!!! La Emigración !!! (Comedia asturiana)
Fernando Fernández Rosete nacíu ´l 9 de febreru de 1874 en Cangues d´Onís, ye l´autor de les obres dramátiques n´asturianu: El tíu Xuan (1909) y La emigración (1913).-
El Emigrante
Casa de labradores pobres. Muebles viejos y artefactos de labranza, siendo imprescindible un vasar tosco y antiguo, negro del humo y en él una fuente, platos y escudillas, todo de barro. Este vasar colgado de un clavo y como a la altura de una persona. Al lado del vasar, colgado también, un zurrón, una vejiga grande seca y anegratada, una cuerna de ordeñar, un cesto pequeño de baniellas, asomando de él un pedazo de borona y a su lado una caldereta. En un rincón, posado en el suelo y arrimadas a la pared, una guadaña y una escoba con palo de madera. Debajo del basar y en el suelo, un pote, una olla, dos o tres bancos redondos con tres piés. En otro rincón un arado y como a la altura del vasar, un cajón grande y tosco que sirve de gallinero y por un extremo tiene una puertecita, la suficiente para entrar una gallina; del suelo a la puertecita y arrancando desde cerca de la puerta principal una escalerita que muere en el gallinero. Esta escalera está construida toscamente con dos palos desiguales y peldaños clavados a ellos. Debajo del gallinero una macona o goxa, fesorias, hoces, angazos, tridentes, cordeles, madreñas, una red de hierba y ajustada al rincón una gabiella de maizón. Un banco largo y viejo, una masera suspendida por dos bancosa los extremos, hacia uno de los cuales en el suelo y apoyado a la masera un fuelle con harina y encima de dicha masera, colgados, una peñera y un baño. Alrededor y colgados de clavos y cordeles en desorden, ropas de aldeanos, siendo indisipensables una montera, calzones y chaquetade sayal, coricias, dos escarpines, una blusa, una faja, sayas, mandiles, pañuelos, tocino y embutido, manojos de cebollas y una riestra de ajos, asó como manojos de hierbas
secas medicinales¡
ESCENA PRIMERA
PEPA Y SABEL
(Trajes viejos de aldeanas y SABEL, aseada, aunque con la citada ropa vieja es decir: PEPA ,que representa unos 60 años, pañuelo a la cabeza atado bajo la barba, oscuro; manta andrajosa, jubón, saya corta oscura y con remiendos vivos; medias y escarpinos. SABEL, un traje análogo algo más vivo, pero viejo y sin pañuelo en la cabeza, peinada sencillamente. Representa unos veinte años y es tan atrevida que a veces raya en descaro. En un rincón de la sala PEPA está sentada hilando con una rueca y cerca de ella SABEL en el suelo desgranando maíz en una maniega grande, cuyos tucos va colocando a su lado; con uno de dichos tucos desgrana el maíz y los granos caen en la maniega. Empieza a cantar).
SABEL. Con ese garbo que llevas
soldado capitalista,
con ese garbo que llevas
ya puedes ir a revista.
Con ese garbo
que lleva el Rey
la escarapela
le está muy bien.
La Virgen de Covadonga
es pequeñina y galana;
aunque del cielo viniera
el pintor que la pintara.
Con este garbo
que lleva el Rey
la escarapela
le está muy bien.
PEPA ¡Jósus, rapaza; estás cantando un cantar más vieyu que la barriga de Adán! ¡Esgrana, esgrana bien el maíz.
SABEL Eso mi gusta a min, tou lo vieyu, (Aparte)
a non ser la ropa y los hombres.
PEPA Estás guapa, Sabel,
SABEL, (Cantando)
¿Porqué lloras, dama hermosa?
Por qué tengo de llorar,
tocó la suerte a Silverio
mañana se va a embarcar;
a mi solita me va a dejar,
solita y sola para llorar.
PEPA ¡E nuevo eso, Sabel! ¡Pes non e nada que se cantaba a la giraldilla per les romeríes cuando yo era moza y ya mi lu deprendió mió madre que lu cantaba la suya.
SABEL, A mal tiempu cara alegre, madre, que Dios lo remediará.
PEPA Si, pero ¡qué mal diz el que non tien gana de comer con el que la tien! Considera qué alegría puedo yo tener y ternán tos hermanos cuando hoy mesmu salen pa pasau el agua!…..
SABEL. Pes por eso estó yo contenta, porque si Dios yos dá salú a todos, unviarán dineru pa desempeñanos y (mirando a los lados) asina tendré yo miyor salida. Ya ve que los mozos todos mi colan porque vamos quedando con la posada toa empeñada.
PEPA. ¡Qué cuentes alegres echas, Sabel!
SABEL (Cantando)
Sal a bailar, buena moza,
menéate resalada
que tienes la sal del mundo
y no te meneas nada;
que la sal del mundo tienes
y menearte no quieres.
PEPA ¡Non mi cantes más, con mil demontres!
SABEL (Continúa cantando)
Villaviciosa, hermosa,
¿qué llevas dentro?
tu me robas el alma
y el pensamiento.
Esos claveles
que en tu jardín los tienes sembrados
verdes, azules y colorados.
PEPA ¡Por los clavos de Cristo mi calla, rapaza!
SABEL (Canta)
Si mi madre me riñe
disculpa tengo
de la huerta del cura
digo que vengo;
que vengo
de regar el romero a mi dama;
ya se le va secando la rama.
PEPA, Tu estás alegre y tou lo ves claru como el agua, pero yo véolo escuru como el zardu que está en la cuina y les calamiyeres de la cocina. Cuando un
está triste y tien pena nada alegra; al contrariu: toes las divirsiones entristecen más. Cuando yo era moza y tevi una desgracia y non podía dir ya a divirtime los domingos y demás dís de fiesta co les otres moces del llugar, oía tocar el tambor y la pandereta delantre de la capilla o su el horru pa baillar y de pena lloraba que non había consuelu pa min.
SABEL Entos, ¿por qué tien pena ahora?
PEPA ¿Non tengo tener pena, Sabel? ¡Non tengo tener pena con tos hermanos camín de Cuadonga pa dise hoy mesmu y con to padre camin de la Villa empeñando lo pocu que queda y acasu, como de costumbre, emborrachándose!…..
