Colombres
La lliteratura asturiana en México
Fui a Uviéu, la capital, y anque decilo haga mal,
fiu l´amu na Tenderina y na calle del Rosal.....
Con esto lo que pasó a contalo equí renuncio,
y solo vos diré yo que, por esti solu anunciu,
Uviéu s´alborotó. Les solteres, cariñoses,
les casades, ofrecides, les viudes arrepentides
me ofrecieron munches coses y todes apetecides.
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Los barcos de la esperanza
España que perdimos, no nos pierdas; conserva a tu costado el huevo vivo de nuestra ausencia amarga
que un día volveremos, más veloces, sobre la densa y poderosa espalda de este mar, con los brazos ondeantes y el latido del mar en la garganta.
Exiliados y emigrantes dejaron atrás la tierra que les vio nacer, se deshicieron de sus pertenencias, se alejaron de sus familias, perdieron parte de su cultura; renunciaron, en fin, a lo que había sido su vida hasta el momento de su salida. Este sentimiento de pérdida y desarraigo, con el paso del tiempo, hizo posible que conservaran parte de su identidad, que recordaran de dónde venían y quiénes eran. Mantener, en la medida de lo posible, esa identidad y la relación con todo lo que dejaron atrás, se tornó así en una necesidad para quienes comenzaron la tarea de construir una nueva vida, en un entorno que en principio siempre fue hostil, aunque sólo fuera por lo distinto, y en unas condiciones que casi nunca fueron fáciles. Las cartas, fueron elementos clave para hacer realidad ese deseo de no perder las raíces, de seguir unidos a quienes quedaban al otro lado del Atlántico y de recordar todo aquello que había dado sentido a sus vidas antes de partir. Muchos de los que partieron rumbo a América nunca regresaron. Una buena parte pudo trabajar en tierras americanas y alcanzar un nivel de vida aceptable.
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En muchos casos, los emigrantes eran analfabetos que no conocían los más elementales rudimentos de la escritura. En relación con esta carencia, no debemos olvidar que un buen número de los que salían de sus hogares lo hacían siendo niños o adolescentes. La contribución de los emigrantes fue fundamental para la creación en Asturias de una red escolar de primera, dotada de profesorado y material didáctico. Ningún otro colectivo, ni sindicatos, nobles, burgueses o agrupaciones obreras tuvo tanto peso en las escuelas asturianas. Con la marcha del hogar, los emigrantes dejaban todo lo que habían conocido hasta ese momento para embarcarse rumbo a un futuro, en muchas ocasiones, incierto. En ese momento, comenzaba una nueva experiencia vital, reflejada en las letras que incesantemente viajaban entre el Nuevo y el Viejo Mundo con los sueños, las alegrías, los miedos o las preocupaciones de estos hombres y mujeres. "Asturias que perdimos, no nos pierdas"-Laura Martínez Martín.
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Tomar la decisión de partir, separarte de los tuyos y del mundo conocido, era la primera gran resolución que el emigrante debía realizar. Muchos de los que marcharon eran jóvenes, incluso adolescentes, que apenas tenían capacidad para tomar una determinación de tanto calado en sus vidas. Las primeras letras enviadas a casa tras la llegada a América eran aprovechadas para explicar las vicisitudes del viaje. |
Carta de Valdés (Pravia) a su hijo Jesús Valdés Bango. ( La Habana, 25-11-1907)
Mi querido hijo Jesús: si tú al marchar para esas lejanas tierras sentiste una gran tristeza según me dices en tu primera carta desde Santander, puedes figurarte cual sería la de todos nosotros por esta desdichada separación y, muy especialmente la mía, que por mi edad y achaques no abrigo la esperanza de volver a verte y, aunque este dolor estaba previsto, yo quise hacer este sacrificio más no oponerme a tu empeño de salir de aquí y no desconociendo que no te faltaba razón. Todo lo daré por bien empleado y sufriré resignado esta contrariedad y desgracia de mi vida si tú tienes juicio y observas un comportamiento digno de tu respeto a los consejos de tu padre, que siempre te ha querido con toda su alma y que no por consentir en este viaje ha de disminuir su paternal cariño, antes al contrario, creyendo que puedas hacer por medio del trabajo honrado una pequeña fortuna, mitigará su honda pena la esperanza de que logres asegurar un feliz porvenir. Con satisfacción hemos recibido tus cartas y la postal de la Coruña y nos alegramos de que vayas contento y en buen camarote y buena compañía. Nos dirás si te mareaste mucho por el camino y nos contarás todo lo relativo a tu recibimiento por parientes y amigos, no dejando de frecuentar las visitas a unos y otros. Nuestros recuerdos a los tíos y primos y te abraza tu amantísimo Papá.
