San Emiliano ( El túnel del tiempo) Allande


Textos:
-El hórreo-Jovellanos.
-Felicitación de unos díes.
-La Judith.
-Casu y casoriu



San Emiliano
A la misma entrada de San Emiliano se encuentra un alojamiento turístico con peculiar estructura de túnel, que da acceso a uno de los pueblos más bellos y homogéneos de todo el concejo de Allande. Declarado en 1971, como  Conjunto Histórico, Artístico y Pintoresco. El edificio más destacado  es la Casa de la Torre, que fue fundada por los Cienfuegos, señores de Allande, en el siglo XVI. Se trata de un conjunto de tres cuerpos formado por una torre de planta cuadrada de tres pisos con gruesos muros de mampostería, diminutos vanos y clara tipología defensiva, así como otros dos edificios de menor envergadura adosados a ésta. En una de las fachadas se disponen bajo sus respectivos yelmos y penachos nada menos que cuatro escudos de armas, que corresponden a los linajes de sus sucesivos propietarios: Los Cienfuegos y La Rúa; los Valledor; Ron e Ybias; los Navia y Osorio; y los Llamas y Cancelada. El edifico, todavía desafiante a pesar de su avanzada edad, se encuentra  en buen estado de conservación y habitabilidad. 


Una fía d´aquesti  señoratu    
         Xentil á maravía y delicada, 
Que por guapa non llega al so zapatu   
   La más gayarda y bien aderezada,
Convierte al que la mira en insensatu,   
    Dexa á la más hermosa rebaxada”
“Unos pocos de pelos revoltiados         
   Llevaba na mollera entretexidos; 
Los de los llaos mui ensortiados;      
       Los que iben  per detrás muy esparcidos:
Para abaxo esguilaben enramados       
   Llargos, crespos y bien abastecidos,
Y costazos, cintura, alfoz y saya     
        Tapaben sin dexar una migaya.
El pescuizo dericho y bien sacado       
    Rodiaba de un llistón de fines plates,
Y por cima del xugón desabrochado    
     Un sena  descubría de pures ñates
Que non valen cabo illi ni un cornado,  
    Trapos de ñeve, de coral granates,
Nunca viestes pescuizo más llozano.     
  Podía comello ansí cualquier cristiano.
Cortadura reciente, y no otra cosa,     
     La boquina al abrise parecía:
Non quiero comparalla co la rosa;       
    Lo dicho dicho;  y más cuando quería 
Sonríse un poco afable y cariñosa,    
      Lo blanco de los dientes relucía,
Y con ellos serín los papiquinos         
     Faciendo  y desfaciendo pucherinos. 
So cara yera blanca á competencia     
     Con la lleche y la ñeve; cexa arqueada
Tenía y güeyos negros; la conciencia    
   Non gana á la ñariz en axustada:  
Les vidayes tamién en avenencia      
      Están co la barbina afuracada: 
Melindrosa,alegrica y pequeñina       
       Fai xuegu con el todo la boquina”


A D. Francisco de Paula Caveda: -
 1804.- Hablaré del orrio , -{hórreo} edificio que no conozco sino en Asturias. Su nombre es sin duda, de origen latino y de la raíz horreum y lo son también los de muchas de sus partes. Pegollos, se llaman las columnas o pies derechos sobre que se levanta este edificio. Las grandes vigas que se apoyan sobre estos pies se llaman trabes, como en latín, y las viguetas que cubren sus paredes de tabla, niños, de lignum. Lo mismo se puede decir de los tatos, aguileras y otros nombres del mismo origen. No me atrevo a referir a el el de las colondras o tablas que forman sus paredes, Pero veamos si todo esto basta para atribuirle a origen romano. Lo más singular es que la forma de este edificio supone grandes progresos en las artes, ya sea en los que le inventaron o en los que le perfeccionaron. Diremos algo acerca de él, para que se conozca que no adivinamos. Los pegollos son de forma piramidal, esto es, cada uno es una pirámide de cuatro frentes, cortada en su cúspide , de gran diámetro en su base , que disminuye rápidamente. Estas pirámides son , por lo común de piedra labrada a picón de escuadra, de un sola pieza, y alguna vez de madera, pero su forma , siempre la misma, y es precisamente, la que puede dar más solidez al edifico, pues que, supuesto su bien nivel, lejos de ceder a peso alguno, su firmeza contra el impulso horizontal de los vientos aumenta en razón de él. Sobre cada uno de estos pies se coloca una losa cuadrada y de más diámetro que la base del pegollo, sin duda para preservarle de toda humedad, pues le sirve como de tejado contra las aguas que pudiese arrojar transversalmente el viento. Sobre cada una de estas presas se colocan unos trozos cuadrados de piedra o de madera, de tres a cuatro pulgadas de grueso, y un.... (a que creo llaman toca) , cuyo uso es recibir las trabes , puesto que acabando aquéllas en punta, no podrían descansar bien en ellas. Sobre estas tocas se colocan las cuatro trabes, cuyas cabezas se empalman una con otra por medio de dos grandes muescas abiertas hasta su mitad , de forma que quedan todas a un mismo nivel. A lo largo de esta cuatro trabes se levantan perpendicularmente las colondras. Llámanse así unas fuertes tablas de castaño, bien labradas, las cuales tienen arriba y abajo un grande espigón para introducirse en las trabes y en los liños, y al lado, alternativamente, su canal o muesca, y su espiga corrida para ensamblarse una a otra y formar las paredes del orrio. Los gatos se traban y enlazan entre sí empalmándose sus cabezas en la cumbre , y sus colas en los ángulos exteriores de los liños, y las aguileras se aseguran por medio de pinas o tornos de palo, sin que entre nada de hierro en toda la obra, si ya no es la llave o cerradura , que yo creo de reciente introducción. La razón que para ello tengo es que hay todavía muchas casas de nuestros labradores sin llave alguna en sus puertas, y sin otra cerradura que una tortuga o (tarabica) , o bien un pasador de madera , y aún me acuerdo de haber visto algunas casas humildes sin otra defensa. A este edificio aislado y en el aire se sube por medio de una escalera también aislada, colocada bajo la techumbre hasta la altura suficiente para tomar con algún trabajo a la talanquera, y también para que ninguna especie de animal pueda subir a ella. No hay en torno a él ventana alguna , ni otra abertura que la puerta y tres o cuatro respiraderos en una de las colondras que miran al Norte, abiertas perpendicularmente a una y media pulgada uno de otro , y cada uno de los cuales tendrá otro tanto de luz sobre un pie de altura. Otra de las singularidades de este edificio es su movilidad. Los hórreos no sólo se venden y cambian y mudan de dueño, sino que se transportan de una parte a otra y mudan también de lugar. Como en ellos no entra hierro, mortero ni otra especie alguna de ligazón, se desarman con la mayor presteza y facilidad. He aquí , pues, uno que sería difícil a su jurisconsulto atinar si pertenece a los muebles o inmuebles y si es parte del feudo o de sus instrumentos. El orrio no sólo sirve al labrador para conservar sus frutos y semillas, sino también de despensa para sus comestibles , de guardarropa para sus vestidos de fiesta y aun de dormitorio, que reúne las dos excelentes cualidades de seco y abrigado. Sirve además el orrio de colmenar, colocándose los caxellos o cubos de las colmenas a lo largo de la tenovia, donde están perfectamente defendidos del frío, de la humedad y de toda especie de animales. En muchas partes he visto también en los hórreos muy buenos palomares. Dígame V. ahora si conoce sobre la tierra un edificio tan sencillo, tan barato y tan bien ideado; un edificio que sirva a un mismo tiempo de granero, despensa, dormitorio, colmenar y palomar, un edificio en que la forma, la materia, la composición y descomposición, la firmeza , la movilidad sea  tan admirables como sus usos, y entonces me disculpará de que haya empleado en un objeto tan sencillo tantas reflexiones.- La necesidad, madre de todas las artes , debió mover estos pueblos a buscar algún modo de preservar la materia de su subsistencia , cualquiera que ella fuese, y la experiencia les haría conocer que sólo lo podrían conservar en un edificio suspenso en el aire. ¿Qué importa que hoy los hallemos tan perfeccionados y pulidos? La primera ruda cabaña ¿no contiene ya los tipos primitivos de la maravilla del Escorial? Gaspar Melchor de Jovellanos.- Año 1.804.-