¡Qué pocu sintíu tienes, rapaza! ¡Ay, María, qué tarrañuela eres! (PEPA deja de desgranar, levántase y vase).
SABEL (Sigue cantando)
La casa del señor cura
nunca la vi como ahora
ventana sobre ventana
y el corredor a la moda:
ventana sobre ventana
y el corredor a la moda.
_________
A la entrada de Oviedo
y a la salida
hay una panadera
mucho me mira.
¡Ay, que panadera!
ay que panaderilla
el alma me lleva.
___________
Ya no quiere mi madre
que yo vaya a Madrid
porque dice que tengo
los amores allí.
Los amores allí
eso no puede ser,
más allá de Bayona
al lado del Ferrol
tengo yo una morena
más hermosa que el sol.
___________
Si se va la paloma
ella volverá
que deja los pichones
a medio criar.
No se va la paloma, no,
no se va que la traigo yo….
¡que la traigo yo!…..
_______
Una zaragozana
que del cielo bajó
con el pelo extendido
y en el medio una flor,
y en la flor una rosa
y en la rosa voy yo;
vámonos dueño mío,
dueño mío vámonos.
_________
Abreme la puerta
adorado clavel;
ábreme la puerta
que te vengo a ver.
Si vienes solito y solo
una luz te encenderé,
pero si vienes con otro
a mi madre llamaaré.
Abreme la puerta
adorado clavel;
ábreme la puerta
que te vengo a ver.
__________
En Uviedo no me caso,
en Xixón lo pongo en duda,
tengo jacer una casa
junto a la iglesia de Trubia,
La mi morena
que no me aguarde,
que vivo lejos
y vengo tarde.
__________
Al pié del rosal, madre,
al pié del rosal fué,
pero a coger la rosa
no me determiné.
Si la cojo me muero
y para no morir
coja-la, jardinera
y tráigamela usté aquí.
Después de cogidita
¿dónde la llevaré?
donde el cariño tenga,
donde el cariño esté,
donde el cariño tenga
resalada, olé, olé.
__________
Que pié tan chiquito
que chiquito pié
que tiene la niña
que apenas se vé.
Levántate, niña,
levanta ese pié
que soy moli-molinera
que soy moli-moliné,
que soy moli-molinera
de la arina-arinaré.
PEPA (Entrando sin que SABEL termine este último cantar). Hoy atochecisti, rapaza. En mió vida vi otru tal. ¡Hay, María; ella qué tála é!
SABEL Cuando pasan rábanos comprálos. Hoy diómi el roxón por cantar. Tiempu mi vendrá pa llorar.
PEPA (Sentándose otra vez a desgranar). ¡Alabau sea Dios! Hay que dexate por imposible, rapaza.
ESCENA II
DICHOS y CURA
(El CURA es viejo, encorvado y andar pausado arrastrando los piés; pelo largo y cano. Lleva cayado basto, gorro de casa, viejo, sotana corta, vieja y remendada, y en ella dos bolsillos grandes: en uno guarda castañes mayuques o de la cunia, y en el otro una manteca de vaca, envuelta en una hoja de berza: ambos muy abultados. Gasta pantalón oscuro con remiendos ablancazados).
CURA (Voz pausada y entrando). ¡Antooon! ¡Peeepa! Allá vá un estorbo: en casa teneis una trampa.
PEPA (Dándole vista). ¡Ah, señor Cura: e usté!
!Pase; pase (Levantándose).
CURA Buenos días nos dé Dios y la paz sea con nosotros.
PEPA Santos y güenos, señor Cura. Asiéntese, asiéntese equí. (Le dá una silla vieja y se sienta)
CURA Bueno, mujer, bueno. ¡Ay, Dios mío!
(sentándose). ¿Desgranas maíz, Sabel?
SABEL Por lo vistu, señor Cura.
CURA Bueno, mujer, bueno. Así se hace, trabajar. Dice un padre de la Iglesia, San Agustin, que el que no trabaja no debe comer.
SABEL Pes entoncies munchos estarían sin tarazar bocau, señor Cura, y comen miyor que los que trabayan como el rocin del olleru.
CURA Peor para ellos. El que no trabaja no es feliz aunque lo parezca; pasa la vida a lo tonto: no tiene tranquilidad de cuerpo ni satisfacción del alma: pues (descubriéndose) Dios Nuestro Señor, al mandarnos a este valle de lágrimas nos impuso por irrevocable condición el trabajo. ¿No ves, hija mía, no ves qué tranquilidad experimenta el cuerpo y qué satisfecha queda el alma cuando de noche echas la vista al día y observas lo que trabajarse durante él? Pues es el premio que Dios dá, aparte de la ganancia. Y si es el cuerpo ¿no ves cómo descansa de noche? No cansado no puede descansar, hija mía; trabajar, trabajar.
SABEL Pes yo más quisiera divirtime que trabayar, señor Cura.
CURA ¡Ja, ja, ja! ¡Qué muchacha! No lo dice de corazón; ya sé que eres formal y trabajadora. Y tu, Pepa, ¿qué haces, estabas hilando? Siéntate, mujer, sientate. (Se vuelve asentar e hilar).
PEPA Sí, señor; estaba a la llabor; pocu se gana a filar, pero menos se gana a folgar.
CURA Bien hecho, mujer, bien hecho.
PEPA ¡Milagru per aquí, señor Cura!
CURA Milagro no, porque es la primera vez que vengo.
PEPA Pero a estes hores?…..
SABEL E que oyó cantar y entró a baillar una giraldilla con usté, madre. ¿Verdá, señor Cura?
¡Ja, ja, ja! ¡Qué muchacha!
PEPA ¡Qué moscardona y descarada, digo yo
¡El demoy de la taragañona!… ¿Crees que e un igual tuyu! ….. ¡Dexa de esgranar y cuerri: anda, ve a esparder el maíz esgranau al sol en la tenovia del horru y cúdialo pa que non lo coman les gallines y quítate delantre min, sinvergüenza. E esa siñaleza que yo ti pónxi! ¡Ay, cómo se pierde el respetu a los vieyos y a los cures, cuando antes no se dexaban andar pasu besándoyos la mano derecha! Esti mundiu va perdiu, señor Cura! Ya non se puede vivir en elli. Desayá ñací non lu conozo.
