Pravia-Escoreu-Villafría-Mirador de la Peñona












Textos:
-Pachu é Pericu.
-A Pepe Prida en su muerte.
-La Ñubeira.





Pravia. Villa y parroquia, capital del concejo del mismo nombre. De su pasado conserva numerosos restos arquitectónicos, aunque es en el siglo  XVIII cuando el casco urbano experimenta un gran crecimiento. De esta época datan los principales edificios. A partir de 1715 se construyen, extramuros, la colegiata de Santa María la Mayor, el palacio de Moutas y las casas de los canónigos,  por mandato de Fernando Ignacio Arango y Queipo, obispo de Tuy, nacido en Pravia en 1779. En época contemporánea Pravia se industrializa. Las fiestas populares: El Xiringuelu es una celebración que se caracteriza por la construcción de casetas, a la orilla del río. El martes siguiente a las Piraguas del Sella tiene lugar el Descenso del Nalón. En septiembre se realiza el descenso del Narcea, durante las fiestas de Pravia.-






Pachu é Pericu. Romance para la Danza Prima. 

P. ¿Ves aquesa fumarea
que s´alza nel domedal,
e tantu crestianu xuntu
á carreres p´acullá?
Pos yé qu´un coche sin mules
dicen que va chár andar.
Per.-Será que tien los diablicos
ó máxia ñegra será.
P. Quita pa llá, non yé aqueso,
yé máquina, mió rapaz,
  descursu  de los homes.
Per.-E col coche ¿qué farán?
P. -Van á trér desde Llangreu
carbones xunt´la mar.
Per. -E ¿p´acarretar carbon
tantu ruiu e tantu afan?
yo apuesto que quince dís 
en sin mules v´a tardar.
P.  Non borricu, en una hora
tou ´l camín andarán;
é per  caa vez que córria 
mil carros puée agarrar.
Per. -E dempués d´esti carbon
dime, Pachu ¿qué farán?
p. Mandalu per tou ´l  mundu,
é vendelu allende ´l mar,
al  francés, al  italianu,
á los que manda ´l Sultan,
á los de tierra de griegos,
é qué sé yo cuantus más.
Per. -E pa cargar tantu, tantu,
¿los barcos donde ´ntrarán?
qu´esti puertu ye pequeñu,
muy pequeñín ¿ye verdá?
P. Ya farán otru mayor,
dexa, déxalos andar,
ya vedrás  carbon que marcha
é que d´oru vien p´acá.
Per esu si corries munchu
é nel  domedal vedrás 
á la madre de la Reina,
que reina tamien fó yá;
que dicen que fá estes coses
pa que ganemos el pan:
pos bien e rey  ena España
siempre xuntu tien qu´andar.
Per. -E ¿cuantu fará qu´un rey
non asomó por acá?
P. Dende ´l Emperador Carlos 
ya mas de tres siglos fai:
yo ví so cuartu é  so mesa,
en Villaviciosa estan 
d´entro  de la casa d´Hevia
donde ´l se quiso aloxar.
Vamus, corrie, vamos lluegu,
vamus cancia l´ domedal,
qu´está tou asturies xuntu,
vamus á gritar allá:
“Viva la Reina Crestina 
qu´asturies vien a morar.”
Nápoles y Junio de 1852.
Plácido de Jove y Hevia.-

A Pepe Prida en su muerte
Lluna, llunina querida
¡ai! Lluna, llunina maxa
la qu´en mio tierra llucía
dengue y mandilín de plata, 
con arracaes de lluceros
y d´estrelles la saya,
de céfiru la chambrina,
el pañuelu d´orbayada
y d´un xironín de cielu
el refaxu. ¡Dime hermana!
¿Por qué te vistes de llutu
el pasiellu d´asturiana?
¿Aú ta? ¿Qué fixisti d´el?
Temblu al vete acongoxada.
Yera una nueche d´ochobre
Yera una nueche villana
Tristemente óyese lloñe
Dar les tres de la mañana; 
Na portona de San Marcos
Quéxense las sos bisagras;
Salen d´allí diez sayones
Cola visera calada
Y en mediu va un caballeru
De noble y dulce mirada.
Relluma lo mesmu qu´oru
So melena enguedellada, 
Pisa reciu mira al cielu
Sospira ¡Madre del alma!