Felicitación de unos días

Esta casa curiosina,                
              De quien diaños podrá ser?
¿Pa quién será esta comida?    
                          Ansina pensaba yo
Allá en mió maxinativa,             
           Cuando entra sin saber como
Por aquella sala misma                
              El mió queridu compadre:
Yo lu miro y él me mira;                     
        Quedé del llance ablucadu,
El tamien se queda andina,               
               Y sin falamos palabra,
El unu al otru se tira,                    
           Y á abrazos nos apertamos 
Alma, corazón  y crisma.            
                   Entoncia tienru me dixo
Entre sollutos y risa:                
                        D. Bruno ¿cómo en Madril?
¿Esto he verdá ó ye mentira?          
                       Amigu i arrespondí, 
Ciertu ye por dicha mía;                   
                  Siempre pensé velu acá
Y ñunca se componia.         
                Mas gracies á Dios q´estamos 
Todos aqui voto á crivas.     
                       ¿ Y qué casa ye esta amigu?
Dixo, la de mió familia.                
                 ¿Y esi tren? Hoi celebramos
Los dies de Santa Rita.           
                          Voto y ño á tal q´he verdá.
¡Xesus, que fortuna mia!          
                        ¿Quién lo creyera mió Dios, 
Que yo viniera en tal dia?              
                   Entre aquistes y otres coses
Entra Antonin; y mió vista             
                                Tanta ñovedá i causó,
Que el probequin l ´alegria             
                      Tornó en llágrimes de gozu, 
Y poniendo en min la vista        
                         Mirándome todu en tientes, 
Saltando  por min decia.                
     Señor, ¿vusté?  …. (non lo creo.)
¿Ye D.Bruno de la villa           
     Que me enseñaba los Santos 
En casa de mió güelina?         
                         Deme un abrazu por Dios…. 
¿Non quier ver la mió altarina    
                             Y el nacimiento de barru,
Y la ciudá pequeñina?           
                                Muncho i tengo q´enseñar; 
Nin de noche nin de dia            
                         Me voi de xunto á vusté; 
Hemos falar de la villa,            
                                Del paseu de San Xuan,
De mió tiu y de mió tia;          
                           Y ha componeme la fiesta, 
Y gobernar mió altarina….      
                     Xesus! ¿vusted en mió casa?
No crei velu en mió vida.              
                           El que sépia soliviar
Una fala tan sencilla,             
                           Piense si yo de entendella
Satisfechu quedaria.         
          En tantu bien la reclamu.
So madre… (Dios la vendida)      
                                Con aquellos güeyos guapos 
Con so cara d´alegria,            
                              Falatible como siempre
Y como siempre sencilla.       
                      Al veme al frente plasmó
Y toda ella enternecida,        
                                      (Por que toda ye bondá, 
Toda entrañes y caricia, )      
                         Gomitando el corazon,   
Pe la curiosa rendixa            
                                De so boca de coral,
Iba á faláme espresiva;        
                       Y en aquesto, y cuando yo 
Prevenia mió retaíla              
                                             Pa saludala cortés,
Y agradecei la acoxida,     
                                         Por arte de barraviellu
Dióme un torzon de barriga,    
                        Y desperté é na mió llastra
Mirando la lluz del dia;               
          Que ño hay dicha ñi aun soñada 
Que sea dicha cumplida.            
Antón González Reguera. Antón de Mariguerrera .- Carreño 1605- 1662.-

La casa de la Torre
La construcción se levanta sobre un perímetro rectangular cuyo centro es la torre, en la que con las dos crujías forman un patio interior rodeado por un alto muro. A causa del desnivel del terreno, la torre y los dos cuerpos forman un piso más en el exterior, mientras que en el patio interior el espacio es más modesto. Lo más significativo de esta construcción, a la que se le atribuye una cronología del siglo XVI, es la utilización de materiales autóctonos, mampostería a base de lajas de pizarra y sillar de pizarra para realce de las puertas y ventanas que dan un color singular, pero lo que imprime originalidad a la Casa de la Torre es la cubierta de pizarra que, como un manto, cae sobre los distintos volúmenes de la edificación. La torre está decorada por cuatro escudos. 