CURA ¡Qué más dá, Pepa, es cuestión de muchachas.
PEPA Da, da más: nada i emporta a qué vien usté ¡Recuexi, recuexi tou el traste y anda, porque agarro una tayuela o un trastu vieyu y pártoti les costielles!
(Deja de desgranar y se prepara para marcharse).
CURA Pues vengo de ver a Marica la de Ramón de Mingo que está bastante mala y a la vez me acordé que marchaban hoy el rapaz y la moza y venía a despedirme de ellos. ¿En dónde están?
PEPA Colaren a dispidise de la Virgen de Cuadonga, señor Cura. Non tardarán en venir. ¡Vaya por Dios, con Marica!
CURA Así, así; bien hecho. Fé en la Virgen.
SABEL Ayúdeme a alzar, madre.
CURA Yo te ayudaré. (levantándose coge la maniega por un lado y la ayuda a subirla a la cabeza).
PEPA Aspere, aspere, señor Cura; yo, yo.
(Deja de hilar y coge la maniega también con el CURA).
SABEL Hasta lluego, señor Cura.
CURA Hasta luego, muchacha; conserva el buen humor sin perjuicio del alma y del cuerpo.
PEPA Espardi bien el maíz per la tenovia y cúdialo. Si les gallines ti comen un granu por to descudiu, esgáñote.
SABEL Güenu; enteraos. ¿Hay más que alvirtir en la presente semana?….. (Saliendo. El CURA hace gestos compadeciéndose de ella y ríe suave y amablemente).
PEPA ¡Lo que ti vo alvirtir va ser anguna mocada! ¡Y apúrrotila bien prestu, así mió alma!
SABEL (Saliendo y alejándose, canta)
Si mi madre me riñe
disculpa tengo
de la huerta del cura
digo que vengo;
que vengo
de regar el romero a mi dama;
ya se le va secando la rama.
( Mientras esto canta sigue riendo el CURA y PEPA hace gestos de desagrado).ESCENA III
PEPA y CURA
PEPA Ya lo ve, señor cura; ate cabos.
CURA Ata tu la paciencia y no te hagas caso ya; la cibiellina enderézase de pequeñina.
PEPA ¡Güena pacencia, señor cura, güena pacencia! Considere usté cómo estaré yo con los rapaces camin de Cuadonga pa dise hoy mesmu y con Antón per la Villa empeñando lo pocu que queda pa pagayos el pasaje y acasu emborrachándose a la vez!…
CURA (Con pausa) ¡Para la Habana, para la Habana, para la Habana! ¡Oh, la Habana!….
PEPA Si; pa la Bana Ramón y Antona pa Güenos Aires.
CURA (Con gesto) Uuf, ¡para Buenos Aires! Ah,
Buenos Aires! ¡Ah, perdición de muchas mujeres! Ya, ya; ya con disgusto lo supe antes.
PEPA Sr. Cura, e la salvación nuestra
CURA Ojalá, Pepa, pero……. en los años que tengo observé mucho y más sabe el diablo por viejo que por listo.
PEPA Mire, señor Cura. Estamos empeñaos; pocu a pocu escrituramos tou cuantu teníamos; primero tres lloses pa comprar otra y agora la que compramos tabien la pasamos pel llibru de hipoteques pal pasaje de los rapaces. Manuel non unvió tovia el suyo y lo que há que embarcó; los intereses de elli y los de la compra, están corriendo y pa mijor guardar los divinos, esti añu morriósenos la Parda del llambedizu y la gocha parió los coínos muertos. Cuntábamos pagalos con un xatín de la Parda y con los coinos y echárennos de cara en fueu. Tienen que llevantános los rapaces, señor Cura.
CURA Los rapaces os hundirán más, como empezó a hundiros el primero que marchó. ¡Qué engañaos vivís! Ah, América, América ¡Allí dan un pan por comer otro; allí es jauja! Buena América tenéis aquí si quisiérais aprovecharla.
PEPA Ya ve, señor cura: Ramón non quier dar golpe a la llabranza des que se imetió en cogoxu dise, diciendo que en llegando a la Bana va unviar y traer a la verdadera penitencia a Manuel pa que unvíe, y Antona non ve al día en que sala de esta tierra pa Güenos Aires prometiendo mandar muncha plata, y entre todos desempeñaránnos.
CURA Ojalá, Pepa, pero temo que no resulte así. Si Ramón no quiere trabajar a la labranza, como tu dices y desea marchar, es porque no le acostumbrasteis al trabajo, ni hubo quien le explicara el de allá y el de acá ni cuánto produce uno y otro. Si en lugar de comprarle reloj, como le comprasteis, le dáis un escapulario para el cuello; si en vez de revólver, como todos los mozos de ahora usan le comprais un libro de agricultura; si en vez de darle rienda suelta le privais de ser corretón y acostumbrais al trabajo…… otra cosa sería de él y de vosotros y no se acordaría de emigrar en busca de campo para los vicios que adquirió y aquí no puede sostener y cree que en la Habana atan los perros con llonganiza, Pepa ¡Y Antonia para Buenos Aires!… ¡Y qué os mandará plata!….. ¡Buena, buena plata mandarán las mozas de Buenos Aires! …. Mira, Pepa: (Mirando para los lados observando si le oirá alguien y hablando bajo)
¿Sabes a lo que van muchas mujeres a Buenos Aires? …Duro y triste para mi es decirlo, pero si por estas observaciones en algo pudiera evitar esta desgraciada emigración, cargo de conciencia sería ocultarlo.
PEPA ¿Que a qué van les mueeres Güenos Aires?…. ¡A ganar dineru, caray, a ganar dineru!
CURA Si lo ganan….. y si la tuya lo gana también……. lo mandará; pero la primera intención que la mayoría de las mozas llevan a Buenos Aires es la de ver si se casan después que aquí pierden las esperanzas, y después allá…… En fin basta con decirte que cuando no están al cuidado de sus padres…….
PEPA (Algo enojada y molestada en su amor propio) ¡Pes la mió rapaza por casáse non será, señor cura, por que si non tevo cien mozos ya, non tevo dengún: Todos los aventó dempués de relaciones llargues,! ¡Y a cuantos dió con la puerta en les ñarices, según ella diz!… Non se canse, señor cura que Antona va a ganálo pa unviar dineru y desempeñar la casa, y a correr y ver tierra, que aquelo, según dicen, e bien grande y hay poca xente.
