa d´asturianos. Porque  gaites, hayles tamién en otros sitios.
Pero el que fixo la crónica-informe del añu 2000, entovía va más lloñe qu´el conocer les coses a seques. Propón que se lleven darreu toes les medíes atopaíces pa qu´ esta tierra se culturice de veres. Y d´esti mou dase cuenta qu´hay delles persones que ya dicen las floras, las percebas y hasta saben estremar los jóvenes y las jóvenas. De toes formes paez-i que son pocos  los que saben dixebrar les dos coses  por más que taría bien  axuntar más pa que mundu  empicipie a decilo.
La crónica-informe llega, por fin, al últimu puntu y aparte. Y diz qu´entovía “hay qu´algamar dellos cumes de finura:”
“Los nomes de munchos  sitios dexen abondo que desear, pa qu´esto apaezca como un país transitable”.
Camentéme que yera de caleyes y carreteres de lo que diba a tratar y por eso quixe dexar les fueyes. Pero ¡n´home non!, entovía seguía.
“Taría bien que a dalgunos llugares  se yos fuere llamando col nome propiu de so: nada de sitios que digan La Felguera, porque  lo que ye claro  ye que hay que-i decir La Helguera. Nada  de La Felechosa, sinon La Helechosa. Y na de El Fitu, sinon El Hito (que como ye bien sabío nun tien na  que ver col emperaor xaponés). Y los que dicen Payares por Pajares ofenden les oreyes bien educaes. Y decir Xixón, Uvieu, Grau…. ye la señal de que les fuerces  culturales nun son del too bien escuchaes.
“Por eso y acaba aquí ún de los capítulos d´esi informe del añu 2000-, convién nun s´escaecer qu´hay  delles coses qu´ enderechar. Algamarémoslo cuando toos los medios de mases nos echen la gabita. Los medios de mases -Y mases  son toos esos que güey, nel añu 2000, nun son  quién a dexar de llau esi falucar que llamen bable- pues ayudanos  muncho  pa qu´es provinciana atituz s´esanicie. Atalantamos que seguirán  nesa llinia.”
Xosé Lluis García Arias. “La Voz de Asturias. 2-11-75.-
Refranes 
-Home flacu y non de fame, llíbrate de que te garre.
-Amarillu y vieyu, non des na pol so pelleyu.
-Pa coyones los de Antón, que cuando corría sonaben ¡Tolón, Tolón!
-Muyer fogosa, pue cavate la fosa.
-Los hijos de mis hijas, mis nietos son, los hijos de mis hijos, seránlo o non.
-Neñu  bien criáu, a los cinco meses sentáu.
-De pequeñu  nieru non puede salir gran páxaru.
-Hermanín de menos, bocadín de más. 
-Asoplando recio y mexando claro, riete del médicu y del boticariu.
-Mierda negro y descompuesto, pa morrer presto. 
-Si te pica l´alagüezu,  que te preparen l´entierru.
-Al que nun bebe nin fuma tabacu, el diañu-y lo lleva per otru furacu. 
-Lo que ´l mélicu yerra, tápalo la tierra.-
PREGUNTUCA
Reteyando una panera
Vicentón el Resecáu
cayó d´enriba ´l teyáu
de llombu a la carretera.
Pintó  allí la curandera,
riecetando: “¡Hai que trayer
agua pa isti home beber”!.
Y Vicentón permohino
entrugó:- ¿Pa beber vino
de qué altura hai que cayer?…….
Asturianaes. Fabricio.
........
El Narcea pa salmones,
que pa ´l quesu ta cabrales.
Tineo pa los xamones
y pa ´l cuchu los Corrales.
...........
La sidra nun ye bebela,
nin ye tampocu ´scanciala;
nin menos el escoyela.
La sidra hay que mexala.
............
Dixo un dotor “pollupera”;
ten ista pastiella y vete.
Pidila pa la mollera,
tomela y…….¡pal retrete!
............
Si al que estudia les estrelles 
llámenlu t´os “estrellau”
al que trabaya  e nes teyes…
tién que tar mal del “teyau”
............
El chigreru Serafín
ye ´n casu bien estudiau.
Ca vez que i pides pixín
dispáchate ´n pollu asau.
...........
Reyes Magos, yo soy Pinín.
De los catorce hermaninos
yo soy el más piquiñín.
Ñací ´n Tudela Veguín
y ya tengo siete añinos.
..........
La mió má ta maxareta
y mió pá ta del coquín.
Yo nun pedí  un hermanín.
¡Yo quiero una  bicicleta
y si non….. Pido un patín!
...............
“Mira, Raitán, nun te pases
que de fatu faisme rir,
y nun me ´nriedes con frases.
¡Claru que tengo tres cases,
pero, bobu, son pa servir!
Afalagando a mió Asturies. J. Luis Aguirre Huerta.-

¡Tou en baldre….!
(Histórico)

-Güenes tardes, siñor cura,
-¿Qu´hay, Teresa, que milagru?
-Non, dengunu; vengu ´velu
pol “aquél” del mió rapazu
que me fó co la monserga 
de que, non se per qué diañu,
diz osté que ya non pódie
comulgar agora en Mayu,
cuandu el neñu de Rifela
y el sobrín del metrinariu
y utrus mas piqueños qu´elli
que se tan aperparando…
Y yo dígoi, don Demésio,
qu´iso  … ¡vamos a dexalo!
¡Ye mester  de que acomulgue
pos, ya tien  abondos años
y non va dir pal “serviciu”
como fiyu de gitanu,
sin complir co los percéutos
que mos manden que complamos…..
Endechas,  que ya tien fechu
dend´hay  tiempu ´l traxe blancu
y non ye cosa ´que encueya 
perque, a parte´ser muy caru, 
non to  yo pa esmoliciones,
que pasé munchu trabayu
pa facemi  con recórties
y algamar a entamangálu
d´una sábana de llenzu
y un camisu del mió Pachu…..
Conque asin que… ya lo sabe!
-Si, muyer, perú…. no hay casu.
Guarda bien el traxe ´n arca
y percura non moyalu
pa que non i quede cúrtiu,
perque pázme que nesti añu
non i va prestar pa ñada…….
-¡Comu que non vá, caraciu?
-Comu que non, Taresina;
mas qu´eches isos pecados
non pué ser, en tan i mientres
que non sépia ´l Dotrinariu……
-¡Si lu sabe de cabeza
sin parar, de cáu a rabu!
-¿Quián lo dixo, né?
-¡Yo cordia, 
que i lo tevi  despicando
pa que non se i oblidase!…..
-Pos,  tenés qu´arrespasálu;
y cuidái  non falten fueyes
o pasédesles de llargu,
como páz que vos aporta……
…………………………..
¿Si, non pongues cara ´plasmu
que, ent´ayeri xustamentes,
entruguéi al to bigárdiu
lo qu´hay n´Hostia Consagrada,
que nel llibru ta bien claru,
y dempués de tar dos hores
sorbellando los mocayos
y mirando pa les ñubes
co los güeyos remellados,
aspetóme:- “Que la Virxen!…..
¡Arreniego de los diaños,
que pollín!¡Cuantes lu vexa
non i dexo  güesu sanu!
-Non, con iso ñada fayes.
Lo miyor  será enseñáilo 
sin frañái delguna cosa
que te quede fechu ´n trapu,
pos dempués……..
- ¡Manque me quede!
¡Home, crer qu´en l´Hostia ….. Vamos….
co les veces que yo i dixe
al pegazu de mazcayu,
que lo que s´afaya n´illa
tremináu el enconsagru
son les “Animes Bendites”!…..
¡Ay, non, mialma que lu estrapo!
Mas cuentiquinos del escañu. Antonio García Oliveros.-

Llobos (molino)
Antiguamente venín los llobos cuando venía l´iviernu. Acuerdome yo de habelo oíu a mió güela que tenía que meté ´l ganau ena cuadra  a media tardi, porque baxaben del monte casi hasta la puerte casa. Había un molín qu´era de la casa onde ´staba el paisanu esi d´ehí. Nesa casa tenín cuatro o cinco criyáos; é que antes trabayaben  por un platu fabes y una torta tou ´l día. A la noche tenín que dir a parar el molín y a recoyer  les maquiles. Y había un de los criyaos qu´aullaba igual que los llobos. Y empenzaba a aullar el paisanu,  y contestáben-y los llobos, y venínse del monte pacá.
Y también taba per equí una lloba que s´había escapau con un perru. Y andaben per equí tres d´unes cabres.
Ehí, nesa casa d´ehí, de al llau del Peñón, vivín tres fiyos co la madre. Y cuando la madre los mandaba a daqué, a facer un mandau, qu´estaben ehí, debaxu  esa cerezalona grande, sintía yo  desde casa al rapaz más pequeñu que dicía:
-Madre, a mín mon me mande, que va comeme la lloba.
Y les cabres salvaren, pero al rapaz pequeñu garrolu nun viaxe  equí parriba, nuna finca que ye nuestra, y………….
-¿Non había escopetes?
Les escopetes, naquel tiempu, había que prendíase con un pedernal pa da-y fueu.
-Si, la de chiminea.
-Non, la de chiminea yé algo más moderna; llevaba un pistón, disparábase y salía.  La antigua, cháben-y un pocu pólvora, y tenía una piedra pedernal, d´eses que tenín los paisanos pa prendé ´l mecheru. Era la escopeta  de piedra o de chispa. Si aquello non s´entornaba y pegabes bien, salía ´l tiru. Si disparaba, bien, y si no….. pa un apuru non eres segures.
Folklore de Asturias. María Josefa Canellada.-
El Molín
Dicen que mos cuntaben cuentos del Diañu Burlón pa metemos mieu. Non fagues casu. La verdá é que non teníamos mieu a nada. O si lo teníamos, aguantábamonos.
Díbamos al molín y non teníamos mieu a nada. Eramos pequeñes. Díbamos dos, así,  dos chavaluques como éstes. Salíamos de casa antes de amanecer, de noche tovía.
Díbamos a Migoya y pasábamos ellí el día enteru, hasta que mos tocara moler. Comíamos algo si lo llevábamos, y si non, ¡ya sabes! Éramos, éramos dures.
Alcuérdome un día que ya golvíamos de moler, y entamamos  dir per más pallá de la Capilla Castiellu, que había una arena muy blanquín y muy finu, que é güenu pa fregar y poner brillantes los aros de les ferraes. Y pa fregar  les maderes con ello. Como éramos pequeñes, non podíamos subilo al burru, encima los sacos de la fariña.  Y entós, diómos por riír porque non podíamos subilo y cayérenmos los sacos de la molienda embaxu la barriga ´l burru. Y ríe y ríe, sin juerza alguna. Díbase  la juerza pe la risa. Por fin, llegamos a casa tardísimu, co la molienda  y co la arena. Pero güen trabayu  que mos custó.
Otra vez diba yo sola a moler a Fandielles, que yé más allá de Coya. Fézose de noche. Cantaba la curuxa, y tó escayos me garraben pe la saya. ¡Pasé más mieu  que en toa la vida!
Folklore de Asturias. María Josefa Canellada.-