La Judith
¿Siempre cuentos de canes y ladrones?      
Non apruebo en verdá la babayada.
¿Qué miga sacais de ellos, qué llecciones?  
 Ponevos la cabeza enquillotrada; 
Avezavos quicías á sin razones,            
Y traer la memoria enxareyada
Con falsures, y males xigomencies        
Q´enlluxen á menudo les concencies.
Mientres filen les vieyes, d´otra mena    
Han ser los fechos que cuntavos quiero:
Sé q´escuchalos non vos dará pena,      
Pos lo que to decer ye verdadero,
La virtu ensalza, la maldá condena,       
Y honrar á Dios enseña lo primero.
Trabayai y callá; que so importancia       
Nin destracciones quier, nin quier falancia.
Hubo da cuando un Rey allá en Caldea        
Fieru, arremolinado, temerariu
De vista arremellada y cara fea,              
De crespuda melena y mui falsariu,
Que cuando s´enritaba na pelea,          
Los sos güeyos ardin como candiles
Y arregañaba dientes y caniles.               
Soberviosu al empar, cruel y tiranu,
Entre los sós llamabáse Ñabucu;              
Y d´esmelgar el mundu por so manu, 
Andaba tan contentu com´un cucu.       
 Que Dios lu amudó en bestia ye mui llanu.
De guerres y dineru bien fartucu,           
Y d´amoldar los homes al so mando,
Estaba de sobervia refalfando.            
Por esti como digo del mió cuentu,
Viendo que del so reinu angunes partes    
Non querín admetir so mandamientu; 
Llevantando pendones y estandartes,         
Quixo atayar el so revolvimientu,
Con xente, con dineru y males artes,   
Y valióse par´eso de Olofiernes, 
Soldadu que podia facer piernes.       
¿Non veis un xabalin escopetiadu
Arreflundiéndoi una canilada?            
¿Veis como bufa y cuerre espolvoriadu,
Que á cuantos topa d´una focicada   
Diablu mas ios arrinca les entrañes,
Que si comiera un cestu de castañes?   
Pos ansina Olofiernes va corriendo
De so Señor á obedecer el bando.        
No hai alma q´al miralu cueya aliendu,
Nin ciodá que s´esmuza del so mando.    
Co les armes que lleva al fieru estruendu, 
Les fierres mas folgades sotripando,      
Abaxai la cabeza el mas forzudu, 
Y queda en so presencia ciegu y mudu.   
Disti soldau tan fieru y espantable
Quiero que conociais la catadura.       
Ye so melena roza mui plasmable; 
Argomal que non tuvo rozadura,     
 Y al llendon mas espesu semeyable.
En cada pelu tien una gafura,               
Y sin mentir avulta so mollera, 
Mas que puede abultar una panera.      
Está llena so cara de llombinos 
Mezclados con furacos de vexigues:       
Facen i los bigotes remolinos
Crespudos munchu mas que les ortigues:   
Como  les piedres son de los molinos
Sos güeyos pe lo menos; y dos vigues       
De llagar tien por brazos. Decer puedo
Que cada pierna suya ye un peñedo.        
 ¿Y el cuerpu?  ¡Xesucristo! Una montaña
Parez é no bultable. Quien lu viera        
En pie derechu, erguidu na campaña,
Por fantasma de ñubes lu tuviera,      
O por torre fundada n´una braña.
Fartu de vino y fartu de cebera,          
Salva con un rebalgu munchos prados.
Y no hay par´ elli riu nin cercados.      
 Los sos güeyos arroxen fogarales
De chispes xuntamente y de poceñes;  
 Mas son pa les muyeres mui frescales.
Cuando pon gayasperes les dos ñeñes       
 Disparayos en tós tiros mortales,
Y elles manses se rinden á sos señes;    
 Pos fáiyos tan llivianes les güeyades,
Q´á todes ios ximielga les corades.   
Tien ademas so cuerpu tan peludu, 
Llenu de ponxa, caspies y fariellu,      
Que pudiera mui bien puestu desnudu
Llebratos esconder entre el so bellu.    
El vientre y tan anchu y rechonchudu, 
Que miánica acomoda en so botiellu    
Un xatu bonu, y co la boca abierta
Ye capaz de tragar toda una ofierta.      
Tres fanegues esmuerga cada dia 
De compangu, viandes y cebera,         
Y seis pipes de vino enfilaria 
Si tantu d´una vez allá i cabiera.            
Tanta so fuerza ye que fisgaria, 
Si quicías se i ponxés é na mollera,       
Un carbayu berrugu co la mano, 
Como si fos verdascu d´abellano.             
Ansina iera el Capitan salvaxe