CURA Bueno, mujer bueno; Dios nuestro Señor quiera que así sea (pensativo) “¡A correr y ver tierra!”…. “¡A correr y ver tierra!”…. (Pensativo).
“Dichoso aquel que no ha visto más río que el de su patria y duerme anciano a la sombra do pequeñuelo jugaba” (Pausa) “¡A correr y ver la tierra”! (Cerrando los ojos y levantando la cabeza) Creciste et multiplicamini et replete terram…………
PEPA ¿Qué e lo que garlla, Sr. Cura? Non se lo que nos estará llamando en franxute. Acasu nos estará poniendo a parir.
CURA Al decir tu que echas la rapaza a correr y ver tierra recordé las hermosas palabras del Señor, que son las que dije en latín y no en franxute, o sea: “Creced y multiplicaos y llenad la tierra”, pero aunque, como dices, en Buenos Aires hace falta gente, Dios Nuestro Señor no mandó que se llenara la tierra de ese modo. La tierra mala…….
PEPA La tierra toa la crió Dios, y asina, de lo que Dios crió nada e malu, Sr. Cura.
CURA No; quiero decir que el Hacedor no mandó salir de un país bueno, como es este bendito asturiano, a otro no mejor, ni poblar tierra que resulte ingrata a los extraños y nobles pobladores, que reciben el premio con calamidades y peripecias, amén de otras cosas, tal como la pérdida de buenas costumbres y de la religión que aprendieron en su amado país natal, dándose el caso de que un dependiente recién llegado a América, y sobre todo en Argentina, si intenta ir a misa, como hacía aquí, el amo le recrimina y…. “mandese mudar"-despedida- según dicen que por ese enorme crimen dan los explotadores de esas cristianas y tiernas criaturas. (Le dá la tos que le impide seguir hablando y recoge la baba con un pañuelo grande y oscuro).
PEPA Por munchu que diga, Sr. Cura, los rapaces equi ya non se yos echará cornal; non habrá quien los atorne vánse vánse. ¡Ay mios rapaces del alma; la Madalena los guíe y San Antonio los guarde!
ESCENA IV
DICHOS y ANTÓN
(ANTÓN viste blusa azul corta y nueva, pantalón de tela negro y nuevo, boina negra; calza escarpines y “corizias”. Edad 60 años, afeitado, cara oscura, pelo largo y en mal orden. Llega de la Villa de hipotecar una finca, con un palo largo y está algo cargado de bebida, alegre aunque no repugna su borrachera. Canta a lo lejos con voz desentonada y sigue cantando hasta que entra por la puerta principal).
ANTÓN
Mambrú se fué a la guerra,
mirondon, mirondón, mirondera.
Mambrú se fue a la guerra
no sé cuando vendrá
do-re-mi, si-la-fa,
no sé cuando vendrá,
¡no sé cuando vendrá!
Si vendrá por la Pascua
mirondón, mirondón, mirondera;
si vendrá por la Pásccua
o por la Trinidad.
……………………………….
…………………..
(Mientras canta y llega, el CURA que le oye, sigue tosiendo y quiere hablar para referirse a ANTÓN y su cantar, pero la tos no le deja. PEPA que durante la conversación con el CURA está hilando a intervalos, al oírle también se queda con extrañeza atendiendo, y como no puede hablar al CURA porque tose, hace gestos con la cabeza santiguándose).
PEPA (Al entrar Antón, que se queda mirando al CURA a la vez que cesa de cantar) ¡¡Borrachu!!
ANTÓN Si, está jechu. Ya quedó hipotecada la
llosa. (PEPA hace gestos) ¡Qué hay, señor Cura! ¡Milagru per equí!…
CURA Nada de particular, Antón; parece que estás contento…. Venía a despedirme de los muchachos a quienes espero.
ANTÓN A mal tiempu cara alegre. ¿Qué, non vinieren tovía los rapaces de Cuadonga, Pepa?
PEPA (Con ceño) Non; vienes tu bastante a tiempu y con gracia, ¡borrachón! Ya mi paecía a min que algo güenu habías de tramar per la Villa.
ANTÓN (Sentándose algo separado del CURA y de PEPA) ¡Pes si tramé pocu……pasar pel llibru de hipoteques la Llosa!….
PEPA ¡Enonde está el dineru!
ANTÓN Pagué con ello el pasaje. Allá quedó en cá del encargau del barcu. Amira equi el recibu, (Enseñándoselo ) amíralu. (PEPA le echa la vista a ANTÓN vuelve guardarlo. El CURA saca una petaca grande y de ella dos cigarros comunes para picar y una navaja ordinaria pica los dos a la vez cuya picadura va depositando en la palma de la mano izquierda hasta que completa un cigarro; saca un librillo, hace el cigarro y las granas de tabaco que se desperdician por los extremos al liarlo, las recoge y las guarda; hace fuego con eslbon, piedra y mecha y después de encender la lumbre a ANTÓN que a la vez hizo también su cigarro con tabaco suelto de una cajetilla. Cuando ya falta poco para consumirse, el CURA lo apaga y guarda la colilla en la petaca, y ANTÓN que hace que se apague, la coloca detrás de una oreja)
PEPA ¡Güen milagru que aportesti aca tu y el recibu.
ANTÓN ¡Y que lo digas, repujetero mundo! Como cayó una rosada, nin los demongrios subian per la pradería arriba; con agua reblandeciérensimi les coricies y tantu como caminaba palantre andaba pa tras; pulían como rabu de anguila.
PEPA Sí; güena anguila ti dí Dios. Lo que era, el salmón que traías y traes.
ANTÓN Lo que era, además de la rosada los cochinos llimaces que con ella salieren a refrescar y cada patada que daba pisaba un y daba una llombada.
PEPA Güenu, güenu; vo a ver si asoman los rapaces porque paémi que tardan. (Levántase y sale con la rueca).
ANTÓN Déxalos los probinos que recen bien a la Santina y vean per Cuadonga tou cuantu hay que ver per ellí, que sabe Dios cuando volverán, ¿verdá, señor Cura?