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La vida en cierto modo errante de algunos habitantes de Asturias, si bien es verdad que ahora no son tan constantes estas particularidades. Nos referíamos á los caldereros de Avilés, zapateros de Noreña y Siero, canteros ó esguines de Ribadesella, goxeros ó maconeros de Peñamellera, los pastores de Teverga y Somiedo etc. que andaban de concejo en concejo, y salían en ocasiones fuera de la provincia en demanda de trabajo para su respectiva industria. Hoy todo se vá localizando, y de esta emigración interconcejil, aunque también interprovincial, solo queda con verdaderos caracteres la de los tejeros de Llanes, que en cuadrillas de seis á ocho individuos, y unos como amos ó empresarios y otros como criados ú oficiales, emigran de Mayo á Setiembre, se desparraman por Asturias, y se establecen en la Montaña, Vizcaya y ambas Castillas, dedicados á la fabricación de teja y de ladrillo. Hablando de los beneficios que obtienen estos industriales, el citado escritor Laverde Ruíz refiere á otros emigrantes. Dice así: “Al lado de este aspecto favorable presenta la emigración tejeriega otro no tan beneficioso y halagüeño. Durante ella quedan á cargo de las mujeres y ancianos el mantenimiento de los ganados, el sallo y resalto del maíz, la recolección del lino y el cáñamo, la siega de los prados, en suma, todos los cuidados y trabajos agrícolas propios del país que, como es natural, se desempeñan por tal motivo con menos perfección y rinden menores provechos. Agréguese á esto las enfermedades que, por efecto del clima, lo rudo y penoso de sus faenas, y al mal trato que se dan, contraen á menudo los tejeros; la relajación de la disciplina doméstica, á consecuencia de su alejamiento del seno de la familia, el descuido en la educación de la prole y otros inconvenientes por el estilo, y se verá que no es oro todo lo que reluce”.
Fermín Canella Secades.-
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Quinta Guadalupe (Colombres). Propiedad original de Iñigo Noriega (México). Actualmente convertida en sede del Archivo de Indianos. |
La casa del indiano: La abundancia de viviendas pagadas con dinero ganado en América se explica por un hecho de orden práctico compatible con otras lecturas entre líneas. Se trata de la perentoria necesidad de habitación con la que hubo de enfrentarse la colonia de enriquecidos emigrantes, una vez resuelta a redomiciliarse en sus lugares de origen. Una casa que, además de dar cobijo lisa y llanamente, habría de adecuarse a la nueva condición social del morador, y de paso mostraría al exterior como prueba contundente del éxito económico obtenido. |
Hoy, día del emigrante
Salir d’Asturies, doliendo
lo que non se quier dexar:
un resquemor en el alma,
les estrofes d’un cantar,
mermullos de les fontanes
con los ramos de San Xuan;
dexar atrás el Musel
0 el Payares… ¡Igual da!
pero llevar con nosotros
les manzanes de mingán
carbón de Llangreo y Mieres,
oles que vienen y van
per el puertu Cudilero,
Ribadesella o Candás.
La custión ya que al salir
en un nuevu caminar,
todo arranca con nosotros:
el regueru y el nozal,
les esfoyaces, la sidra,
los sones del castañar,
la moza que nos dio un besu
una nochi en el portal,
la romería y el ramu
que non pudimos puxar
¡Cuántes coses nos llevamos
al ponemos a emigrar!
La Virxen de Covadonga
también con nosotros va;
y va Uviedo y va Xixón,
y va el Nalón y el Caudal,
Y van les foces bravíes
y van les playes en paz;
y va mió padre y mió madre…
¡Si non marchamos! ¡Qué va!
¡Si tós marchen con nosotros!
¡Non dexamos nada atrás!
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Golondrines
Golondrines que tan cariñoses toos los años veniés a l´aldea a facer el ñerin na ventana del cuartin onde el mio fiu dormiera, que cantábeis ufanes y allegres anunciándonos la Primavera, mientres tantu que, pa facer el ñeru de la facina robabeis la yerta……
escuchai un momentu riquines, non canteis que me duel la cabeza, escuchai a una probe vieyina que´stá triste y se muerre de pena.
Fai ya munchu que el fíu de mio alma, el más guapu de toa la aldea, en un día triste, muy triste del que non quiero acordarme siquiera, abrazándome fuerte y llorando dixome sin que naide lu oyera.
“Non llores vieyina si non quies que muerra, porque tengo ya l´alma muy triste y ye muy grande, muy grande mio pena por marcháme tan lexos de ti y de la aldea. Non llores vieyina si quies que yo güelva, y si güelvo d´aquí a pocu tiempu ya ricu de América,
to comprate una casa más guapina qu´sta, y una vaca morica pa co la nuviella -dixo el neñu- y llorando coló pa l´América. Ya pasó munchu tiempu ya cambiói desde entoncies l´aldea, y el mio fíu del alma non güelve, y yo muerro, yo muerro de pena.
Golondrines, paxarinos santos que allegrais pel veranu l´aldea oime un momentu, volai a l´América y decí al mio fíu queridu que venga…… que venga…. que la que lu abrazó n´un día triste en llántu desfecha ya va caducando, que n´a so cabeza
munchos filos de plata rellucen, que ya ´stá muy vieya,
que se pasa los díes llorando y les noches en vela
esperando que el so fui del ´lma de América güelva……..