La Judith
´enteru quixo vasayar l´Oriente:      
A todos al probar el so coraxe
Yos falta el fuelgu y tiémblayos el diente.  
Recibe de cien pueblos omenaxe: 
Ya dengunu gurguta á la so xente,     
Y al que quier echar ronques, bien aina 
Y llate de pavor la cuayarina.          
Encoidos estaben los xudios
Corripiados por elli en Palestina.      
Faciendo  de sos güeyos munchos rios
Pedin ayuda á la piedá devina;    
Que nin ellos entós, nin los sos fios 
Yeren como son ora xente endina,   
Nin un pueblu toidu, ruin y esclavu,
Nin naide ios decia que tenin rabu.    
Un vieyu andaba alli de bona masa,
Ñon como los d´acá que son roñones.       
Sesudu, honradu, con vertú sin tasa,
Y bien abastecidu de razones,              
Ye de todos queridu y en so casa,
S´ampara el probe, y son sos oraciones   
Para el plueblu salú. Dios lo queria 
Y por so boca la verdá decia.     
Llamábase Elioaquin, y adivinaba
Porque el Señor ansi lo permitia,      
Cuantu está por venir; lo que pasaba
LLoñe de la ciodá donde vivia,   
Y lo cierto y meyor aconseyaba, 
Y de tal modo á so nacion servia,   
Que todos al empar lu respetaben,
Y á cuantu elli mandaba se prestaben.  
Al velos amusgados y aflexidos,
Yos dixo. “Non temblés: tomai aliendu,      
Que tiempu ye tovia. Non coidos 
Vos mirareis d´aquesti mostru horrendu,   
 Si vos tornais á Dios y componxidos
En so presencia llágrimes vertiendo,      
El perdon i pedis de los pecados
Con que viviestes siempre enllamuergados.  
Ayuntai y empolviavos de ceniza; 
Facei llimosnes, davos desceplines,         
Mirai la lliviandá con oxeriza; 
Dexavos de tabiernes y moines;               
Que si lo feis ansi, meyor estriza
Desque hay en mundu llástimes y ruines,   
Ñunca la vió el Asiriu y so rociella:
Ciertu estoi que vos dexa la escudiella.       
Y ansina asocedió. Que cuando fieru
Olofiernes sos xentes llevantára             
D´oro guarnides y llumbrante aceru,
Y á esmorgar á Betulia se prepara,         
Entra en pueblu de Dios un desesperu
Y berrenguina tal, que no arrepara          
 En morir entre ruines sepultadu
Primero d´entregase á aquel soldad.       
Muévese en tantu el campu todu enteru
Del Asiriu al ruxir de los tambores,     
Y parez un inmensu formigueru,
Cuando del sol sintiendo los ardores,       
Se esparrama bullendo pel suqueru,
Y cuaya yerbes, árboles y flores.          
 El polvu que llevanta roba al dia, 
Y al cielu va s´horrenda voceria.            
 De caballos, y carros y banderes
Y tiendes xuntamente, nun istante            
Cúbrense de Betulia les lladeres.
Rumor de guerra, fieru amenazante,         
Pe los murios s´esparce y pe les eres:
El cabayeru, el pion, el elefante                
Aguarden la señal de la batalla,
Y cad´un en so puestu espera y calla.        
 Conforme ye l´apuru  y l´apretura, 
Los xudios nin comen ni ensalienden:          
Probes d´auxiliu y probes de folgura, 
Ya la muerte á sos puertes arrecienden;      
Pero el valor sopera á la pavura 

La Judith
 á lochar y vengase solo atienden;       
 Que naide en tanta cuita desespera, 
 mas que falten fuerces y cebera.           
 Nin hai tocin, nin fabes, nin rosquia, 
Nin un garbu de lleña, ni una cosa        
Con que poder tirar siquiera un dia. 
Al defuntu que lleven á la fosa                 
El soldadu esfamiadu parecia;
Entre la xente escuálida y llorosa,         
La muerte amenazando discurria; 
Y encoidos los vieyos y muyeres       
A los templos corrín á carrenderes.
Allí al pie de les ares componxidos,     
Como si foren todos madalenes, 
En fuentes los sos güeyos convertidos,    
Aliviaben con llágrimes les penes
Y á Dios le ofrecín enternecidos.           
 Que rompíes i pedín les sos cadenes, 
Y llibres d´Olofiernes los dexára          
 O para si bondosu los llevára. 
Y Dios los escuchó.  D´elli inspirada   
 Una rapaza ñoble y valerosa, 
De gracies enfenites abastada,          
 Xentil á maravía y xenerosa
Y en so esfuerzu y virtudes enfontada,     
 Entós á los Betulios se presenta, 
Y les perdides fuerces ios alienta.         
Ródia su cuerpu un resplandor devino
Mas gratu q´el del sol del medio dia,     
Cuando pel mayu suave y templadino,
Baña de lluz la carbayera humbria,      
Dexando so ramaxe doradino.
De so boca el aliendu arrecendia      
Como el inciensu que n´altar s´ambura, 
Y mas que mariselva na espesura.       
Palma xentil de brises solmenada
Que gayarda s´abaxa y se llevanta      
Agora afalagando la enramada, 
Besando agora so lliviana planta,          
Ye el cuerpu de la ñeña regalada,
Y de so cara la hermosura tanta,            
Que del abril la rosa mas llozana, 
En bondá y en frescura non i gana.    
Destilen miel sos llabios colorados
Q´entre farrampios de la blanca ñeve,      
Parecen dos claveles desfoyados
Allí por el amor en sitiu breve,      
Apuesta y con intentu colocados.
El que los mira baboriau s´embebe,         
Y quixera de cerca arrecendellos, 
Y entre los suyos despican mordellos,   
 Que á tantu y mas provoca so hermosura 
Y la lluz de sos güeyos despedida,         
Y so garbu, so gracia y donosura,
Gozu del alma, del amor guarida,    
Donde pudiera el home sin cordura
Si Dios non la dexara bien guarnida      
De santa honestidad y de recatu, 
A cometer quicías un desacatu.    
Al empar de sos gracies peregrines,
Ye so candor y ye so fortaleza           
Dafechu santa, enclinacones ruines
Denyure conoció deseque bosteza.    
Mas candial que les tienres florequines
Que ñunca s´amustiaren en maleza,     
So castidá conserva y so hermosura
Tan gentil como fuerte, casta y pura.  
Anque en bonos pañales fue enrollada
Y la vergüenza tien d´una doncella     
 Que so padre criara viciayada,
Anque siempre fuxó toda rencilla     
En so casa del mundu separada.
No por eso é medrosa ni empapiella,        
Si el peligru la cerca y vé la muerte
Llamar co la guadaña á la so puerte.    
Recia de corazon, tan animosa
Como el home mas bravu y esforciadu,     
Valiente al mismu tiempu ye y hermosa:
Y si non puede armase d´un forcadu,    
 Para so corazon denguna cosa
Hay capaz de dexalu apavoradu,    
Y anque el mundu quicías se confundiera,
Dala migaya miedu i empuxera.           
Pos esta ñeña que Judith se llama,
Desque vió los Betulios encoidos,      