Las Atalayas
La pálida luna 
preside la fiesta;
esa luz de las sombras amiga,
de estúpido rostro, de faz macilenta.
Esa luna que ostenta en su disco
de luz medio muerta,
negras manchas, que en ella parecen
las lunas que artera 
descifraba Wola,
la decrépita saga del Edda.
Esa luna que el druida invocaba,
extendiendo la mano hacia ella,
murmurando del rito sagrado
palabras secretas.
Esa luna que orlaba de fuego.
las nubes aquellas
en que Ossian el Eskalda miraba 
pasar  con pereza
de Fingel y Malvina las sombras
errando del éter en la calma eterna.
Esa luna de faz arrugada
cual vieja hechicera,
dormitando  del cielo en la altura,
preside la fiesta.
Ella tiñe de luz melancólica 
el valle y la selva,
y al bañarlos su luz moribunda
ideales contornos les presta.
A su fulgor, crecen 
gigantes las sierras, 
se retuercen las hayas del monte,
y seres medrosos sus troncos semejan.
Los negros pantanos,
las fuentes serenas
del bosque escondido,
que mohosos peñones sombrean,
fosforecen con lívida llama
de lumbre siniestra: 
los ríos son fuego,
cristales las peñas, 
é invisibles fantasmas cabalgan
en fugaces girones de niebla.
Cuando el gallo negro
que habita en la selva
canta á media noche,
los genios despiertan:
asoma algún duende 
su enorme cabeza,
de la gruta en  que yace escondido,
por la rota quiebra;
y al ver el silencio 
reinar por doquiera,
con sonora y fugaz carcajada 
da la voz de alerta.
Los demás espíritus 
á  lo lejos repiten la seña.
Y en sus formas sutiles envueltos
recorren la tierra.
El soto pelado
que zarzas rodean
y alumbra la luna
con luz soñolienta,
cual la agonizante 
de una candileja;
al sonar de aquel gallo los cantos,
de brujas se puebla,
que á caballo de sucias escobas 
del aire descienden con sombras envueltas;
y allí  el aquelarre,
retozando en fantástica rueda,
aúlla y se inclina,
con extrañas ridículas muecas,
en redor de aquel Macho cabrío 
que rumia impasible mirando  la escena.
De las claras fuentes 
que bajo  las peñas, 
y entre plantas  y sombras ocultas, 
con monótono son gorgolean,
surgiendo las xanas,
allí prisioneras
de algún moro al poder misterioso,
se ponen en vela
á la margen del agua lavando
del oro más puro brillantes madejas;
y entre tanto, con voz melodiosa
y en dulces cantares, relatan su pena.
Las errantes almas
de los muertos, llegan
al calor del rescoldo humeante 
que aún dan las hogueras.
Danzando los duendes, 
en las rocas torcidas  y escuetas, 
del monte las cumbres
ú su rudo compás bambolean.
Y las Atalayas,
gentiles doncellas
que encantadas mansiones habitan 
ocultas en cuevas,
arden hoy como llamas azules
entre la maleza,
y violetas de fuego parecen
que al paso del aura se agitan y tiemblan.
Así como el sueño
que embarga la idea,
produce en el alma
visiones etéreas,
seres intangibles,
de ignota existencia,
que son realidades y puras quimeras;
así, cuando duerme 
la Naturaleza,
en la noche aún serena y tranquila, 
las sombras engendran 
esos vanos terribles fantasmas
de luz y tinieblas,
que se agitan cual sueños del mundo;
terrores que pasan si el mundo despierta.
Juan Menéndez Pidal. Diciembre de 1883. 
Almanaque asturiano el Carbayón. 1884.- 

¿Quien será…?
Ye piquiñín  y rechonchu; 
tién la cabeza  ondolada.
Gasta tarabica negra
y  gasta chaqueta blanca.
(Istes dos últimes coses
gástales cuando trabaya.)
El y la bandexa son
mesmo que Mingo y Colasa;
siempre pegaos ún al utru
como ´l mandil a la saya.
Anda despaciu, en sin prises;
cuando llevanta una pata
ya tién la otra segura
pa non pegar la trancada.
Ye seriu  cuando i paez,
cuando non, y a la socarra, 
tién la groma siempre a tiru
pa, cuando quier, disparala.
Tién munchos años d´oficiu, 
po lo que conoz la pastia
el formientu y la corteza,
de la xente con quien trata.
Conoz a aquil  que non fai
más cosa que dar la llata;
y que nunca suele ser
aquil que más tela gasta.
Conoz  a aquillos  que griten, 
llevaos  de so forofada,
de si ye meyor el Elche, 
el Burgos o ´l Salamanca.
Tamién conoz a la moza
que ta na mesa sentada
´n  espera que pique ´l mozu
onde illa  cho la carnada.
Moza formal, solamente
que s´alcuentra inamorada.
Ye ´l  s´oficiu  conocer, 
sin fegurar  saber nada,
toes cuantes coses pasen
dientru y  fuera la quintana; 
pos de todo  se mermura
por au  tanta xente pasa.
Au trabaya non ye un bustu,
digu por  bustu una  istatua;
ye una tabierna  d´agora 
con sofá,  tayuela y barra; 
un bar de munchu postín
dada so gran emportancia.
Y non siendo  un bustu d´isos,
digu por bustu  una estatua, 
pol apellíu  del amu
la xente asina lu llama.
¿Non ye verdá  que se pon
la cosa bastante clara
´n  ista cosadiella d´hoy 
pa  saber de quién se trata?
Pos voy dabos entovía
utra lluz pa descifrala.
SILBIDO vién de xiblar.
Con una lletra quitada
y utra puesta, y utra más 
un poqueñín  reformada,
quier dicise, N por D,
y V por B,  si fai falta,
dispués  d´armar isti embrollu
ya teneis como se llama.
Y agora si que non digu 
de quien ye, nin más pallabra;
pos d´isi modo sería 
dexar la cosa aclarada.
Coses y Cosadielles. Bernardo Guardado Rodríguez.-