CURA Estoy oyéndote, Antón. Razón tienes en esto; que recen a la Santina y se despidan bien de ella para que les guíe tengan salud y suerte a ver si regresan luego.
ANTÓN ¡Pes lo ques……recongriu, los rapaces dicen que non güelven sin que mi únvien pa desempeñame y trayan pa vivir!
CURA ¡Ojalá, pero ves venir a muchos ricos, Antón!
ANTÓN ¡La madre de Dios! ….¿Que si veo venir
munchos ricos?…. ¿Non ve los que hay siquieramente en Conceyu y cuantes cases blanques y güenes llevantan per onde quiera? Tou eso bien de la India.
CURA Son de otros tiempos, y además cuentas a esos pero no a los desgraciados que vienen sin un centén después de muchísimos años allá, ni a los que allá mueren y los que allí sin tener con qué venir. ¡Si pusieran media docena de barcos en cada puerto de Ultramar con el pasaje de valde… cuántos vendrían a buscar la tierrina!….Esta tierrina, pedazo de la católica, hidalga y noble España que tantos siglos se desvivió por civilizar América retrasándose con eso la nuestra y le pagó con ingratitudes, pero teniéndolo en cuenta no deja todo español que entra allí de levantar la cabeza orgulloso como diciendo a los del país: “Yo os dí el ser, yo os civilicé y por debajo de mí estáis” ¿Qué importa, Antón; qué importa que de entre millares levanten una docena de americanos alguna casa con dinero, que con mil penalidades y después de envejecerse lograron en
América?… ¡Cuántas casas y cuánta sangre noble debe América a España!… Sí, Antón, si, ¡cuántos si les pagaran el pasaje, vendrían a buscar la tierrina!…. ¡Esta tierrina que nadie sabe lo que vale ni se la aprecia hasta que se sale de ella…..Si pudieran hacerlo de valde… cuantos vendrían a buscar la tierrina!…
ANTÓN ¡A qué divan venir, a morrir de jame!, señor cura!
CURA A trabajar, Antón, a trabajar y comer del saludable y provechoso trabajo del labrador. Buena, buena América tranquila, fructuosa y saludable hay en Asturias con la ganadería y la labranza y vais a buscar fortuna a un país que está más explotado que ningún otro del mundo.
ANTÓN ¿Diz usté que la llabranza?… Val más ser verdugu que llabrador. Pal llabrador son todos los palos y tou lo malu. Además de otres coses, non se puede vivir con tantes cargues, contribuciones, consumos, ¡centelles y demongrios a la vela!
CURA No eches a eso la culpa de vuestras desventuras, Antón; échala a los vicios que vais adquiriendo los labradores y a la holgazanería y malos cálculos que van imperando entre el aldeano. Siempre estáis con que no podéis vivir con contribuciones y cédulas, lo que siempre se pagó. Os duele eso y no lo que gastais en beber. ¿No te parece, Antón, y después de veros mal queréis remediarlo con echar a vuestros hijos del alma para América en busca de ilusorio capital y entonces ni aquí ni allí.
ANTÓN ¿Qué vamos a jacer, señor Cura, qué vamos a jacer más que mandar la familia pa la India y hasta nosotros mesmos si en esta tierra non se puede vivir?
CURA No sé porqué no vais a poder llevar la vida como la pasaron nuestros mayores. Antón. (Levantándose el CURA pasea a veces con pausa, pero hablando y dirigiéndose a ANTÓN).
ANTÓN Porque tenemos más cargues que ellos
tenían, señor Cura.
CURA No es cierto. Teneis la misma que tenían a no ser los vicios y holgazanería y ganais más dinero que ellos ganaban. Nunca se vio el labrador con tanto dinero como ahora. El ganado está por las nubes; los huevos los conocí yo a seis cuartos docena y ahora los vendeis hasta a siete reales; la manteca….no se puede llegar a ella; las gallinas y los pollos valen un platal; una cestina de patatas como un ñeru de pega la vendeis en una mozada de perras; llevais todas estas cosas que dá la labranza a la plaza y venís cargados de dinero…….
ANTÓN Non e tantu, non e tantu, señor Cura.
CURA (Incomodado da con el cayado en el suelo) ¡Por los vicios, Antón, por los vicios, el lujo y la holgazanería, porra!! De ahí y del egoísmo también, viene la fiebre de la emigración.
(Entra PEPA y se sienta; coloca los codos en las rodillas y ambas manos por bajo la barba sosteniendo la cabeza, oyendo al CURA)
PEPA (Entrando) Tovía non asoman los rapaces.
ANTÓN Ya vernán.
CURA Si, Antón, si: Los vicios, el lujo y
la holgazanería.
ANTÓN Usté dirá.
CURA Mira, Antón: Antiguamente se iba al mercado o a otro asunto cualquiera a la Villa y se llevaba una cuayada y un zoquete de borona, y con una peya de sidra se hacía la hora del medio día. ¡Vete ahora! Ahora, los días de mercado por la mañana todas las tabernas están llenas y las confiterías las devoráis, ¡gran llambionzones…….!
PEPA ¡Ahí, señor Cura, ahí; duru y a la cabeza!
ANTÓN (Levantando el palo y amenazando a PEPA que teniendo miedo). ¡Duru y en la cabeza vo yo dati una civiellada!….¿Non hay nada pa les muyeres, señor Cura?¿Non hay nada pa cuando entran en una tabierna y piden una copa de aguardiente pal estéricu y cuando se meten en un rincón de confitería o tabierna cuatro o cinco bruxes con so botellica de vino y so platu de dulces o tayaes de quesu podre, gastando lo que sacaren de la mantega que acasu en toa la semana mazó el hombre con unballicu al per del jueu? ¿Etá güenu que un coma la lleche mazau y elles vinu y dulces con el importe de la mantega?…. ¡Juéu en elles tamién! Yo so un rocín atau a un comederu, pero non dexo de conocer esto (PEPA sale refunfuñando y llamándole borrachu).