La Judith 
De dayos nuevu fuelgu y fuerza entama.          
¿Porqué, ios diz estais aflixidos
Y mas pronto á divos pa la cama,         
Q´agarrar les espades prevenidos?
¿Qué llercia, que temblura vos encuere   
 Y tan aina vuestres honres tueye?
Pórque no é de xudios animosos            
Q´á Dios tienen por guia y por amparu
Enxencles ablucase y llagrimosos,       
Ni en cuites y peligros fer reparu, 
Si non es contra d´ellos poderosos   
Mostrase siempre, y siempre vender caru
El fuelgu y el valor que conservaron,  
Cuando De Faraon se llibertaron.
¿Y menos sereis hoy? ¿No habrá n´el cielu    
 Salvacion para el probe que lu implora?
¿O será mas la llercia, mas el duelu          
  Q´ el Asiriu feroz vos ponga agora, 
Q´el que quxo enfondivos en so suelu           
 Del exipciu la espada vencedora?
Callai y non temblés, que una artimaña,          
Vos ha sacar de cuides con mió maña.
Yo me porné xenti, zaragozana,                  
De perles, oro y seda bien guarnida; 
Diré para Olofiernes mui ufana,              
Como quien cuerre á so poder rendida;
Y entonces con l´ayuda soberana,           
Entre miós brazos perderá la vida,
Y en estos murrios puesta so cabeza     
Quebraré del Asiriu la entereza.
Eso postrero non lo dixo á riciu;             
Fasta q´al fin fos ello socediendo,
Medio oculto lo tuvo con non xuiciu.   
Los xudios que tal estaben viendo,
Sacaren de so esfuerzu bon indiciu,    
Y pescando d´oilla munchu aliendo, 
Por santa y llibradora la tuvieron,         
Y mil acatamientos i fixeron.
Ella sin vanidá, deseque les manos     
Al cielu componxida llevantara,
Pidiendoi la salú de sos hermanos,        
Con ayunos y rezos se prepara 
A salir de Betulia pa los llanos       
En que Olofiernes no cuartel sentara, 
De tiendes arrodiadu y servidores    
Que yeren de sos tropes los mayores.
Baxu la blanca toca ensortiades,        
Sos guedeyes s´esparcen pe la espalda,
Con llistones de plata entrellazades;    
Y cubriendo el alfoz fasta la falda, 
Son del vientu llivianu solmenades     
 Como llirios en campu d´esmeralda.
Resplánde en so garganta una presea;   
Que con piedres desllumbra al que la vea. 
En sos brazos de ñeve al tornu fechos,    
Trai sartes de corales enrollades
Que resaltien allí como en barbechos    
Por abril les mapoles colorades.