A mi amigo y compositor Manuel García de la Llera
Dime qu´en una madreña 
fixist´un viaxe á l´Habana, 
ó que d´ un corbiatu dexes
la mar, sin gotera d´agua.
Dí que viésti un alefante
salir d´una fabaráca
y tocar, á una formiga,
la Madalena, na gaita.
Qu´una nuviella, en dolzura, 
dexa atrás a la ñarbata; 
que pa facer bona sidra
non ye menester manzana;
que si un poco algaravánes,
blinques de Xixón  á Pravia,
ó á la lluna, si t´espurres,
algámes pa esgarduñála.
Qu´una neña, á los quince años
non busca  na fonte clara
modu de vés ´el focicu
si espeyu non tien en casa.
Dí qu´el jamón ye dañósu,
y non debe  á una fabada
la vida, más  d´un cristianu
que ya espurría la pata.
Qu´el vino, cual la cretura,
non se bautiza, y hay fábrica
de lleche, sin que se cate
oveya, burra, nin vaca.
Di qu´el trasgu ye mentira,
y nunca se vió pantasma
reblincar pel campu-santu
arrastrando la mortaya.
Díme que la negra noche
non fuxe al riscar el alba,
y hasta qu´el sol non allúma
ó la nieve non ye  blanca;
pero por Dios non me digas
que tocando la xiblata,
hébo náide nisti mundo
qu´una peseta xuntára.
Non, Manolín; yo lo digo;
pos cuando non barruntaba 
to güela, de tener fía
qu´ á tí al mundo t´emburriára,
ya isti que ves, col punteru,
al amagüestu ó esfoyaza
corría, como á l´ andecha
allegrando  la quintana.
Deprendí con un gaiteru
que muncho bien lu tocaba,
anque  de solfa  el probéte
non entendía migaya.
Pero en Rondiella, aquél mozu
llevaba  entóncies la gala,
siendo gloria  el escuchállu
los domingos  en Posada.
Tuve que dexar l´aldéa
onde tan bién m´afayaba,
po la ciodá…. ¡cuántes penes
entós saborgó mió alma.
Feguráivos el xilgueru
gociósu, de rama ´n rama,
faciendo gorgolitinos….
y al posar  na verde caña
les patines,  ente liga,
aprisionadu s´afaya,
trocando el cánticu en lloru
al vés en dorada xáula.
Pos ansina yo, en Uviéo,
renegando de  gramática,
de Nebrixa  y de Balbuena
cual de la llatina fabla, 
mústigu, como la rosa
que non  besa la rociada,
pos mió llibertá  fuxida,
como ´l páxaru, lloraba.
Por vecín tocom´ en suerte
un italianu, qu´en casa
á munchos daba lliciones
d´ esturmientos y  solfiáta.
Yera más escaxináu
que la fame,  y esta plaga,
qu´ á un xigante ablucaría
debuxábas´en so  cara.
Entaméla co la solfa
y dimpués merqué  una flauta,
(xiblatina) ye lo mesmo
en llengua fina  qu´ en basta.
¡Qué  mal fixe?…¡qué trabayos
pa deprender, Virgen santa!
¿Quién  tanta llavina topa
nin tantu furacu tapa?
“-Sta fermo,  ragazzino;
apressa il flauto á  le labra……
non ridéte…  dolce il suono…
má… ¿chi fá? ¡Madona sacra!…..
Non tremi… ancora puí forte;
ripette  tutta l´escala…..
¿Per ché ridi? …¡madeletta
per siempre mía sorte amara.”
D´aquesti modu en so xerga
fech´un cuélebre, glayaba,
si quiciás, por enquillotru,
la negra facía blanca.
¡Pero qu´esmorgar corchetes
en poniéndose con gracia
po lo gordo y lo delgáo!….
paecía cosa mágica.
Al oyéllu, el sonsañállu
yera toa mió matanza,
y tocando atapecía 
pa escomentar con el alba.
Y á fuerza  de resoplíos
qu´al mió gañote pagaba
bien caros, pos tuvi egínia 
más grande qu´una alpargata,
llogre, (colando los años), 
á que la xente palmiára
al oyéme, y se dixera
Tiadoro toca que plasma.
Mas ¡ay! Lin…. el probe músicu
lo mesmo en Rusia qu´en Francia,
en Portugal como en Flandes
Y en Pekín como en España,
sin descepción dalguna,
si daqué soplando  gana,
como nel aire s´ enfóta
lleva el aire so ganancia.
¡Cuántos conozo, qu´al tiempu
que yo la solfa estudiaba,
ricos hoy,  entós vendíen
agua limón pe la plaza.
Y munchos, que con tres bolles
y una botella de caña,
cimentaron so fortuna
y hoy ruxen esquila en casa.
Hóme…… si está persabío
qu´al músicu non hay llácara
nisti suelu, que non  tueya…..
¿Qués d´éllo préba clara?
-Hebo  engüaño, de vexigues,
y de sarapicu, plaga:
pos güeno…los albañiles,
xastres, carpinteros, nada
sofrieron con sos retueyos;
pero non dexó rapaza
de músicu, sin repuelgos
en el rostru de la cara.”
Sí, fíu…. quien dixo música
barrunto dixo disgracia,
y aquél que más espatuxa
por ella, más se  descuaya,
Non ye groma… si les fúses 
qu´ esalendé na Truviata,
Lucrencia, Ñabucu y Norma
en  ringla te presentara,
algamaren d´aquí á  Roma:
y si el vientu qu´ emplegaba
pa tantu y tantu toquíu
toviés´´xunto y lo soltara,
el ceclón más foscu fora 
un revexinácu….. nada,
pos cuido qu´ en tóa Urópa
non dexás ´en pié  una casa.
¿Y  qué gané?… Voy decillo:
llegar á vieyu sin blanca,
desfondáos los polmones
y sin un kilu d´untanza.
Aforgúgome si  falo……
si aporto andar,  una pata
trócasem´en un carámbanu
y entós finó la xornada.
Los dientes, al  pido-campu
entamaron co la flauta,
y el pelu, por non ser menos,
ya vés, non sé per onde anda.
¿Trona? Los niervos non sufro.
¿El robayu, pingón baxa?
Pos entós non cunto gónciu
que non tueya  la humedancia.
Más me valiés´que la xera
que me llevó la xiblata, 
la emplegás ´en facer paxos
y útru  gallu me cantára.
Tu toques qu´esmecha, neñu;
pero cunta que pasada
la mocedá, probe y triste,
feriráte la disgracia.
Un conseyu: troca el chiflu
pol muérganu, ten costancia,
que masuñando les técles 
has d´axuntar bona plata.
Poco val isti romance;
más vé nél la preba clara 
del afléutu, qu´un flautiste
tien por Manolín el flauta.
Poesias Asturianas. nº 6. Teodoro Cuesta.-

El amu
¿Oíslo todos?
Yo soy el amu,
y en la quintana
tengo yo el mandu.
Tós esos cierros; 
esos carbayos;
les vegues eses; 
tós los castaños;
les tierres pardes
del monte abaxu:
¡todu ye mío!
¡Yo soy el amu!
Tó lo que miro,
tó lo qu´abarcu
con estos güeyos
que nunca el llantu
punxo-ios tapies 
d´húmedu mantu
y que lixeros
van n´un ensalmu
de la corrada 
al altonazu:
¡ye mío todu!
¡Yo soy el amu!
¿Veis esta casa?
¿Veis esti campu?
¿Veis esti horriu
bragau p´el granu
que guardo adientru 
y pesa tantu
que cualquier día 
v´a reventialu?
¿Veis eses vaques
que tán pastiandu?
¿Y aquella nube
de polvu blancu?
Pos dientro el polvu
tá el mió rebañu,
d´oveyes, cabres,
que baxa al llanu.
¿Ya tais  en ello?
¿He de cantalu?
¡Pos de tó esu 
yo soy el amu!
¿Oíslo todos?
¿Non tá bien claru?
¡Cómu ha decise
qu´aquí yo mandu!
¿Voy repetivos 
que soy el amu?
Los fíos, la hacienda, 
lo que yo palpo,
lo que yo veo,
lo que yo algamo,
ye mío todu;
¿quién ye a negalu?
¡En estes tierres,
del monte al llanu
naide se mueva
sin yo mandalu!
¡N´a casa, menos!
¡Yo soy el amu!
Y esa probina
que tais velando
ye mía ¡mía!
Y´el mió  regalu;
y´el mió consuelu;
ye tou mió amparu.
Ye pa mió vida
cayau y brazu.
¡Y non tá muerta!
tá descansando
de so continu,
duru trabayu. 
¿Non veis n´a  cara 
que tá suañando?
¡Naide la toque!
¡Cuidiau al amu!
Qu´esi  so cuerpu
ye cuerpu santu
y en esa cama
seguirá tando
mientras yo viva
y aliende un tantu.
Esa camina
de palusantu
donde ella duerme
so postrer suañu,
¡fai tantu tiempu,
fai tantos años
que la merquemos,
que la estrenamos!
¡Jué  nuestru empeñu
al dir casanos
mercar un catre
qu´honrase al actu!
N´esa camina
de palusantu
xuntos dormimos
sin separanos
ni un solu día:
güenos o malos,
¡Nunca esi lechu
durmió sin dambos!
N´ella sofrimos; 
n´ella lloramos;
n´ella quimeres
xuntus trenzamos.
¡Qué d´ ilusiones 
n´ella forxamos!
N´ella nacieron 
nuestros rapazos.
¡Tien suor nuestru,
suor amargu
de toa una vida
cuayá de trabayu!
Y agora el lechu
queréis dexalu
vacíu; pos solu,
non soy llenalu.
¡Ay, quien s´atreva 
mió amor llevame!
¡Dexái que güela
les roses blanques
que desde el Cielu
traxo-i un ánxel!
¡Dexái qu´un día 
non se llevante!
Hoy ye so fiesta.
Qu´ella descanse.
Pero oyer todos:
que naide, ¡naide!
a la so cama 
vaya arrimase.
¡Naide la toque
mientras yo mande,
mientras mió probe
corazón ande!
¡Dexái que duerma!
¡Dexái que suañe!
Y ya lo oyisteis;
¡aquí yo mandu!
¡Cuidiau si algunu
non me fai casu!
Aquí no hay cures,
nin escribanu,
nin xuez, nin guardies, 
nin el pedaniu,
que m´arrebate
so cuerpu santu.
¡Ay, quien s´atreva
n´oyer mió mandu!
¡Si algún s´acerca 
mesmo sea un tantu
a la camina 
de palusantu,
esi va alante 
sin acompañu!
Tará aquí ella 
-¡so cuerpu santu!-
hasta que dambos
p´al camposantu
muy xuntiquinos
los dos salgamos.
¿Ya  tós lo oyísteis?
Pos…… acatálu.
¡Naide la toque!
¡Yo soy el amu!
Sol en los pomares. Matías Conde.-

L´amor llegó a la quintana
La noche baxó del monte
vestía de marimanta,
semando ´l mieu enos matos
y tristura e n´a Quintana.
“¡Cú, cú,!” dixo un cuquiellu
al asomáse una rana,
que, al oílu, champuzóse,
faciendo ondines el agua……
Los páxaros en sos ñeros
tienen la boca pesyada,
y ente fueyes y xunquinos 
soloza una fontana….
La lluna  asomó ´l focicu
sin que naide la llamara,
de cazurra bien cebada,
d´eses que diz que´n Asturies
sólo comemos fabada….
¡Gracies a ella tás tú
como gocha tevergana!…..
Fai como los del Sábanu,
que va a ….. limpiar la Playa….
O como  ´l bracu Tadeo,
o Quica la concexala,
la muyer d´aquél Pepín
que José Avelino fala:
¡Un edil  con mas enchufes
qu´una cañería del agua……!
.......
Xunt´un pegoyu del horro,
Xuanín y Nela d´Encarna,
co les manes axuntáes
de los sos amores falan.
El, y´un mozu gallasperu,
ella, mocina perguapa,
con el entamu p´arriba,
de pura raza asturiana….
El, col tochu cabo l´horro,
ella, a los pies so ferrada,
col caxilón amariellu
y la rodiella rodada……..
.........
-Quisme, Nelina, tú quisme?
-Sí, Xuanín, con toa l´alma!
(la neña baxó los güeyos
y posólos e na saya;
¡dioi vergüenza de deci-ilo!……
¡Yera ´l pudor de aldeana….!)
-Déxame date besinos
ena to carina guapa,
y enos güeyinos parleros,
lluceros de la mañana,
que, cuando ríen -¡mió madre!-
allégrase la Quintana….
Déxame besar to boca
de cerecina temprana,
y abrazate escontra migo,
dolce palombina blanca, 
collacín  de la mió vida,
encantu de la mió alma,
envidia de les mocines
de Tremañes a la Braña……
-Quiesme, Nelina, tu quiesme?
(La neña non dixo nada:
¡taba toa temblorosa,
como rosina ´n el alba….!)
..........
Un regatín llenguateru,
fo a contailo a la espadaña;
al trebolín, al romeru,
al felechu y a la malva.
Y furando pe la seve
aparóse n´ a fontana,
tan contentu y zalameru,
como si juera de Pascua………
-¿Qué tiés, regatín, que tiés?
Dime a  min lo que te pasa,
-dixo faciendo pucheros
la que sempre solozaba-,
-¡Que tá ´aldéa de fiesta!
¡Que l´Amor tá na Quintana…..!
............
Un ñarbatu despertóse
y sacó la so xiblata;
despertóse la pioyina,
-l´enfeliz toa asustada-
¡yera la mas pequiñina,
de toa la grey qu´ esnalaba….!
Púnxose ´n pié ´l verderón,
el xilguerín, la raitana,
el veranín y´ l pinzón,
la cenrica y la calandria……
¡Qué xareu, santu Medé!
Xuaxús, qué rebambaramba…….!
Fose ´l reiseñor a un fresnu,
y dixo a tóos que callaran,
y, como yera ´l mandón, 
denguno se repuchara…….
Y espurriendo ´l gagüelín
como si bebiera agua,
en sin aguantar l´aliendu,
fó y cantó “La Soberana”,
“Pasé ´l Puertu de Pallares”
“Soy de Pravia, soy de Pravia”,
¡El Barberu de Sevilla,
Rigoletu, la Traviata!
con tal dolces  gorgorinos,
qu´a tós yos caía la baba…..
¡Yera un reiseñor Carusu!
¡Yera ´l Presi  la Quintana:
les fembres  andaben lloques,
por facer con él ñerada….!