CURA No te incomodes Antón, no te incomodes, que es la verdad lo que te dije antes y algo será también de lo que tu dices ahora, de las mujeres y no es esto solo….Al medio día vais a comer una gran co
mida con vino, después al café, tomáis tres o cuatro tazas y por la tarde vais al vino o a la sidra y tan generosos sois en la taberna que tiráis dinero como agua y casi armais una mesadiella por adelantaros a pagar. Con esto, por lo poco, os gastáis un duro, al otro día tienes mal cuerpo, no trabajais y perdeis de ganar además otro y si son todos los domingos así, al año suman estos gastos más de dos mil reales, pero aunque no lleguen más que a mil, durante muchos años tumban a un labrador. Antes os desayunábais con un pote de castañas y leche, comías la olla al medio día y borona duro, porque antes de concluir una se echaba otra en el llar por no comerlo caliente, porque caliente más se comía, y cenabais otro pote de castañas con una escudilla de leche, y listos y vivían más años los pasados.
ANTÓN ( Entrando otra vez). E verdá tou lo que va diciendo, Sr. Cura.
CURA Pues ahora tomais vuestro café, comeis un gran puchero al medio día, cenáis una gran cena y pocas casas hay en donde se deje de comer pan dejando la borona para los xatos, y cuando vais a comprar un bollo hincais bien los dedos en él sino es del día lo devolvéis ¿Hacían eso vuestros mayores que no cataban el pan más que el día del santo del pueblo y el día de Nochebuena? Y cuanto más duro más daba de si.
ANTÓN Venía algo caliente, Sr. Cura, pero va dexándome xelau con tantes verdaes.
PEPA Verdaes como puños.
CURA Los mozos antes iban a una romería con un pantalón de tela, una blusica y coricias y para gastar, el que más llevaba una peseta y el que la llevaba era un mayorazo; con ella tomaba una sangría con las mozas, daban dos cuartos al gaitero y las mozas tenian a su cargo unas rosquillas y avellanas y hoy han de vestir un gran traje de paño, buenas botas, reloj, revólver y el que no lleve o disponga de un duro por lo menos, no va a la romería.
ANTÓN ¡Como hay Dios e verda tou!
CURA Las mozas….; el labrador que tiene dos
mozos en casa, le echan de cara en fueu. Antiguamente ya víais como vestían.
Ahora parecen señoritas.
ANTÓN ¡Fueu ahi, Sr. Cura, fueu!
CURA Ahora, zapatos de los mejores, cuando antes eran de cordel con tachuelas y se ponían solo para ir a misa y a una romería y se volvían a colgar, medias buenas, trajes de lujo, echaron a un lado la bonita y honesta manta, segun creo despreciaron los cuerpos que se hacían en casa, sustituyéndolos por corsés, al parecer, que cuestan un dineral, las puntillas están a la orden del día, el clásico moño ya desapareció, colocando el pelo con caras peinetas en forma tal que las cabezas parecen un púlpito….Yo no se con qué mil diablos inflan la cabeza.
PEPA E crepé lo que echan pa abultala, señor Cura.
ANTÓN Tien razón el Sr. Cura. De hoy en adelantre non quiero yo ver otru corsé en Sabel, Pepa: cuerpos, cuerpos de trapos. Y esi demoniu de trepé, ¡fuera!, que cuesta dineru. Ya que les moces quieren paecer con esi pelu llevantau vaques con mullíes y melenes, que tosquilen a una oveya o a un carneru, que el trepé cuesta perres.
CURA Pues todo esto que conté, es la causa de la escasez y de vuestros empeños. Estas desgracias -porque desgracias son- algo de holgazaneria y con ver algún indiano que viene regular, a fuerza de mucho trabajo, privaciones, desterrado de la patria querida, de la hermosa quintana, castigado a no oír los paxarinos al amanecer, a no poder tomar el fresco a la sombra de la higuera, que cubre parte de casa y hórreo y toda la delantera, y en fin privados de la tranquilidad y salud que se goza en la aldea, respirando el dulce olor de infinidad de flores y hierbas; el ver venir alguno de estos ricos o que lo parecen pero con la vida gastada, esta vida que es tan corta y tan grandes sus egoísmos y sin fijaros en los que quedan allá enterrados unos, y otros con ganas de venir, entráis en ambición y queréis remediar vuestras desgracias con remitir vuestros hijos a América para salvaros, perdiéndose entonces los padres y los hijos y privando al hogar de la alegría que en él se enseñorea cuando todos están reunidos. El Gobierno se vuelve loco para evitar la emigración; primero dictó una Ley prohibiendo los Agentes de embarques. ¡Como si los Agentes tuvieran la culpa y anduvieran como Santones de Marruecos pregonando la guerra contra Asturias. ¡Buenos sois los aldeanos para que os embullen, cuando embullais vosotros a media humanidad!
ANTÓN Todos son engañar al probe llabrador, Sr. Cura.
CURA Cuando no engañais vosotros a todos.Vais a vender una vaca y para que la compren, al ofrecer algo por ella decís: En dos o en tres duros mas ya no estaba equí, aunque nadie la hubiese puesto en precio ni mirado para ella. Al preguntar si es buena, contestais: E mansa como una oveya; mécela un rapaz de mansa que e, y a lo mejor hay que mancorniala de las patadas que da; y, según dicen, hay muchas mujeres aldeanas que venden la manteca con piedras dentro para obtener mayor peso y los huevos como puestos por el día y resultan tener pollos.
ANTÓN Usté e Cura, pero si non lu conociera crería que era el diantre, mal añu pa elli.
SABEL (Asomándose por la puerta del foro) Ya vienen Antona y Ramón; andan despidiéndose per la quintana. (Vuelve a ausentarse)
PEPA Ya era tiempu.
ANTÓN Amin, casi, casi, non mi dura.
