Pumares (Oscos)
Ignota via
I
Amo la luz, ¡Es tan bella!
Busco en la luz mi consuelo…..
y si contemplo una estrella
y quiero andar hacia ella,
desaparece del cielo.
Amo el mar entumecido
cuando, espumajeante, azota
el peñasco carcomido,
en el que colgó su nido
la cenicienta gaviota.
Y cuando voy hacia el mar,
ya los peñascos no inunda,
y baja, sin rebramar,
como arteria moribunda
que cesa de palpitar.
Amo las flores. Quisiera
verlas erguirse, á porfía,
en eternal primavera,
y hallo que la vida entera
de las flores, es un día.
II
Si sombra en la luz se advierte,
si el mal y el bien van unidos,
¿qué es lo que es?…. Luz, quiero verte
sin rayos desvanecidos
y sin reflejos de muerte.
Mar, quiero que siempre hinchado
cubras tus hondos abismos,
y que rebrames airado,
sin que sufras paroxismos,
como un monstruo desangrado….
Pero… ¡vana pretensión!
que, unidos en lazo fuerte,
llevo sobre el corazón
luz, sombras, virtud, pasión,
fe, dudas, y vida y muerte.
III
Luz mi voluntad desea,
ya cansada de luchar….
Y hallo sombra, que negrea
como el peñasco del mar
cuando baja la marea.
Busco ansioso la verdad,
y veo la duda alzarse
entre humo de vanidad,
y el caer y levantarse
de la pobre humanidad.
¡Luz!.. ¡Verdad!…. ¡Nunca las vi
en este menguado mundo!!!
-¡Luz! grito dentro de mí.-
¡Verdad!…. -¡Silencio profundo!-
¡Ay!…¡Tampoco están aquí!….
-¡Anda!…. ¡Anda! me dice en tanto
una voz desconocida….
¿Cómo se anda, sin espanto,
entre la duda y el llanto,
entre la muerte y la vida?
¡Que ande!…. ¡Que ande¡ ¡Desvarío!…
¿Cómo he de andar yo ¡Dios mío!
si esa voz no me responde?
¿Ando á mi libre albedrío….
ó por dónde y hacia dónde?…..
B. Acevedo y Huelves.
El Xiringüelu
-Ijujú…
-¡Viva la Virgen!
-Al baile, al baile, muchachas,
que ya se cansa el gaitero
de tanto soplar la gaita.
-¿Sales conmigo, Penosa?
-Con mucho gusto.
-Mil gracias.
-¡Eh! tamborilero, escucha:
redobla bien las mudanzas,
que á compás de ellas, la niña
más airosa y más galana
lucirá su talle, esbelto…
esbelto como la palma
que en los jardines mece
al suave impulso del aura…
Redobla, tambolirero.
Gaiterilo, sopla y calla,
-Ijujú…
-¡Viva la Virgen!
Penosa, tus piececitos
que con tanto primor bailan!
¡Qué ligereza, Dios mío!
¡qué movimientos, que gracia!..
¿La véis? Parece una pluma:
con su cintura delgada
hace quiebros y más quiebros
que seducen y entusiasman.
Unas veces retrocede,
otras veces adelanta
haciendo bellas figuras
y caprichosas mudanzas.
¿La veis? Cuando dá la vuelta
descubre su media blanca,
cual los copos de la nieve
que coronan las montañas.
¡Ay, que linda está, Dios mío,
con su refajo de grana
con su pañuelo de encaje,
con su camisa plegada,
y el dengue airoso y ligero
que apenas su talle abarca
sobre la verde cotilla
vistosamente adornada,
con tres corros de corales
y los pendientes de plata!….
Xuanon, su pareja dice
mientras la contempla y baila:
-“Penosina, Penosina,
prenda querida y amada,
por tí de amores me muero
y rendida tengo el alma
en aras de tu albedrío
y de tu hermosura en aras:
más tú, Penosa querida,
frecuentemente me matas.
Altiva, con tu hermosura,
tu gentileza y tu gracia,
que te hacen reina entre todas
las chicas de la comarca,
como reina te conduces
y como esclavo me tratas,
pues cien veces me desdeñas
por cada dos que me halagas.
………….-¡Ijujú…
-¡Viva la Virgen!
-¡Bravo por ella!
-¡Bien hayan,
Penosa, tus piececitos
que con tanto primor bailan!
-¡Xuanón, Xuanón, que te pierdes!…
-¡Xuanón, Xuanón, que te cansas!…
Y mientras los unos gritan,
y baten otros las palmas,
y el gaitero sopla y calla.
Carlos García Ciaño.
La Ilustración Gallega y Asturiana. Madrid 18 de Septiembre de 1880. Nº 26.-Tomo II.-
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