............. 
Cuando s´acabó ´l concertu
(pena que no hubiere gaita)
del rey de los paxarinos,
-orgullu de la comarca-
cad´un marchó pal so ñeru
en sin gorgutar palabra….
........
El regatín llenguateru,
axuntóse a la fontana,
y dicen  los sos vecinos,
que nunca más solozara…..
¡Qué milagros fa l´Amor,
anque te pasau por agua….!
..........
Y en metanes del silenciu,
que na llosa pigazaba,
la brisa ´potru del Sueve
trasportaba la mañana…..
-¿Quisme, Nelina, tú quiesme?
Ella, reía y lloraba.
Lluego -i dixo: ¡Mió Xuanín,
quiérote con toa l´alma….!
(Respigóse la neñina, 
como caricia d´esnala….)
(La lluna torció ´l focicu,
faciéndoyos la güeyada…..).
............
N´el campanariu la ilesia,
la coruxa  resoplaba….
El sol ñacía n´el monte,
y con el sol, la alboriada.
La noche quitó ´l vestíu
perfoscu de marimenta,
y escondía tras d´un matu,
mangóse una bata blanca……
¡L´aldea taba de fiesta!
¡L´Amor lllegó a la Quintana….
(Un sapín,  sentáu na seve,
punxose a tocá la flauta……)
Emilio Palacios. (Oviedo  1896). Antología del bable. Tomo II.-
El veloriu
Un aire muy densu
pesaba n´a estancia.
Los cirios chirriaben.
La viuda lloraba.
El son de los rezos,
subía y baxaba.
Entróse un amigu.
Salió una rapaza.
Santiguóse un vieyu.
Una flor secaba.
Los cirios chirriaben.
La viuda lloraba.
Un murmullu suave
run-run-runeaba
n´el fondu del cuartu
en qu´el muertu taba.
Y entre los sospiros
escuchóse clara 
una voz melosa
que dulce falaba:
¿Vas quereme muncho,
Vinxencina guapa?
La noche fuyía.
El ortu  allegaba.
La lluz de los cirios
tiemblaba.
Sol en los pomares. Matías Conde.-
Callóndrigu Regueru


 Quiai compadre , bien venidu :
Asientate n' esa xiella , 
Si quíes que te cunte coses 
Qu' han de gustate en concencia . 
Sabrás como fui á Uviedo ,
Y oxalá q' allá non fuera 
Po traer como yo trixi
Revuelta la callavera . 
Q' al facer la comparancia 
De la ciudá á aquesta aldea ,
De lo probe á lo señor ,
De lo simple á la gatesca ,
De lo culto á lo palurdo ,
De lo invisu á la llaneza ,
Desátense les coricies 
Y arrevienta l' aguyeta .
El llunes pasadu entré
Pe la calle de la Vega 
Nada triste , pos llenóme 
La calabaza la Pega ,
Y ansí tévi bon colchon 
Y non fo menester cena .
Utru día de mañana ,
(Aqui comienza la fiesta)
Tantes campanes tocaben
Q 'aturdíu co la gresca ,
Dixi que si habría pandorga 
O qué función yera aquella 
Que tantu repicotiaben , 
Y naide me dio rempuesta . 
Salime medio aturdíu 
Y enderécenme á la ilesia
Del Señor San Salvador :
Y al llevantar la cabeza
Ponxi güeyos é na torre ,
Que aqui te fago una puesta
Que puestu na cuguruta
Metános é na cruceta , 
A San Pedru se devisa 
Al cerroxu y á la puerta
Del cielu ; tal ye l' altura
D' aquesa erguida llumbrera . 
Mas cuando yo aqui parau 
Estaba com' un bavieca
Bobu con tal ñovedá ,
Otra mayor se m' acerca . 
Al Callóndrigu Regueru
( Dios en so gloria lu tenga )
Que xamás comió boroña 
Nin mazada de mantega , 
Home de tanta fortuna
Que sin pelar la cabeza
Con l' estudiu , vieno á ser
Callórigu sin ver lletra ;
( A mió ver po los empeños , 
Que non ye la vez primera
Que en permediando les faldes
Dalgún Osía ó Condesa
Lleva la capellanía
El que merez una andeza ) ,
Viénoi el so San Martin 
Como ha venir á cualquiera ;
Pos la de la guadañona
Tan lluego lleva la Reina ,
Como acute al probetayu
Sin q' atope resistencia . 
¡ Que intierru , amigu , i fixeron !
¡ A so costa cuanta xera !
Ñunca tal cuidara ver ,
En xamás por esta tierra . 
Les campanes se frañín , 
Y lo primero q' empieza 
Son les cruces y pendones 
Que pasen d' una docena . 
Unos pintos y otros roxos
De llino, llana y de seda . 
Los callóndrigos venín
Cadún per la so filera
Vestidos de mantellina
Y la capa d' estameña ,
Gorrote de cuatro picos
Y encaxes á la francesa .
En medio venía el difuntu
Que lu tríin media docena
De capellanes morondos
En sin corona siquiera .
El cuerpu yo apostaré
No hay vaca en toda Ceceda
Que pese tantu como elli ,
Sin que ponderación sea .
En medio iben tres señores
Pulidos como una estrella ,
Cadún tocando bandurria
Y un (que á mió parecer era 
Lo que tocaba una flauta 
Que llamen acá gallega 
Poníase repanchigadu
Pa facer la xiblatera .
Mas , compadre , esto ye nada :
Lo que me causó flaqueza
Fueron unos que tocaben 
Yo non sé que turullera .
Cuando daben el sopliu
Metín una cigarrera 
E na boca , que bien sé 
Tenía de llargo una tercia ;
Y el toquidu que facín
Era de modu y manera ,
Como si berrara un güe .
¿ Visti tú tal desvergüenza ?
Otros train xiblatones
Tan gordos com' una pierna ,
Que daben unos bufíos
Como la nuestra ronquiella
De suerte y modu q' entiendo , 
Xamás se fai mayor fiesta ,
Que cuand' un d' estos señores
Dafechu espurrió la pierna .
¿ Pienses que naide se esñiza ?
¿ Pienses que dalgunu berra ,
Que hay allí aflexides cares ,
Empapiellos y  tristeza ?
Bona traza : solu ví
Xente fartuca y contenta .
Non digo mentira dala ;
Desque entraren é na ,
Non parecín más que llocos ;
Y era todo ruido y gresca .
Emponxeron al difuntu
Metánes sobre una mesa ,
Cubierta de terciopelu
D' oro y flecos la presea .
Callórigos , sacristanes 
Y toda la garigüella , 
Metiérense en una sala 
Q' estaba al par de la tierra . 
Los callórigos sentados
Cada cual é na so siella ;
Los que cantaben de pie
Todos con so papeleta . 
Unu d' ellos q' á mio ver 
Flaquiaba de la cabeza ,
Non facía más q' aventar 
Co la so mano derecha 
Para arriba y para abaxu , 
Como quien cria materia .
Cantaron el parce mihi
Tocando y fiendo tal fiesta ,
Q' en vez de causar dolor
Allegraba los d' afuera .
Dixi yo para comigo 
"Señor , ¿ que tierra ye aquesta ?
Estos que muerren aquí
Deben tener la vereda 
Segura , porque si non
Non fora d' esta manera . 
El cura del mió llugar , 
( Anque tampocu i da pena
La muerte del feligrés . 
Si el primer entierro dexa) ,
Canta parce mihi y requiem
Con tal modu y con tal llercia ;
Q' el que lu escucha ha dicer 
Que revienta de tristeza .
 A la postre y por remate 
Y al desfacer de la fiesta , 
Saliéronse los callórigos 
Unu á unu pe la ilesia ;
Pero , compadre , al salir
Lo que se yos enrodiella 
En forma de rabu, é cosa
De pasar de vara y media ,
Colgándoyos del ropón 
En sin que nada sirviera . 
" Lo que arrastra ye lo q' honra , 
Diz el refrán de la vieya .
Para remate de todo 
Trixeron la encensadera 
Co les cadenes dorades 
Y de plata la escudiella .
Y tamién la cuyarina,
Calderu y asperxadera .
Que tod' ello en mió verdá ,
Sin que ponderación sea ,
Val más que la mayor dote
D' una moza de esta tierra .
En fin , fumigaron el cuerpu ,
Y aquí fixi yo una idea
De lo que yera isti mundu .
¿ Visti cuando s' afoguera 
Dalgún forniello rustiu ,
Como el fuebu lu amburienta
Faciendo gromos el fumu ,
Que figures representa ,
Cabeces , cuerpos, ciodades ,
Xigantes, torres y güestias ,
Todo fechura del aire ,
Mas en puntu q' aspavienta 
Un pocu , se vuelve ñada
Aquesta vana apariencia ?
Pos ansí te pinto yo 
Isti arrullu , esta grandeza . 
Q' el difunto esté andamiadu , 
Que me lu vistian de seda, 
Que los callóndrigos traiguen
Arrastrando cola y media, 
Que los cantores entonen 
Nin que los de la corñeta
Apuxen por fer toquidos, 
En fumu todo se queda .
Y si esto bien se mirara ,
Compadre, qué diferencia 
Hay del señor q' anda en coche
AL mozu de la rabera 
Si ámbos á ñada se vuelven
E na última llitera ?
  Acabóse la función ,
Salí como pudi afuera , 
Y gracies por que salí
Que ño acertaba á la puerta .
Antón Balvidares.-




¡Los indios!