Cayón. Asturias, abril 1932.-
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El Indianu
-Llegó el indianu a la aldea
que rellumbraba; tou blancu
de los pies a la cabeza:
sombreru, medies, zapatos,
calzón, chaqueta, chalecu,
hasta ´l pelu , siendo calvu.
¡Una palomba,una espumia,
un mármole, recaracho!
Sobre ´l chalecu de picos
cadena d´ioru colgando,
y relós de faltriquera
tamién d´ioro que y´un plasmu.
¿Y quedrás créelo, Xico?
Trai dos dientes, dos o cuatro,
d´ igual sostancia; es decir,
d´ioro puru; y bien falando
lo mesmo que los ñativos
de Cuba, un llenguaje raru.
¿Sabes como llama a un coche?
Una güagüa! ¡vaya nombre!
¿Y a la chaqueta? Pues sacu.
Al que l´arrancau d´afechu,
¡bruxa sopero, caracho!
Maloja al alcácer; dime
si visti nunca otru tantu,
Asina todo. So madre
non lu entiende, ta rabiando
por entendelu y non puede
la probe, porque escuchalu
y quedase como boba
ye todo unu, llamandoi
guindar a colgar, parase
a ponese de pie; vamos
que y´un llenguaje distintu
al nuestru, puru aldeanu
que falen homes, muyeres,
neños y vieyos.
Y´ el casu
que antiyer una rapaza
topó deyure al indianu
y dixoi tan frescamente
“Adiós mi palmera”.
Un palmu
abrió la boca la neña
respondiéndoi : ¿Dende cando?
Dende que ´l sol de los trómpicos,
contestó al otru, está en Campos
de los Máltires; tu talle
es de palmera, tu encantu
de palmera, tus andares
de palmera……
-¿Por sí acasu,
piensa vusté, señoritu,
que soy domingo de ramos
con tanta palma?
El mastuerzu
que ye fíu d´Antón de Xoaco
el del molín, quedó un pocu
acoriau, más dand´un pasu
quixo coyele la barba,
y entóncenes d´un sopapu
echólu a un llau, que la moza
tien puños,, que son amparu
de sí mesma.
Tu bien sabes,
Xico, que Pin de Torazu
y´el mozu de Remusinda
y que Rumesinda, es claru,
cuntoi el llance al su mozu,
y el mozu busca ´l indianu
pa dai un par de mocaes
que lu espabilen, si acasu
non lo está, que yo barruntu
que dí, y al sabelo el guapu
del home salió pa Uviedo
ena güagüa, por si acasu
los dos dientes de la boca,
(non se si son dos o cuatro)
corren peligru por ser
d´ioru puru, recaracho.
Además en cuando lloviera
en llugar, todu de blancu
como vieno de la Bana
el fíu d´Antón de Xuaco
¿q´iba a facer? O moyase
y quedar fechu un guiñapu,
o quedase ena panera
como el maíz, recaracho!
Antoloxía poética. Carlos García-Ciaño Canto.-1925.-
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La emigración
Al escribirle, nos proponemos manifestar que todos los españoles residentes en Cuba nos interesamos con verdadero empeño por cuantos paisanos nuestros viven en nuestra querida Patria, enterándoles de lo que pasa en esta tierra á los que salen de sus hogares en busca de mayor fortuna, más difícil de encontrar a medida que es mayor el número de emigrantes que acuden á estos países.
A cualquiera se le conmueve el corazón al ver á los compatriotas que encontramos en los parques y plazas en tal mal estado, sin trabajo ni colocación, que es preciso mandar á muchos de ellos á buscar á sus parientes y amigos; pero luego que los hallan, suelen encontrar en ellos más desprecios que protección, viéndose desde entonces obligados á trabajar hasta en las minas y las carreteras públicas, gangas con que no soñaban ciertamente al salir de sus casas, siendo muy pocos los que pueden resistir ese rudo bregar por la vida, y muchos se mueren de necesidad.
Por eso publicamos estas líneas, y por eso aconsejamos á la juventud que no abandone sus hogares, trocándolos por las calamidades y duras pruebas á que aquí se verán sometidos.
Pena da ver llegar los grandes trasatlánticos abarrotados de peninsulares muchos de los cuales van, por primera vez, á Triscornia, donde los explotan, tratándolos cual á seres irracionales, y cuando salen de allí, ya no tienen dinero para pagar la posada.
Esto no lo saben muchos que intentan salir de esa Patria tan querida, y este es el porvenir que espera á todos los que traten venir á este país, sobre todo, si vienen al azar, y á cuyos padres suele ocurrírseles decir después: “Yo tengo un hijo en Cuba que es un perdido, puesto que no me escribe ni me protege” ¿Cómo los han de proteger, si no tienen para comer, aunque la voluntad no les falte, ya que, si pudieran, algo les mandarían?
Les suplicamos encarecidamente á nuestros queridísimos paisanos que no abandonen sus hogares, donde son muy felices, cambiando esta felicidad inapreciable por quiméricas riquezas, que no están al alcance sino de contadísimas personas.
Epifanio Alles.
Cuba, Placetas del Norte. El Oriente de Asturias. Llanes, 16 de Octubre de 1909.-
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