La Judith
Con delgadin cendal los tienros pecho
Ocúltense del home á les mirades,
Q´en ellos piensa q´ el amor añida,                
Y de sos diches á gociar convida.
Vistosu y relluciente el so vestidu               
D´oro llabradu y encendida grana, 
Mas deslumbra cien veces el sentidu,              
Q´el arcu con q´el cielo s´engalana
D´azul, paxizo y colorau teñidu,                  
Cuando al fresquin albor de la mañana
Umbia l´agua á la tierra, y sos calores         
En frescura convierte, fruta y flores.
Ansi Xudith saliera de la plaza                
Pa dar el pueblu llibertá y consuelu.
Lleva en so compañía una rapaza,          
Y sin mas cometiva y mas arruelu, 
Nin teme, nin por nada s´embaraza.          
Ya del campu enemigu pisa el suelu,
Y les guardies atopa y la canaya,            
Q´á so placer la roña ó la gasaya.
Dexaime en paz, ios dixo: yo fuxía       
De Betulia y los suyos agafada,
Porque entr´ellos bon tratu non tenia,         
Desque propuse davos allá entrada,
Y que con vos llevasen armonía.         
Sin atopar guarida, escorrexada, 
Vengo á echáme nos brazos d´Olofiernes,   
Y de tantu correr non tengo piernes.
LLevaime á la so tienda; yo aseguro         
Que non i pesará d´agasayame
Y de salir por min en isti apuro.             
Si entre los sos amigos quier cuntame,
Yo lu porné á so salvo  dientro el muro.   
Bien puede con franqueza preguntase
D´Israel, de sos fuerces, y so xente;       
Quicías que mió repuesta lu contente. 
Plasmaren los soldados d´escuchalla.     
Y fiendo muncha fiesta y voceria, 
Dempues de á so manera falagalla,       
Como gaita na fiesta ó en romeria, 
La lleva pa Olofiernes la canalla,        
Cierta de que contentu i causaria 
Tan bona presa  y moza tan galana,       
Como ñunca lo fue denguna xana.
Estaba el mostru en so poder fiadu         
Con túnica de casa revestido,
En un escañu d´oro recostiadu.         
De guerrear por entonces olvidadu.
Pensando en cariciar el so sentidu,       
Pelres, flores y ensencies lu cercaben 
Y todos en servillu s´afanaben.        
Yera so casa á maravía estraña; 
Sin teyadu, ventanes nin esquines,         
Fos corral, fos corripiu ó fos cabaña,
Cubierta estaba d´oro y piedres fines,       
Y llamábenla tienda de campaña.
Fecha en redondo toda de cortines,        
Desde el cimeru hasta   tocar al rasu,
Figuraba una cuca de ñerbasu.          
Desque el Señor q´en ellas´arreposa
Atisba allí la ñeña allegadiza,                  
Atochecidu queda que ye cosa 
Col cúmulu de gracies que lu echiza.     
Tan llozana la mira y tan folgosa, 
Que i tiembla la cuayar y s´empapiella,     
Al apenzar á dai la bien venida
Y asegurái haciendes, honra y vida.    
 Tantu lu tien amor esbaboriadu
Y los encantos de Xudith toidu.      
Ella que ansi lu vé desamoriadu,
Con tonu llastimeru y componxidu        
Meciendo el sentimientu y el agradu,
Empapiella, y del pechu enternecidu     
Llancia un sospiru, y míralu melguera 
Y fálai despacin d´esta manera.             
Si te mueve, Señor, la cuita ayena 
El inciensu y el fuebu q´allí ardia:           
Xarros con flores puestos en tayueles
D´oro macizo y plata bien bruñía       
Cubrín entre cacíos los manteles.
Los platos y escudielles verbenaben,      
Y de todos manxares abondaben.
Ascua d´oro la tienda aparentaba:           
Yera la mesa un huertu bien plantadu
La Judith
El resplandor la vista desllumbraba,         
Co les veles q´habia pel someradu,
Y del techu cien llámpares colgaben    
Q´estrelles é nel cielo asemeyaben.
Gaites, xiblatos, muérganos, tambores     
Sonaben al empar, y sos tocades
Tan sabroses facín allí les hores,                  
Que solliviando al home les corades, 
Lu allancaben en rises y en amores,    
Y aguixaben so gustu y lliviandades.
Non dormin en verdá les d´Olofiernes,  
Q´estaba á so Xudith mirando en ciernes.
Falatible, enfortado, gayasperu               
Del gozu y de fachenda refalfando,
Cual s´echa un xabalin en un regueru,          
Ansi sobr´el coxin mollido y blando
S´espurria á la perllonga gayoleru                
¿Quién, anxel del Señor, te verá ansina, 
Que vistiendo por ti lloriga y malla,        
A vengáte solícitu non cuerra,
Anque por fello entre llaceries muerra?    
Una llágrima sola de tos güeyos,
Mas que d´oro finísimo los tejos         
De que saca el Oriente so provechu,
Valen pa min. Yo ciegu á tos conseyos   
Y á to mandar, me to ceñir d´afechu.
Dime que quíes : serás obedecida:          
 Dispon de miós soldados, honra y vida.
Al fali d´isti modu gayasperu,                
Con güeyos tan llambiones la miraba,
Q´amburála quixera nel llumeru       
Q´amor en sos entrañes atizaba.
Como el gatu celosu por Xineru,      
Empaciente cabo ella se cozcaba,
Y palabres d´almíbare i decia            
Y afalagála el porconzon queria.
Pero ella yera casta al par d´hermosa:  
Dios velaba en so amparu, y fortaleza
Ponxo en so pechu y santidá preciosa   
Pa trionfar del pecadu y so torpeza.
Del santu paraisu fresca rosa,           
Ha respetála aquel que la mereza,
Y tien en sos espines q´escayase   
Placeres y esperances saborguiando.
¡Q´esmorgar de viandes, que fártase!   
¡Y q´emburriar el codu, que folgáse!
A escancíai vino aneyo antainaben,        
Y él á dexar sin gota les botelles:
Foragades sos güeyos arroxaben,            
Y tascu podia arder en sus mexelles.
Ya palabres y piernes y faltaben,         
Y con todo á Xudith echaba flores,
Pertochu y alloriau con sos amores.     
Xoya del alma i diz:¡ Como estó muertu
Por esa cara guapa y esos güeyos!       
Llégate áca, fagámos un conciertu
Y non témias por dios los miós treveyos.  
Mira; del mar Bermeyu hasta el desierta
Todo é pati si escuches miós conseyos.         