CURA Como iba diciendo, el Gobierno anda preocupado con tantos brazos como pierde España y sobre todo Asturias y no da en la llaga: El remedio salta a la vista. Que esos Gobiernos, en lugar de convertir el Congreso y Senado en plazas de verdura y riñas de comadres y en vez de dictar leyes de libertad en un país en que hay tanta como en la República más avanzada, hasta el punto de escarnecerse a Dios, a la Patria y al Ejército, con dicha libertad, se dediquen a conceder terrenos comunales a los labradores pobres para que los roturen y disfruten gratis veinte o treinta años y después les impongan una renta pequeña; que para éstos y todos en general establezcan Granjas agrícolas en los concejos y aunque sea manden a los
pueblos a gente estudiada y entendida a dar conferencias sobre los adelantos y beneficios agrícolas; que todos piensen en que los vicios y el lujo excesivo son cánceres que los corroe y corroe a todo trabajador haciéndose la vida imposible, como claramente lo demuestran las huelgas y la revolución obrera que asusta al mundo y no sé en qué parará; que se trabaje más de lo que se trabaja, porque da pena ver a los labradores en reuniones bajo los hórreos o tumbados a la sombra en los campos con tantos castañedos y terrenos dando rozu, pudiendo recoger de ellos buenas patatas u otros frutos. Con esto y considerar todos los labradores que empleando el mismo trabajo en la labranza y ganadería que se emplea en América, en donde apenas se duerme cuatro horas y se hace una comida en tres o cuatro veces, lo que no pasa con los animales, considerando y observando esto, repito, a ver sino se obtiene tanto o más provecho, y sobre todo hoy que la ganadería bien administrada enriquece a Asturias, se disfruta de más salud más tranquilidad y bienestar, y por fin….está casi resuelto el alarmante problema de la emigración y Asturias, digna por todos conceptos de mejor suerte, será feliz y rica. Hoy América para los que ya están ricos y los que allí intenten enriquecerse, que lleven pié. Aquí, aqui se vive relativamente, bien, como se quiera. Aquí en esta tierra tan rica, en donde la ganadería es un halagador porvenir que con un xatín se paga una buena casería pero hay que dejar los vicios, trabajar más y con provecho.
ANTÓN Parla como un santu, señor Cura, pero a los rapaces ya no hay quien los atorne.
PEPA Ya estarán al llegar; vo a velo. (Sale)
ANTÓN (Señalando para un bolsillo de la sotana del Cura) ¿Paez que tien la corexa moyada, señor cura?
CURA (Mirándolo) Será que se dirritió una man-tequina que me dió “Teresa la de Perico”. También me regaló y traigo un este otro bolso (Señalándolo) unas pocas de castañas de la cunia para una vez
cenar allá por la Cuaresma.
ESCENA V
TODOS
(ANTONA, como de unos 30 años; viste a cuerpo con traje cla- ro nuevo, no lujoso; bien peinada pero sencillamente con alguna peineta. Trae colgada del brazo izquierdo una manta doblada y al cuello un escapulario de la Virgen de Covadonga.
(RAMÓN, de 18 años, imberbe, aunque lo apunta el bigote Viste todo nuevo; traje ablancado y americana no muy larga; todo de poco valor; sombrero también ablancazado y botas rojas; lleva bastón grueso y basto. También RAMÓN lleva un escapulario como ANTONA.
(RAMÓN, de 18 años, imberbe, aunque lo apunta el bigote Viste todo nuevo; traje ablancado y americana no muy larga; todo de poco valor; sombrero también ablancazado y botas rojas; lleva bastón grueso y basto. También RAMÓN lleva un escapulario como ANTONA.
PEPA (Entrando y siguiéndola ANTONA, SABEL y RAMÓN) Ya están equí. Pasae, rapaces, pasae.
ANTONA Güenos dís. ¿Milagru per equí, señor Cura?
CURA Buenos días nos de Dios, muchachos. Hace tiempo que estoy aquí esperando por vosotros para despediros. No me duraba porque sabía que os estábais despidiendo de la Virgen de Covadonga.
ANTONA Sí señor; allá estuviemos y viniemos
pel llugar despidiéndonos tamien de los vecinos y por eso tardamos. Además, fuimos a casa de la tía Rosa y empeñóse en que comiéramos con ella. Así que ya estamos listos.
CURA ¿Rezasteis mucho a la Virgen?
ANTONA Si, señor.
RAMÓN Bastante. Amin ya mi dolían les rodilles.
CURA Es que estás poco acostumbrado.
ANTÓN Si juera saltar xetos, pa dir a fiestes de
noche pue ser que lo entendieras meyor.
PEPA Agora non i digas nada al rapaz. Non i eches nada en cara; demasiau de triste está elli. ¿Bebisti daqué agua en Cuadonga, Antona?
ANTONA ¿Porqué mi lo pregunta?
PEPA Porque paez que non tienes el habla como otres veces.
ANTONA Non, nada bebí.
RAMÓN Sí tal, madre; bebió más que una vaca,
pero non quier dicilo porque el bebelo amiró pa la Cueva enonde está la Santina y dixo que a ver si se casaba dientro del añu. (ANTONA, ríe y quiere disimularlo y el CURA también ríe meneando la cabeza)
ANTÓN Non ti mi acuerdes de casoriu. Acuérdate de estos pobres vieyos y piensa en que quedamos empeñaos por vosotros. Lo que quedaba coló: ya quedó hipotecau en la Villa el dineru en el Agente pagau el pasaje. Hasta el baul y les maletes están ellí.
PEPA Tu, si tienes ocasión y e convenencia, non la desperdicies, rapaza. igual puedes unviar dineru casándote rica; más que sirviendo amu.
SABEL Vaya, Antona, vamos, que ya e tardi. Vo yo hasta lo baxeru del llugar con vosotros. (PEPA empieza a limpiarse los ojos con el delantal).
ANTONA Non llore, madre, que me entristece.
(También ANTONA, SABEL y RAMÓN empiezan a gemir y llorar limpiándose con los pañuelos).
CURA Bueno, muchachos: Dios y la Virgen de
Covadonga sea con vosotros. Mucha salud y suerte. Sed buenos cristianos. No abandoneis las cristianas costumbres que os enseñaron vuestros padres y muy principalmente el rosario que todos juntos rezábais al lado del fuego por las noches, aunque tú, Ramón, ya hacía tiempo que te habías remontado y no querías rezar. Tened cuidado con el alma y el cuerpo. (Siguen gimiendo y llollorando todos menos Antón que está oyendo al CURA con la boca abierta). Ya veis cómo quedan vuestros queridos padres;viejos, cansados de trabajo y empeñados. No tendrán ya más alegría hasta que vosotros se la deis. Tened en cuenta que desde que os añaban en la cuna hasta ahora, siempre pasaron trabajos por vosotros y los disgustos que pasarán aún, aunque no sea más que pensando en vuestra salud y suerte. Como se desvivieron por vosotros, trabajad ahora para ellos y nunca los abandonéis. Pensad en que hijos sois y padres seréis. (Saca un pañuelo grande y se limpia las lágrimas también) Vaya, (Dándole la mano primero a ANTONA y después a RAMÓN). ¡Buen viaje! ¡Adiós, Antona! ¡Adiós, Ramón!