¡Los indios! Aquellos seres salvajes, semidesnudos y pintarrajeados, incapaces de sacramentos y que sólo se expresaban en infinitivo, no tenían, así de cortas eran sus luces, otra ocurrencia que la de meterse con los blancos. Una manía que no se podía comprender en cuanto mirabas a unos y a otros, que te decías: no hay color, éstos pierden. Y, efectivamente, mira que les iba mal: película tras película, los molían; que algunas veces, hasta caían dos de un solo disparo. Y luego esa manera tan tonta de atacar, que se ponían a dar vueltas y vueltas y los de las carretas haciendo puntería. Que además de tontos, es que eran de mala condición, eso es lo que les pasaba, y mordían la mano que los socorría. En Hoguera de odios, mandaban a uno a estudiar y en cuanto volvía, que se había hecho perito o así, mataba a su padre adoptivo y a su hermano de sangre, que eran blancos y le habían pagado los estudios. Otros indios de la misma ralea eran los de la India, de color marroncillo y mirada me parece que torva. Éstos, además, eran unos cobardes y traidores: estaban todo el día con los blancos, que os vengáis por el palacio a tomar algo, y luego, a los postres, les atacaban. 
De japoneses echaban muy pocas, pero se veía que eran bajitos y de muy mala leche. En una película metían a un prisionero inglés luego dando bandazos, que no atinaba ni con la puerta. Y luego el tío, encima, les hacía un puente, que ni puentes sabían hacer los japoneses.

De todos modos, los más simplones, sin comparación, eran los negros. Los había buenos, que servían a los blancos y les ponían refrescos y en las excursiones les llevaban los bultos y las escopetas; y los había malos, que a la menor te ataban a un poste para que no te fueras sin ver el baile completo. Pero, buenos o malos, de muy cortas luces. Cómo sería, que en un continente entero de negros, el rey de la selva era blanco. Que puedes decir bueno eso es normal; pero que antes había que ver al blanco: el Tarzán es un tío que, en seis películas que le he visto, no ha aprendido a decir otra cosa que Mi Tarzán, tú Yein, y para decirlo, tiene que señalar, vaya que se confunda. Vive con una mujer de confesarse, y el hijo que tiene es adoptado…… No te digo más; hasta la mona es más lista.Y si ese es el rey, imagínate los súbditos. Rara es la película en que no se despeñan seis o siete con el equipaje. Pero son entretenidas, aunque me creo que la pelea con el cocodrilo, bajo el agua, es siempre la misma.

El Florido pensil. Andrés Sopeña Monsalve. -




Imperio imperial

-¿Contentóse España con sólo descubrir América? -España no sólo descubrió América, sino que la conquistó, cristianizó y civilizó, en casi su totalidad, constituyendo este hecho una epopeya tan grandiosa que raya en lo inconcebible. 
Y los mejores españoles se fueron para América, a enseñar a aquellos salvajes “a hablar”, a rezar y a vivir”. Y también les enseñamos a lavarse y a ir a la escuela, que por eso nos llaman Madre, y no Padre.
Un trabajo enorme que nos costó aquello, porque los indígenas eran belicosos y “no trabajaban espontáneamente”, que había que obligarlos. Y, además, el clima era “dificultoso, rebelde, malsano e imposible todavía hoy, después de cuatro siglos de cultura”.
Y hoy ya sabes que América tiene en el Norte y en el Sur naciones que marchan a la cabeza de la civilización y del progreso. En principio, todo esto se debe a España. A esta familia inmensa, formada por ciento treinta y tantos millones de hombres, que hablan la lengua de Cervantes y rezan en el mismo idioma el “Padrenuestro”, la llamamos Hispanidad.
Y esa es otra suerte que tienen los indios, la de hablar la lengua castellana, “hermosa y apta cual ninguna otra de las lenguas y vivas”. Porque si los llegan a descubrir los ingleses o los franceses, además de haberlos exterminado, como hacen siempre, ahora tendrían que rezar por señas, que el inglés y el francés….. son lenguas tan gastadas, que van camino de una disolución completa ¡Carlos Quinto, Carlos Quinto, emperador español!…… ¡en tu Alcázar de Toledo no entraron los rojos, no!
Por un dictado me entero yo de que perdimos el Imperio porque interrumpimos la defensa del nombre de Dios y nos convertimos en juguete de los vientos pasionales, que otras veces los llamaban alisios. 
El florido Pensil. Andrés Sopeña Monsalve. -


Veraneu baratu

Agora miá! ¡Non, si lo qu´está de Dios á la mano se vien, y non hay que dai güeltes! ¡Non hay bien que per mal non venga. ¡Estáte como yó once dís completos atenazada contra ´l fierru la cocina iguando fartures y chamuscando la barriga; tarázate los cadriles acarretando agua, porqu´ en mió casa non hay otra que dalguna gotera cuando llueve: echa ´l día llavando diez sábanes, y llimpia tres neños que non chasti tú al mundu… pa esto, sí Dios, mío pa esto! ¡Maldita sea mió suerte perra! Non, si ya lo barruntaba yo desmasiau, porque tengo un güeyu pa estes coses que no me lu merezo. Cuando en la calle de Jovellanos decía esto á Matilde, la probe Domitila la de Infiesto, gruesas lágrimas corrían por sus arrugadas mejillas, que maquinalmente enjugaba, entre uno y otro suspiro, con las sucias puntas del delantal. -Ya ves, muyer, decía la roncha que sacará un pufu de deciseyes duros á una probina como yó.
-¿Pero fó tantu?

-Sí, fiyina, sí.

-¿Deciseyes duros completos?

-Ni un perru menos.

-¡Vaya por Dios!

-Y juera d´esto les desozones que pasé por tratálos lo meyor que pudi; tou el santu día del señor aventando; non daba la ida po la venida. Agora de tienda en tienda; dimpués camin de la pescaduría, andaba com´un abeyón. Cuando que querín comer de fiambre, cuando que ya yos enfastiaben les parroches, ó ya que si les sardines eren grandes y tenín mucha escama…, ¡Yó sí que debí tener escama de eses doncenaes fuera ´l alma! Miá que marcháseme con deciseyes duricos, ye cuanto el diañe puede descurrir ¡Non, lo qu´es, mialma ché bon veranu! En cuantes que volvia de Lieres el mió Ramón y s´entere de tou ¡güena l´armamos! Elli qu´ estuvo ´l probitin aforrando tou el mes pasau pa poder mercar una tixera y una camuca de fierru, ambes á dos en la metá de usu pa poner un par de cuartos mediu decentes y poder arquilalos como Dios manda…… -¡Miá qué milagru!-Y sacayos bones perres, pa que lluego vengan el caray d´unes famiones tirándoseles de madrilanes, con unos sombreros com´ un sardu, mal comparaos, á comer el sudor á una probe…. ¡ye pa que lleve ´l demonio á cualquiera!

-Tienes razón, muyer.

-Ca vez que lo pienso amorio.

-La cosa non ye pa menos.

-¡Qué va ser de mín, fiya ´l alma!

-Vasta, muyer, non t´ apolmones. Pero atendi p´ acá: elles andaben bien portaes. -Era per juera. Pura aparencia. Allí onde les vís, non tenin otra consolancia que los cuatro trapos que llevaben puestos por non cargar -como dicín- co los baules; pero, sí, cuerri p´ allá. ¿Tú sabes? Traín unes sayuques blanques con unos insiertos de pontilla d´esos de quita y pon, que cambeaben ca dos dís pa ensiñales per baxu daqué blanques. -¡Nunca otru tal vi en los dís de mi vida! -Si lo que non descurren eses condenaes, non lo descurre el diaño! -Y cómo metisti ´n casa eses pejes? -Verás, muyer; recomendómeles Perfeuta, porqu´ ella y´ había arquilau. Túviles once dís, como te cunto, y el martes á eso de les nueve, salieren cargando co los críos. Dieren les diez, les once, les doce, y non había cuenta d´elles. Yo esmolíame d´ afechu porque ya taba poniéndose duro como un peñu un trociquín de carne mechau, con unes patatines, qu´era una bendición.  Canséme d´ esperar; saquélo q´ atrás pa que non s´ apegara ´l pote; coyí la manta, chéla so los costazos y díme á buscalos; pero ¡ónde tarín ya!

-¿Non los topasti?

-Nin tuvi cuenta d´ellos.
-¿Y nada t´ habín dexau en casa?
-Como dexar, dexárenme una maletina de mano que non pesaba muncho que digamos, y la que non quisi abrir tan y mientres que delantre no estuviés dalgún monicipal. -¿A qué asuntu? -Por si ´ ella topaba daqué cosa non veme comprometía. -Bueno ¿y dimpués? -Vino aquél y entre los dos xurgamos y xurgamos hasta facer saltar el piesllu. -¿Y por fin?…. -Aquí, Domitila, dió un prolongado suspiro, tornó á limpiarse con las puntas del delantal, y exclamó: -¡Por fin…. non había dientro más que tres postales d´un mozu de Xixón y dos puñaos de crepé! ¡Buen pago para once días de manutención de seis personas. ¡Probe muyer.
Gijón. 1907.- Triquiñueles. J. G. Lueso (Cuco).