Poles breñes de Lleón
Cuerre la  lluna asturiana
Y ente ganzus y espineres
Queda el mandilín de plata, 
El dengue el refaxín
Mas nun arrepara en nada.
Ella sigue al caballeru
Con el espantu en la cara,
Con diez furacus na nueche,
Fizo fiera la descarga,
La vida del caballeru
Tapeció na madrugada.
La lluna lanzó un berríu
De pena ferida l´alma.
¡Baxai lluceros astures!
¡Baxai estrelles de plata!
Y apúrreme ´l mantu nueche
Que quieru tar enllutada.
Voi tapar la so carina
Col pañolín d´orbayada
Y sol so pechu ensangrentáu
Voy pone-y la mió tirana.
Cruciaron les sos manines
-arrancaes de filigrana-
y peneraron l´orbayu
seliquín comu una llágrima.
Al alborotar aquel día
Peles tierres castellanes,
Asturias fecha xirones
Al caballeru velaba.
Penes, montes de Teverga
Non lloréis de pena y rabia 
Que l´alma  astur tá en so sitiu,
Firme, pura,  recia y santa
y -ai- de los qu´ aquella nueche
Ficieron tan vil fazaña.
Matar para seguir viviendo. La guerra civil en Teverga y en Quirós, Proaza, Somiedo, Tameza y Babia. Celso Peyroux.-

La Ñuibera
A finales del s. XII o principios del XIII, en agosto, descargó una enorme tormenta que asoló los frutales y los sembrados de todas clases. Las gentes aseguraban que habían visto en el cielo una figura de mujer, y una mujer  que venía como peregrina, que venía a San Salvador de Oviedo, confesó que esa mujer era ella misma.  Era una endemoniada que venía a curarse  a San Salvador, y  su historia está escrita  en manuscritos de Cambray y de Oxford.
El demonio la tuvo durante 16 años. Un día la dejó  a la entrada de una abadía aragonesa, mientras él entraba  a perturbar a los monjes. Entre tanto, llega Santiago  y ve a la niña, y marca con la uña una pequeña cruz  en el dedo medio de la mano izquierda de la niña.  Esto quiere decir  que ya está marcada para la salvación  y desde ese momento empieza su lucha contra el demonio, que a su vuelta entra de nuevo en el cuerpo de la niña.
Antes la había criado  con una vida fastuosa,  de palacios, comodidades y servidumbres. La había llevado por los aires a todos los países y había aprendido muchas lenguas. Se alimentaba de hierbas crudas y era muy esbelta, pero fuerte. 
El diablo grita dentro de ella que no se marchará  de este cuerpo, que solamente Santiago o San Salvador podrían echarlo, y entonces ella marcha como peregrina a San Salvador de Oviedo.
En el camino encuentra a cinco caballeros  de Jaca que le dan cinco panes. Ella los reparte como cinco limosnas en honor a las cinco llagas de Cristo. Pasó cinco puentes en el camino, y a cada uno de ellos el diablo la tienta para que se tire al agua; pero las limosnas la libran de aquel peligro.  Se llamaba Oría. Llegó por fin al Salvador. Después de muchos males y lanzando un gran aullido, dejó el cuerpo de la muchacha, que quedó como muerta.
Después la peregrina  esperó durante unas semanas en Oviedo la llegada del obispo que debía bautizarla. En el bautizo se le impuso el nombre de María, y  enseguida, de ser una salvaje como lo había sido hasta entonces, pasó a ser una muchacha bellísima.
Contaba a las gentes que hablaban con ella todas las andanzas de su vida, y les confesó que ella misma, hacía unos pocos  años, ella misma encima de  una nube, había provocado la enorme tormenta de granizo que había descargado sobre Oviedo y su comarca.
Juan Uría. Vaqueiros.-





















































































































































































Villafría. Aldea y parroquia de Pravia. Dedicada a Santa María Magdalena, tiene 3,42 km cuadrados y la integran Recuevo, Villamuñín y la aldea de su nombre, que se localiza a 410 m de altitud, al sur del alto de La Peñona, límite con Cudillero. Dista de 6 km a Pravia. La iglesia parroquial es moderna ; destacan las escuelas de 1917 y alguna casona.  Hubo una malatería, documentada desde el siglo XIII y que funcionó hasta el XVIII.-














































































































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