Dime que non t´enfado; que me quieres,
Serás la mas feliz de les muyeres.         
LLocu el procaz, sin esperar rempuesta,
Que se foren mandó á los convidados,    
Y con Xudith quedóse tienta á tienta,
Allí los dos solios y pesllados.         
¡Señor del cielu! ¡ Qué apretura aquesta
Pa que la fuxe el mundu y sos pecados!    
Mas non temblés:ensalendái, rapaces; 
Que Xudith de llibrase drá traces.       
Anque al velu de llercia s´amargura 
Y conoz que no he bona la posada,      
 En sin perder por eso so cordura,
Gasayosa se muestra y enfotada;         
Y del llicor y el fuebu que lu ambura,
La Judith
Diestra sabe acrecer la llamarada.       
Ansi con palabrines y non vino,
Combayona lu fei perder el tino.....    
Ya amória, ya la lluz lu encalabina;
Ya felpuda la llegua i taramiella,       
Ya píeslla los dos güeyos, y antaina
A venii el pigazu y la ferviella;   
Ya com´un mayu la cabeza inclina, 
Y al llevantase el mostru de la siella,  
 Cai de pámpana arriba na so cama,
Roncando munchu mas q´ el toru brama. 
Llercia y silenciu entos, ñegra tristura, 
Pe la callada tienda se derrama,        
Como del monte al llanu noche escura.
Les llámperes pigacen, y so llama   
Entr´aires de difuntu y sepoltura,
Envuelve cuantu en tornu de si algama,    
Y tovia estan les coses trastayades,
Que sirvieren allí pa les llacuades.  
Copes y xarres, fuentes y tayueles
Toides con el vino y los manxares, 
Todo revueltu andaba pe les pieles
Del somerau estrades én nos llares,   
Como si allí comieren cien llebreles,
Se ven denyure y q´enritadu el cielu,  
Pensaba de castigar tan torpe arruelu.
Porque mientres l´Asiriu entorpecidu,     
Com´un xatu roncaba envueltu en vino,
Pingayando del llechu y descubridu  
Conforme s´allugó faltu de tino,
El tornu d´elli s´escuchaba un roidu,  
Y s´agolía un fedor á mortecino,
Q´el final d´isti réprobu anunciaba,    
Y que Dios á so xuicio lu llamaba.
Como la tienra flor é nel desiertu     
De escayos y de roines acercada,
Q´erguida s´endereza al cielu abiertu   
D´un xabalin espuesta á ser triada,
Ansi Xudith del torpe desconciertu         
Q´entornu suyu mira baboriada,
Al frente del Asiriu se llevanta,       
Espuesta á ser triada de so planta.
Respínguensei los pelos al miralu:       
En so cara feroz ve les maldades
D´un corazon torcidu, foscu y malu,     
Por el infiernu mismu retratades.
Piensa que torna en si; piensa escuchalu,    
Y que de sos amigos abrasades
Ban á ser por el bárbaru les cases,         
Ellos esclavos, sos haciendes rases.
Del desesperu entos la llamarada          
Y el amor de so patria dolorida, 
Dexen i l´alma toda solliviada              
Y siéntese de rabia esperecida.
Curre la tienda:co la vista airada       
Apárase de golpe enfurecida,
Y col despechu llágrimes vertiendo,   
Clava los güeyos en el mostru horrendo.
Y en tantu q´indecisa lu arrepara,    
El anxel matador que del xitanu
Quixo Dios que la vida amargurara, 
Alli se i aparez…. Furor insanu
Inspírai con so aliendu, y la prepara    
Faciéndoi el peligru llisu y llanu, 
A ser de so ciodá llibertadora,     
Y del pueblu de Dios la vengadora.
Ya non duda Xudith nin teme nada:   
D´oveina en liona convertida,
Cuerre á coyer la rellucente espada       
Q´al testeru del lechu sospendida,
Tien Olofiernes siempre apareyada,  
Como á so compañera de por vida.
Descuélgala; furiosa la llevanta,      
Y empareya col mostru que la espanta.
A fuera de la cama pingando     
Estaba so cabeza espelurciada
Col vino y los ensueños afamando: 
La Judith 
Ella atisva el gargüelu y esforciada   
Apenes de furor ensalendando,
Solémani tan rabiosa cochellada,        
Que i lu taraza y salta la cabeza
Al duru golpe con mortal presteza.      
Teñida en ñegra sangre por el suela
Va rodando gran trechu, y arremiella  
Los güeyos entovia y q nier al cielu
Escupiayar, y ya non taramiella             
La  ñeña entonces cuéyela pel pelu, 
Llama despaciquin á la doncella,   
Y escapando escondia á carrenderes,
Con ella entra en Betulia pe les eres.   
Alli del sustu y penes reposada, 
Manes y corazon á Dios llevanta;          
Del Asiriu la tiesta ensangrentada 
E nos murios  al públicu la llanta       
Y homildemente entos arrodiada,
Tan gran fazaña co los suyos canta,   
Y tornase la pena en alegría 
Y asocede el valor á la ruxia.                  
Viva Xudith; q´el cielu la vendiga,
Denyure clamen homes y muyeres.       
Todos del pueblu llamen i l´amiga; 
Todos cuerren por vela á carrenderes,   
Y en premiu de so triunfu y so fatiga, 
Entre fiestes, y arrullos y placeres,         
No hay padre para fiu; la venganza
Ambura del xudiu les corades;        
 Crez la rabia al empar de la matanza; 
Reflúndiense rebeses y llanzades      
Ansi cual se dan palos é na granza.
Nin lloros nin piedá: solo la muerte      
El mas floxu recibe del mas fuerte.
Corripiados, desfechos, encoidos,       
Los Asirios por breñes y paciones, 
Fuxin á carrenderes perseguidos,   
Como escapen del perru los llechones.
En llamuergos de sangre somurguidos,  
Dexen tesoros, armes y pendones. 
Quien lliberta la vida va contentu,        
Guardando solo pa fuxir l´alientu. 
Ansina pe la mano d´una ñeña,        
Dios ruempe de Xudea les cadenes
Al soberviosu del sitial despeña,      
So lloca vanidá tornando en penes,
Y al homilde llevanta de l´areña,      
Pa dái poder y gloria, y parabienes.
Llibre Israel lo diz y so victoria,        
Para exemplu mentada pe l´historía.
Nella está perpetuada la alabanza     
Con que honrara á Xudith, y los cantares
En que i llama so dicha y so esperanza,   
Y amparu y llibradora de sos llares. 
Antón González Reguera. ( Antón de Marirreguera)  Llorgozana  (Carreño )1605-1662.- 