Antroxando


Pepón de Juaco, solterón empederníu, non pierde ocasión de divirtise. Cuando llega Antroxu e cuando elli más se divierte y más tochuras jaz. 
Esti añu jartose de muñuelos y sidre con so amigu Pachin, y estuvieron bebiendo jastas á que vieno la noche, y ya vían turbiu, más por mor de la sidre que por la escuridá. 
Baillábayos el candil delantre de los güeyos y paecían dos tochos que non sabían lo que jacían ni ´lo que parllaban, arrastrando las patas al andar y al baillar, y la lluenga cuando parllaban. 
Pepón mando-i á Pachín untalu bien pe ´la cara co ´lo ajumau del cazu, y Pachín puénxolu tan embetunau, tan prietu, que paecía un San Benito. 
Lluego salieren vistíos de colorau á ´scorré l´Antroxu. 
La carpanta era tan tremenda, que tou yos paecía que daba güeltas al redior, y en todas partes tropezaban: esquinas, árboles, pareas, y daban unas costaladas que temblaba ´l misteriu. 
Pa ayuda de males, era la noche escura como boca de llobu. Soplaba ´l gallegu con juercia y quebraba los cañones de las castañares, dándoyos güenos sustos. 
Pepón, que era ´l que ´staba más chispu, jui tamién el que más contonazos dió. Cayó en tres o cuatro pozos de cruces, tan llargu como era, estripayándose la llamaza y poniéndose perdíu. 
Pachín tenía que ayuda-i á salir de todos los barrancos. 
Esta noche, dicía-i Pachín, las bruxas y trasgos, el diablu burllón y toa la corte infernal, salió de parranda á regolve´l cotarru, y llévannos per cuetos, bardales, espinos y pozas. 
Asina llegaren sin saber per onde a un pueblu vecín. Vieren lluz ´n una casa y entraren. Era la jila. 
Tan prestu como los vieren entrar enllamorgaos, sangrando, y á Pepón prieto como un negru, todas las jiladoras, mozas y vieyas, se llevantaren y tropezando dellas ´n ´as tayuelas, rollaren per encima las otras. 
Dicían gritando hasta ´sgañatase que aquel hombrón negru, vistíu de colorau non tenía cara de cristianu; que era xudíu, que era moru, que era ´l Pecau. 
Ríiase Pepón, y queriendo ponelas en paz, jaciayos veyuras y diciayos simplezas, pero así asustábalas más, y escapaban de ellí santiguándose. 
Una vieya dixo-i que rezara ´l Credo, y como Pepón non jacía casu, y siguía riyéndose y jaciendo monadas, dixo la vieya: 
-¿Védeslo? el demoniu mesmu-e. 
Una moza sacó una cruz pa que la besara, una rapaza una medalla, otra un escapulariu, pero Pepón españaba de risa co´la ocurrencia, echábalo tou a broma, y dialu ´l casu jacía besar cruces, medallas ni ´scapularios. Una vieyina arrugada mandó traer agua bendita. Trayéronlo ´n una botellona, echaren de ello en una juente remoyaren allí un ramascu de alloru, y diciendo vete pa los prefundos, Satanás, en nombre del Padre, del Fiyu y del Espíritu Santu, esmenarenlu con juercia, descargando un aguaceru sobre Pepón, que al sintir ´n ´a cara la frialdá del agua, echó á correr y salió de la jila. Pachín, temerosu de que tamién á elli lu bautizaran, prendió á correr detrás de Pepón de Juaco, y dempués de non pocos tropiezos llegaren á sos casas, molidos, y echárense á durmir la mona. 
Ahora todas las muyeres de la jila de aquel llugar, rapazas, mozas y vieyas, cuntan a todos los que quieren oílas, el pasu de aquella noche tormentosa de Antroxu, y xuran y perxuran que allí ´stevo ´l demoniu mayor del infiernu, con unu de los pinches de so cuadrilla diablórica. 

Amable González Abín. (Nueva 1863 - Pría 1911).- 


Catecismu del llabrador

P: ¿Cual e´el de cinco? R: “No matar”


P: ¿Qué se manda en esti mandamientu?

R: Que si tenemos (dichu sea con perdón) un cochucu, no lu matemos, pos dentonces tendríamos que pagar los que llaman derechos per mal nombre; asina, llevámoslu al mercau y, co´lo que nos dan por elli, pagamos las trampas jástasa onde alcance, pos pensar que lo hemos de pagar todo, e´pensar lo escusau.

P: El de seis ¿Cual e ´?

R: No “fornicar”

P: ¿Qué manda en elli?
R: Que si los mozos van a las romerías, amiren a las mozas como si joran imágenes vaxadas de un altar y no cayan en a´ tentación de jaceyos cucumexos, ni diciyos palabrinas pícaras, ni siquiera pensalas. Que si bailan, lo jagan co ´ la mayor devoción y compostura; y en ´ as güeltas que non den col zapatu en ´a sayas pa ´que se vean cosas que siempre deben estar atapadas. Que se libren de bailar abrazaos, pos esa invención del enemigu, oblígayos a parllar después muchu en confesonariu, cabando co´ la pecencia de los señores curas y poniéndose en peligru de que no yos echen las cruces, como suele suceder. Que güelvan de la romería todos xuntucos pos, de no jacelo asina, puede extraviase algunu y perdese alguna. Por últimu, que si güelven cantando sea el “Santo Dios” ú otra cosa apaecida y con eso el pecau no se meterá ente ellos, anque pal efeutu será mejor que güelvan rezando el rosariu.
P: ¿Cual e ´la ´e siete?
R: “No rupar”
P: ¿Quiénes caen en esti pecau?
R: Los que, allendando las vacas, abren portiellos en ´as fincas agejas pa ´ que todo sea ralengu; los que al segar xunta al prau colindante, tiran maraños muy anchos, tuviendo los brazos cortos; los taberneros, cuando dan a un parroquianu que está ya orbite, agua de la juente, si yos pide un cuarteronucu de anís, y si quier café, agua de la poza. Tamién falta a esti mandamientu el que presta sin interés.
P: ¿Por que dicís el que presta sin interés?
R: Porque esi da venti en abril y jaz que costen cuarenta en ´a obligación a pagar pa ´San Martín.
P: ¿Cuál e ´el de ocho?
R: “No llevantar falsu testimoniu ni mintir”.
P: ¿Quienes faltan a elli?
R: Los que por ver a Xuan salir de un castañedu que no e ´suyu con una maconada ´e castañas, ya dicen que e´un lladrón; los que vieren a Conce pela noche ente ente unos maizales y agora, por que i está corta la saya, no dicen que creció Conce o menguó la saya, sinó que hay gatu encerrau; los que jacen llevantase antes del alba a los demás diciéndoyos:”Al que madruga Dios i ayuda”, y cuando yos toca la vez a ellos, dicen: “No por muchu madrugar amanez mas tempranu”. Todos pecamos contra esti mandamientu cuando dicimos algo de nós mesmos, y casi todos, cuando parllamos del prógimu.
P: ¿Cual e ´el nueve?
R:”No desear la muyer del to prógimu”.
P: ¿Pecais per ahí?
R: Ya vos lo diré en el confesionariu.
A. Fernández Martínez . 1891. Antoloxía de prosa bable. Xosé Lluis García Arias.-


Un tenorio de calelles

Taba escritu que´n Gozón,

fose onde yo naciera

y ñaci n´una Panera 

áu tamien ñaz el gurrión

debaxu de cualquier teya.

ya dende muy rapacín,
al gurrión, di n´envidiar
perque podía blincar
per caleya o per camín
y además esñalár.
Fonun los años corriendu
y co la vida ´l pasar,
yo tamien diba medrandu
fixe mozu, y cortexandu,
abondu di que falar.
Non asomeyé a mio pá
que yera home recoyíu
mas asomeyeme a un tíu,
que vivía en Romadoriu
y per gafu y atrevíu,
fexu de mi, un Tenoriu.
Patique per tou Asturies,
buscando moces y xuerga
anduve por Piñerudes,
per, Morcín, y per Teverga
y asina per munchus llaus,
tuve abondus fregaus
en sin focicar la yerba.
Y n´el pueblu de Perdones
del Conceyu de Gozón,
desfixe más esfoyones,
que plumes tien un gurrión.
Y per uquiera que fui,
con tous me pelegué
y naide dixu de mí,
que me punxu arriba ´l pie.
E n´es noches serenades
y a la lluz de les estrelles
cantaba yo mios tonades
pa engüadar a les muyeres,
que munchu m´afalagaben
co ´n amores y quereres.
Glayé per tous los Conceyus,
pa que to ´l mundu m´oyere;
¡aquí ta Xuan el Caleyu
el gallu de les muyeres!
Y al que i sobre ´l valor,
que se ponga enfrente mi
per camín, o per caleya
perque lo mesmu me da
y de fixu aprobará
el tucu de mio civiella.
Non hebu llugar y aldega
per áu yo non paticára
moza que non namorara,
y cuasi de gozu morriera
nin beata que non m´odiara
y veme morrer quixiera
nin chigre áun non pescara
una bona borrachera.
Peru ói, aquel Xuan Caleyu
tan cha p´lantre y templáu,
ta per enteru acabau
¡adiós l´ home gallasperu!.
Y ya toi engurulláu,
perque ´l cura don Gregoriu,
tráime tou amorrináu
pos dizme que ´n purgatoriu,
ya teu un sitiu atrocáu.
Poesías y cuentos Asturianos. Eduardo González Herpers. “E. YUPPO”



La hombrada:

Filando las doce salí de la tasca y díome la vena facer una hombrada. Tomé una caleya, canté una tonada, y en sin más pensalo subi a l´atalaya do tá el cementeriu envueltu n´a tapia llarga, fría, triste como la mortaxa d´una novia muerta, blanca, blanca, blanca..... A la media noche, cuando tó ye calma, salen los defuntos en cuerpu y en alma pa facer la ronda, pa espantar la Guaxa. Si yo lo presencio ¿non será una hombrada? ¿Fíxolo otru mozu? ¿Habrá quién lo faga? El candil de plata de la Lluna, taba tan llenu d´aceite que tó lo allumbraba. Cayía una estrella com´una bengala. Un negru silenciu la sangre cuaxaba. Mármoles y cruces y sombres. Tó y Ná. Esa Ná que pesa, se palpa, nos garra.... Olor a gardenies y a tierra moyada. Dos cipreses altos guardiaben la entrada. Dos cirios perpetuos qu´allumbren sin flama. Lleguéme a la rexa; intenté franquiala. Un soplíu de nieve axelóme el alma. Algo me coxía, algo m´apretaba, algo a les mis pates s´engarrutiñaba. Un fantasma grande hacia mi allegaba. Les cuenques vacides y una capa llarga, fría comu el xelu, comu el xelu, blanca. En la mano un ciriu, quixiá una gadaña. Juerza de flaqueces saquéme del alma. Corrí com´un gamu. Di brincos de rana. Tomé p´el ataxu; dexé l´atalaya. Cuantu más corría, más corría el fantasma. El fríu de so aliendu mió llombu xelaba. Y ¡zas! un escayu trincóme una pata, y en el santu suelu di la gran panzada. Llevantéme rotu, la carne frayada, y cuaxau d´estrelles de les qu´atopara al dar el trastazu con la mesma cara. Sentí a les espaldes una carcaxada que rompió el silenciu. Yera el mío fantasma que con munches rises de mi s´alexaba. Conocilu al puntu. Yera el que non falta cuando nos metemos n´alguna fazaña. Yera esi metecu que nos acompaña en nuestres xatancies y el vinu nos agua. Yera el Mieu qu´allegre y burlón, marchaba, llevandu en su abonu mió hombrada. Antología del bable. Tomo II.-


La lluz del Robledal:
¡Qué miedu, Dios Santu reinaba ´n aldea los perros aullaben al par de la cuesta, y entre vilortos de la carbayera un páxaru daba grañios de pena. Taba ´l cielu ´scuru sin vese una ´strella, tan sólu nel monte llumaba xiniestra la llámpara o faru, el candil o vela...... Con lluz misteriosa, con lluz de tristeza, que nun mar de dudes el pueblu ´ngolviera-¡Qué noche tan triste,que noche más negra! Los homes del pueblu, xunta na panera d´un vecín del barriu, que-i llamen Pineda, plasmáos los probes co´la lluz aquela falaben muy baxo pensando que yera daqué d´utru mundu, que güelto a la terra, pidía favores al pueblu de Vega. Tóes les muyeres col fusu y la rueca filaben en casa de Lulu Teresa y cuntaben suaños de la lluz perversa. Sólo una rapaza que ´taba en espera del mozu que diba los xueves a vela, non ´taba na fila porque non quixera qu´al venir el noviu topás la vivienda pesllada y sin xente con quien dar la llengua. Además el mozu yera comenencia por tener dineru y una bona cienda y sólo pensaba casáse con élla. Por eso la moza que-i llamen Josefa, ´taba ´la ventana que dá ´la caleya na sala ´sperando qu´el mozu viniera. Menutos más tardi rinchó la portiella de co´la corrada pa´dir pa´la güerta y notó qu´un bultu llegó a la pareda y en tarrén´clicose de frente a la puerta, y ascucha que fale d´aquesta manera: - Muy felices noches te deseo, Pepa- Bones noches, Quico, la moza contesta. El mozu replica: - Atendi, morena, ¿non sientes el fríu nin miedo siquiera na ventana ´scura, sin candil, nin vela? Non temes qu´angunu te tire una piedra y un güeyu te saque? Y que un diente o muela d´un golpe te boten de la boc´ajuera? Yo aquí toy sentáu nun cepu de lleña y miedu non tengo tanto ´n tu presencia y un palu d´acebu que traigo na diestra de amigu me sirve y dame gran juerza, y además, soy home y non tengo pena; pero tú ¿tan sola y siendo una neña? ¿non temes qu´un cantu te mande a dar tierra? - Non, Quico, los vivos aunque angunu pueda facer eses coses que parla to llengua no m´enfunden miedu nin me dan llaceria. Lo que si me aflixe y dá un poco pena ye ´l ver de ´qui mesmo qu´una lluz mariella ´parez en el monte plasmando l´aldea. ¡Ay, esa lluz triste! esa lluz fonesta qu´a veces la vemos al par de la sierra y unes noches llega trayendo pal pueblu respigu y tristeza, esa lluz qu´empide travesar la cuesta los xueves y sábados que ye cuando llega, pos dicen qu´a veces dan voces, y qu´ella regüelvese entoncies com´una culiebra, y que mete ruidu com´una carreta, ésa si m´espanta porque tengo ´n cuenta qu´un día, quiciáves cuando´ún lo piensa, te metan un plasmu que del sustu muerras; ¿ y tú non sabes nada de la lluz aquélla? -¡Pepina del alma! yo nunca lo criera si non lo cuntara to llengua discreta! Pos parez mentira qu´un mozu non hébia en todu esti barriu que la lluz non tema. Esa lluz que plasma del todu l´aldea, esa lluz qu´espanta tan sólo con vela, non ye misteriosa nin d´éso s´acuerda; ye un farol que trái pa´qu´el mulu vea Xinio el carreteru que tien pan de venta. ....... Siguieron falando el mozu y la neña cuntando eses coses que na edá primera se cunten dichosos el mozu a so prenday la neña ´l mozu que fale con élla, y al marchar pa´casa ta a las doce y media, diz Quico: ¿ya sabes agora, Josefa? la ´istoria o el cuentu de la lluz mariella? pos, neña del alma, ye bono que sepias qu´ansí munchos miedos aflixen l´aldea.- Pela aldeína del alma. Fernando Antonio García Menéndez. 1916-1925.-


El sustu de Nolo
Yera una noche de invierno: oyendo la mar de cerca, ´chábase na cama Nolo, el de cai Pachu Manuela, sobre un sabanucu floxu puestu nun sergón de fueya. So madre allá ´n utru cuartu al empar co´la so nuera, que la probe se quexaba yo non sé de que dolencia, y tenía la cara inflada del mesmu modo y manera qu´infla ´l papu a una rapaza cuando la mord´una ´veya. Xuana, qu´ansí se llamaba la nuera de la tía Manuela, ´taba casada con Nolo, co ´l héroe d´esta leyenda. Ya tovieren cuatro neños, que morrieren na panera, Nolo lloraba por éllos, Xuana morríase de pena, y diba ya per tres meses qu´ el neñu últimu morriera y a la panera non diben pos tenín miedu a la huestia. Todes les noches Nolín, al posase la chaqueta, pedía a Dios po´les rapaces pa ´qu´en gloria los toviera. Pero aquella noche triste en que el mar com´una bestia roncaba, ´zotando ´l agua de golpe contra la peña Nolo nin rezó po´el neñu, nin po´la so visagüela y echó la ropa na cama tapando hasta la cabeza. Roncaba Nolo allendando por calentar la pelleya, cuando sintió un ruídu ´xtrañu, lo mesmo que el que s´oyera si andoviesen munchos homes pel desván ´n agarradiella. Entama ´ntós a rezar Nolo y saca la cabeza p´encomendar al Siñor los rapazos de la güela; pero nones, en desván fai rinchidu hasta la fueya. Prencipia ´ntóncenes Nolo a pensar qu´era la huestia lo del ruídu o que era ´l diablu que i tentaba la pacencia, o que quiciaves sería el ánima de so güela, que golviera ´questi mundu pa´reclamái daqué deuda. Ya non puede asosegar y con mas miedu que virgüenza, vase y diz: Ma, llevantáivos qu´anda el diablu ´nte la fueya. Vamos a buscar vecinos como Mingo, y Xuan de Pepa, que ye un home que non teme pos dispón de muncha juercia. Ma, llame tamién al Cura y al Alcalde Pepe Andreda pa´que vengan sin tardar y traigan danguna trenta, foces, palos... y que el Cura traiga ´l sopu y la cazuela bien llena d´agua bendita pa´bendecir la panera. Al oyir esto la madre, que era una moyer de flema, llevantóse de la cama y alborotando la ´ldea, xuntó todos los vecinos que yeren lo menos treinta, mentes Nolo y la moyer cad´un en so cama queda. Ta ´tán allí los vecinos del barriu de la Fonciella, con trentes, foces y palos, fesories y una ´scopeta y entamen a descurrir, modu d´escorrer la huestia. Un mozu determinadu fo a buscar una ´scalera y arreválgase ´n teyadu del qu´entamó a quitar la teya, mentando que los demás, con el Cura a la derecha, miren todos pal desván, que tenía la puert´abierta, Nolo sigue allá na cama tapadu hasta la cabeza. "Ahí va la huestia" y saltando nel desván entama correr tras d´ella, que cai xunta los vecinos Ramón, Mingo y Xuan de Pepa, ésti pégai co´la foz y en dos metades la dexa. Regódiense los vecinos a reconocer la huestia y ven que yera.... la gata de Pachina la Cuetera, que tría tres cascabeles que i había puestu una neña. Desde ´ntóncenes Nolín, si oye falar de la huestia, diz: "Eso son bruxeríes que cunt´algún taramiella.-



Romance de la muerta
Soplaba el viento aterido
por la plazuela; soplaba
al mismo tiempo que iban 
hacia la iglesia las ánimas….
Larga procesión había, 
largas sombras, todas largas, 
iban con lánguidos cantos 
y tañidos de campanas,
de la iglesia al camposanto,
del camposanto a la casa….
Y allí, a la sombra
de la esquina de la sala
estaba el féretro mudo
al que la gente rezaba,
y sobre el féretro había
un fanal, que lo alumbraba…..
¡Y ella dentro, dentro ella,
la hija del conde estaba!
Blanca, pálida, tendida, 
como un ascua amortajada,
con la sonrisa de siempre 
y ante la muerte, más blanca….
Todos estaban presentes.
Todos miraban la caja;
los familiares de un lado,
al otro, toda la masa
del pueblo, que la quería 
y por querer, la adoraba…..
….¡Todos, no! Faltaba uno.
El enterrador no estaba
y era el que más la quería 
y el que más la veneraba,
pero el conde, padre de ella
no lo dejó entrar en casa……
(Tampoco dejó a la muerte,
pero la muerte si pasa
sin permisos, y recorre
los salones y las salas, 
llevándose lo más caro
sin hacer caso a plegarias….)
Por eso rezaban todos 
ante el féretro, y rezaban 
entre lágrimas sentidas 
como muertos que lloraran…..
¿Y el enterrador, qué hacía…?
¡El enterrador, cavaba…!
El señor conde entre tanto, 
en el salón conversaba
con sus familiares regios 
de noblezas y de castas…..
y-pensó- “ qué importa todo, 
si a la postre todo acaba,
como aquí, bajo la tierra, 
donde la tierra se encarga
de que nos mida un rasero
por igual y a tabla rasa….”
-Llamad al enterrador;
que deje la huesa ancha,
pero que venga primero
a palacio, a contemplarla, 
que bien se que la quería
y bien se que la adoraba
y ella, la muerta, mi hija
igual pasión le encerraba.
Soplaba el viento; la tarde
era de niebla y de agua.
Sombras se alzaban al punto
de que otras sombras bajaran 
un féretro para siempre 
a la huesa preparada….
Silencio, se oye el silencio
y, de pronto, una plegaria
del enterrador se oye 
al moverse de la pala……
-Amor, amor, no tardando
iré contigo a la nada…”
Larga procesión había, 
largas sombras, caras largas
al saber que se había muerto
en la fosa de su amada, 
el enterrador del pueblo 
al recubrirse la caja…..
Y ella, ya fría, lo acoge
a su lado, toda blanca;
blanca toda para siempre
como la muerte que arrastran……
De la iglesia al camposanto,
del camposanto a la casa
larga procesión había 
mientras el viento soplaba…….
Hazaya la Sefardita. (Leyendas y romances de Asturias). Albino Suárez.-

BRUXERÍAS
Bastián- Escucha, Poldo, díxomi Sendo ´l otru día que ya no´hay bruxas, nin trasgos, nin duendes.
Poldo- Non sabe lo que diz.
Bastián-Pero ¿hailos?
Poldo- Pa jablar de una cosa hay que conocela. ¿Tú sabes lo que son bruxas?
Bastián- ¡Claru que sí! Las que montan en escobas la noche del sábadu pa dir á la xunta semanal en ´os campos de Cubera, las que….
Poldo- Pes no´lo sabes. Las bruxas, Bastián, jacen lo que los lladrones, non vienen á descubríseti, diciendo que lo son.
Las bruxas, van más adelantadas, visten bien, montan meyor, despelleyan al vecín con más arte y desimulu que nunca. Por eso cuesta más trabayu conocelas.
¿No ´haber bruxas? Dimi sinón como yos vas á llamar á las que con capa de cristiandá desjuellan á la xente, las que por puru gustu y pasatiempu ponen en guerra las casas pacíficas. El mesmu cura de to pueblu que e un santu varón, dirati que esas son las bruxas.
¿No´ haber trasgos? ¿Qué son, entós, los que per equí y per allá enriedan y trestornar los negocios de los hombres de bien?
Lo que pasa, Bastián, e que las bruxas y los trasgos progresaren, y, como xente que tien más de pícara que de hermosa, jacieren lo que el demoniu, que no e lo que muchos creen.
El diablu, llamau Llucifer cuando era güen ánxel, desmpués Satanás, el Pecau, el Enemigu, etcétera, e pa unos un bodoque al que todos engañan vendiendo-i el alma y jaciéndo-i trampa dempués. Tan bobu lu creen algunos, que hasta cuntan casos en que i jacieren traer dineru y más dineru y echalo ´n ´un sacu sin que elli conociera que ´staba ajuracau y tou se salía. Pa otros e la mesma malicia y picardía; dicen que non duerme, que siempre ´stá alerte en so trabayu de perdición de las almas.
Diablóricas dicen que son las grandes envenciones, y arte del degorriu tou lo que endica muncha llisteza.
Por esto mesmu e muy diferente de como lu pintan, con cuernos y rabu, rustiendo las almas ó cociéndolas en grandes calderas.
Pa que veas lo que el diañu alantó có ´los tiempos, ensiñareti una ´stampa en que ´stá como un rey, en luxosu palaciu, rodiáu de comenencias modernas, onde tien ricos tapices, cuadros, muebles, librería, salón de billar, tou lo que puede apetecer.
En so cámara que paez la de un potentau, veraslu ´n un sillón que paez un tronu, cantando entusiasmau y tocando la vihuela, mentres-i están sirviendo las once y preparando-i un güen banquete pa elli y pa sos amigos.
Tamién pasa ´l tiempu xuganto á las cartas, al dominó y á toa clase de xuegos; pasea en atomóvil, y se sabe que i gustan un disparate los aeroplanos.
Anda vestíu con muncha elegancia, y debió mandar que i cortaran los cuernos y el rabu, porque no´ se i ven. Acasu habrá pensau que no ´i jacían maldita la falta, nin pa turñar, nin pa ´spantá las moscas.
Tampocu necesita los terribles jorcaos, ni´ las calderonas, ni el jueu abrasador. Ahora hebo un cambiu completu en ´os castigos infernales:
A´los condenaos que terrecen el agua, manda dayos güenos calumbones y echayos gandes churros dende muy altu, y estos mesmos castigos aplica á los luxuriosos , á los vocingleros y á los que tienen mal xeniu.
A los amigos de paseos y divirsiones, que non piensan ´n otra cosa, piesllalos ´n un cuartu escuru, jaz ayunar á los zampabotiellos, trabayar á la juercia á los jolgazanes, dar á los tercos contra las pareas.
Obliga á los amigos de lo ayenu á pasiar per delantre de una casa toda de barrotes de jierru. Adientro ven todas las cosas que yos gustan.
Los borrachos tienen que beber agua á tou pastu; los parllateros y mal jablaos, mordese la lluenga, los codiciosos están encargaos de dir á repartir dineru y cosas entre los probes.
A los envidiosos ensíñayos el bien de los otros en munchos espeyos, y á los soberbios y fatos, jazyos andar en cuatro patas y reguznar.
Como “el que tien badillu no se quema”, Satanás non jaz más que mandar y disponer, y tou lo jacen á toca teja los munchos diablinos que tien empleaos.
Elli tien de tal modu montau aquello al estilu modernu, que non llega á lo terrible de otros tiempos, y en sin embargu, bastante pa que todos tengan miedu á aquel llugar de castigu, y enmienden so vida.
Ya ves Bastián, como tou cambia y se altera ´n estos tiempos. Bruxas y trasgos tienen que haber jechu otru tantu, pes hasta el mesmu demoniu sabe modernizar so establecimientu, quitando-i el horror tradicional, sin que los castigos dexen de dar güen resultau.
Jueyinas del mió güertín. Amable González Abín. Madrid 1911.-
Asustador asustau
Cortejaba Nardo á Lina, la morena más salada de la parroquia de B. Cortejábala  tamién Nelón el  sancristán y los dos cortejos  tenían que pasar, de noche, pa dir á vela, per xunt´ al campusantu del llugar, que ´stá  en sitiu solitariu, cerca de l´ Iglesia.
Nelón tenia endiabladas  entenciones, y á tou trance quería que Nardo i dexara francu ´l camín de la casa de Lina.
Pero no´ se atrevía con Nardo, que xugando ´l palu era terrible ente los mozos del pueblu, y descurrió da-i un sustu, apaeciéndose-i en fegura del alma del otru mundiu.
Y como por ser sancristán y enterrador tenía las llaves del campusantu, y atrevimientu pa entrar ´n elli de día y de noche, determinó  dir allá y esperar que Nardo pasara.
Era noche de lluna, pero de mediana claridá, por mor de los turbones que corrían pe´ ´l cielo. Nelón  pescó una sabanona, y engolviéndose ´n ella, plantose ´n ´ a parea, y esperó la llegada de Nardo.
Pero Nardo non paecía venir.
Pasó una hora; pasaren dos,  y ya Nelón  se diba cansando, cuando sintió pasos apagaos pe´ ´l campusantu.
Golvióse y quedó atemorizáu. La Muerte, con una guadañona brillante, venía jacia onde elli ´staba, al mesmu tiempu que Nardo ´ntraba pe´la caleya.
Llocu de miedu saltó de la parea dando gritos y  pidiendo  misericordia. Prendióp á correr sin sabé lo que jacía, y metióse  ´n un bardal, onde se puenxo como un ecihomo.  Salió de allí como pudió;  siguió  corriendo, ciegu, y cayó ´n una poza jonda y llamaciosa. De allí  tuvieren   que sucalu Nardo y un primu de Nardo, sin sintíu, mediu ajogau, llenu de llamaza,  y dempués de golvelu ´n sí, llevárenlu pa so casa.
Del sustu, de los arañatos y escalabraduras que se jezo Nelón,  estevo má ´ e quince díes ´n ´a cama, deliriando co´la Muerte.
En cuantas que sanó, no se acordó más de golver á cortejar á Lina, la guapa morena, y menos de meter  miedu á nengún.
Tan grande jui la medrana que i entró, que dixo-i al cura buscara otru sancristán, que elli cambiaba de oficiu.
Y ¿sabés  quién era la Muerte?
Barruntando Nardo la xugada de Nelón, asistiólu, y vió como se ensabanaba pa asustalu. Entonces avisó á so primu Xulián, y ente los dos urdieren la morruda broma que asustó al asustador. Por eso tardaren  tantu en llegar al campu de los muertos.
Al mesmu tiempu que Nardo entraba pe´la caleya, diba Xulián  campusantu alantre  á la ´spalda de Nelón, armau con una tremenda guadaña,  y una vestimenta que paecía un esqueletu diendo á segar.
Dempués del sustu,  la carrera lloca, los esbardiatos y el remoyón,  Xulián escondió el vistíu y la guadaña, y ente elli y Nardo recoxeren á Nelón y llevárenlu pa so casa.
Hoy no´ hay quien pueda quita-i a Nelón  de la cabeza que jui la mesma Muerte la que lu persiguió aquella noche con entención de corta-i el piscuezu, en castigu de haber  tratau de asustar á Nardo.
Jueyines del mió güertín.  Amable González Abín.-1911.-
















































































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