 











Iglesia . Conserva diversos elementos con notas distintivas del prerrománico asturiano, como son dos grandes capiteles imposta en su arco triunfal con el característico canalillo y sogueado, que hacen pensar en un primitivo templo anterior a la actual construcción. En su interior destaca  un retablo mayor con varias imágenes medievales, una virgen de vestir y un crucificado del siglo XVII. También se han descubierto algunas pinturas murales que guardan cierta semejanza con las de la iglesia de Santa María de Celón. 
Añadir leyenda

Casu y Casoriu 
Al golver de la fontica   
       metánes la saltaera,
encarióse Nisionina        
     con Sabín el de Botexa,
Vizconde del Rebollal,      
   anque pel mote lu ofienda.
Estaba ellí pensatible       
   y finxau com´una pértega,
y, empobinándose allí      
    co la ferrá n´a cabeza
allegábase la xana,        
     sonsañando una cuarteta.
¿Qué ´seluques ahí, magüetu?  
   dixo ente oscura y melguera.
Preguntes ocioses, Nisa,    
     arrespondió el probe llueta.
Si en cencia yes más qu´el cura  
   ¿pa qué me´ntrugues artera?
¿A quién atisbara yo,             
      que non chocáramos, neña?
¡Y más yo y tigo, palomba,   
       palombina mensaxera
del maravallu que siento     
         magar t´afayo rinsueña!
Tú yes la flor más liviana     
       que s´atropa n´a campera
y tos rises candialines        
        allorien al que te vega 
pe l´amor de ser tos llabios   
     más dulces que la cereza,
y yes orisca y mansuca,         
    o non sé como yes, neña; 
pero ¡ay! esi palmiquín      
         y esa roxina guedeya
y esa cara tan esñidia,          
     más ñidia que la mantega
ababórienme les mientes    
      y pónenme l´alma en pena
porque de tu el fembrío    
        ganes pa min la palmeta.
Por eso to que decide,     
          alaxina pinturera,

Casu y Casoriu 

malgarita de mios suaños, 
regalu de mió querencia, 
que siento ´l pechu por ti 
com´una cotolla encesa, 
que vo cuidate los pasos, 
que me taraza la llerza, 
y que casara por Pascua 
y a esa presona quimera 
y a esa presona gustase 
la facienda que esta lleva 
y si esta presona agrada 
a la que tien en presencia, 
que po´l día la acocora 
y suaña dimpués con ella. 
Fala, fala sin sostancia, 
platica abondo, Botexa, 
que si non sé los tos suaños 
como si nada sopiera, 
bien se algama, condenau, 
que fosti un añu a la escuela 
a deprender picardíes 
pe la Gramática prieta 
y te pruye ´ntrabucame 
pa que arresponder non sepia. 
Dime, Sabín, ¿con qué suañes? 
¡Non me tientes la pacencia! 
Suaño con unes cosines 
¡Recordio! si lo diera; 
pero atendi, Nisiquina, 
non me tires de la llengua 
porque ´scurro vas fuxir, 
con oillo, a la carrera. 
Por engázalo, pecau, 
que non la barrunto fresca, 
y anda con Dios, xirigatu, 
¡El degorriu del babieca! 
No te´nfurruñes, Nisina, 
aúyelo sin más treta. 
Suañé que yeres gallina 
y yo pitón. 
¡Ay qué fiesta! 
Y oyéte cacarear, 
respingóseme la cresta 
y arremetí ´scontra ti; 
yo non sé lo que fixera 
pero al dir piegar un blincu 
fixisti una furtadiella 
y yo caí de ñarices 
de la ´ndiablada tixera, 
mancorniándome d´afechu 
y estrapallando una dea; 
anque del casu lo pior 
fo que di un sustu a mió güela. 

Casu y Casoriu
A los tres meses dimpués      
        del pasu la salteara,
camín de Pola de Sieru             
     espatarrau va Botexa
so l´espinazu un pollín              
     con más sucos que la Güestia, 
desencolau y esprimíu         
           com´una sardina arenca, 
pos nin pué solmena ´l rau,    
        nin ye a llevantar oreya
y como ta mancorniadu         
        en ca rebalgu que echa
fai un saludu a la xente        
          qu´afaya n´a carretera.
Tamién va l´amu mohín,          
       mascando un cachu pamesta 
con un bolsau de cirgüeyos   
        pa criar daqué de juerza,
pos va arreglar los papeles    
        pa casase co la neña.
Cabo el llugar de Llineces      
   hay cántiga y pandereta
cuetes, gueite y tamboril        
     porque casó con Botexa
la gayaspera Nisina,          
        Ya baxaron de la Ilesia
a llamber  el chocolate     
          los novios y parentela.
Diba Sabín en ´a capa      
         enrollau fasta la oreya; 
aunque de Xunio postreru     
    fai un sol qu´gueu atuesta,
y estrenó Nisa zapatos        
    con un xugón de bayeta.
Extendió ´l mozu la capa    
       so la cama de la neña, 
y entramos se respingaron    
quiciaes co la mesma idea.

Casu y Casoriu
Fo de padrín Celestón,        
      un siñor de la Carrera
qu´anda muncho en votaciones   
  co los de la mano negra, 
y de testigo  Celín              
            Perfecto de la Piniella, 
Valentín el de la Hazaña    
          y José el de la Maestra,
dando fe po ´l siñor Xuez      
     con muchu posu y majencia
Don Dorino el llagareru       
        que pisa en ca la Isabela. 
Yantóse ¡ que fo yantar!   
           una pata de tenrera, 
una boroña por barba,           
     un quesu de arroba y media,
cuayada semá d´azúquere,  
      un barril de  sidre aneya
al pie un galipu d´ablanes      
    y arroz con lleche y canela.
Al tute xugóse abondo    
            y dalgún de la tixera 
colgó arteru un campanorio   
    pa que se asustás la neña
cuando al soplar el candil    
        se volviés pa la pareda.
Ansí casó perdichosu       
          con Nisiquina, Botexa,
mas pa que ñunca s´algame,   
   dicha, sin llárimes, cierta:
mató aquel día al pollín       
        una condenada aviespa. 
Fabricio . Oviedo 1920.- 

















El Hórreo 
Dentro de las enormes variaciones y adaptaciones locales, se han distinguido distintos tipos de hórreos diferentes, atendiendo a sus características constructivas o decorativas. Así hablamos de la panera “hórreo de seis o más pies” y de planta rectangular, que aparece en el siglo XVI, debido a la introducción del maíz y la abundancia de productos a conservar; del hórreo besuco, de pequeño tamaño y con tejado a dos aguas, y que se conserva solamente en escasos lugares del sureste de Asturias; del granero, construcción de planta baja destinada a cuadra o vivienda, y la superior a granero…. Los hórreos de cubierta vegetal ( escoba o centeno) se distribuyen por el centro-occidente (Somiedo, Teverga) y el sur-occidente (Ibias, Grandas, Oscos… ) En el Occiente la cubierta de los hórreos no es de teja, como en la mayor parte de Asturias sino de pizarra.





























































































































































































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