ANTONA (Llorando). ¡Adiós, señor Cura!
CURA (Llorando).Yo, quizá no os vea más en la tierra; como soy tan viejo, Dios me pedirá pronto cuenta de mi paso por este valle de lágrimas. Cuando sepáis que Dios me ha dado este aviso, rezad por mí un Padre nuestro, que yo también lo rezaré aquí por vosotros pidiendo al Todopoderoso salud y suerte y rogaré por vosotros en el Cielo si tengo la inefable dicha de ir allá. ¡Conque hasta el día del juicio ¡Quiera Dios nos veamos en el Cielo!¡¡Adiós, queridos… adiós!!
(Marchando por la puerta de la izquierda levanta la cabeza y extiende los brazos). ¡¡Oh, emigración; cómo entristeces a Asturias!!
ANTONA (Abrazando a PEPA así como Ramón al ver a su hermana y llorando todos). ¡¡Adiós madre del alma!!
PEPA (Los tres abrazados y llorando) ¡¡Adiós, rapaces de miós entrañes!! (Marchan y Pepa queda llorando).
FIN DEL PRIMER ACTO.
SEGUNDO ACTO
Transcurren seis meses desde la marcha de Ramón y Antona Casa la misma que la del acto primero con algunos de los muebles y artefactos citados, pero éstos cambiados de sitio, excepto la masera, el vasar y el gallinero que están en el mismo lugar. En el ángulo de la izquierda, frente, debajo el vasar, una mesa tosca cubierta con periódicos; sobre ella un candelario de cristal on una vela a un extremo y al otro una botella haciendo de candelabro con otra vela de cera negra o amarilla y gruesa. Ambas arden.
ESCENA PRIMERA
CURA, PEPA, ANTÓN y SABEL
PEPA
Oculta en una habitación contigua que comunica con la sala; está enferma, en cama y habla con voz muy débil. Viste poco más o menos, como en el acto primero. CURA, con roquete viejo y no muy limpio, descubierto. ANTÓN, ropa como la anterior pero vieja y de faena. SABEL, con pañuelo negro atado por bajo de la barba y calado, en lo semblantes de todos se ve mucha tristeza. ANTÓN, pasea con pausa y cabizbajo. SABEL, entra y sale de la habitación contigua, unas veces con tazas y otras con frascos de medicinas.
CURA (Junto a la mesa con las dos velas ardiendo, plegando los corporales, después de haber dado el Viático a Pepa. Asomándose al cuarto de ella). ¿Cómo te encuentras, Pepa?
PEPA ¡Ay, Dios mío; lo mesmu, señor Cura!
CURA Bueno; pues ten confianza en Dios, Muchos, después de ser sacramentados sienten alivio en sus dolencias. Medita un poco y si puedes haz algo de oración.
PEPA Güenu, señor Cura, (El Cura se quita el roquete y lo cuelga de un clavo de la puerta principal que se vé de fuera y dentro)
PEPA Güenu, señor Cura, (El Cura se quita el roquete y lo cuelga de un clavo de la puerta principal que se vé de fuera y dentro)
CURA ¡Qué cuentas, Antón!
ANTÓN ¡Qué tengo que cuntar, señor Cura!
¡Llaceries!
CURA (Sacando el tabaco) Toma, echa un cigarro;
no te aburras y ten confianza en Dios, (Hace el cigarro y después entrega la petaca al CURA que hace otro para sí)
ANTÓN Esti mundiu, señor Cura, e una miseria;
non sé pa qué ñaciemos.
CURA ¿Ahora te desengañas?… Nacimos para dar un paso por la escabrosa tierra a fin de gozar después de las dichas celestiales… (Hace la seña a ANTÓN de que no conviene seguir con tal conversación por no apenar a PEPA) No hablemos más de esto.
CURA ¿Ahora te desengañas?… Nacimos para dar un paso por la escabrosa tierra a fin de gozar después de las dichas celestiales… (Hace la seña a ANTÓN de que no conviene seguir con tal conversación por no apenar a PEPA) No hablemos más de esto.
SABEL (Entrando contenta con una taza en la mano y una carta en la otra) ¡Carta, carta, de la Bana!¡Madre, carta de la Bana; creo que e de Manuel!l Tréxola Pachu el de Mariyona que estevo en la cartería.
(El Cura se sienta)
ANTÓN (Muy contento) ¡Amírala al treslluz al ver
qué trae!
PEPA ¡Lléila, lléila, por Dios, Sabel, a ver si están güenos! Probes rapaces, que non los golveré ver! ¡Lléila, lléila! (SABEL se acerca a la puerta del ángulo izquierdo para leerla en alta voz)
PEPA ¡Lléila, lléila, por Dios, Sabel, a ver si están güenos! Probes rapaces, que non los golveré ver! ¡Lléila, lléila! (SABEL se acerca a la puerta del ángulo izquierdo para leerla en alta voz)
ANTÓN (Muy impaciente) ¡Amírala al treslluz a ver qué trae!
SABEL (Mirándola) Escurro que non trae más
lletres que les de la carta. (La abre. Está escrita en un pliego comercial).
ANTÓN (Mirando para la carta y para el suelo por sí al abrirla cae la letra) ¡Ello, será casu que non han de unviar lletra, hom!
ANTÓN (Mirando para la carta y para el suelo por sí al abrirla cae la letra) ¡Ello, será casu que non han de unviar lletra, hom!
SABEL (Mirando la firma) E, e de Manuel. (Leyendo)
“Su hijo, Manuel”.
ANTÓN ¡Adelantre, o miyor dichu, atrás! Vamos a ver si prometen unviar.
SABEL ¡Madre, atienda!
PEPA Atiendo, rapaza, atiendo.
SABEL (Leyendo torpemente) Habana, 22 de Marzo de 1911……
ANTÓN ¡Pes non e nada! Estamos a venti de
Abril.
¿Tardó un mes en aportar?……
CURA Si, viene retrasada.
SABEL (Sigue leyendo) Queridos padres: me alegraré que al recibo de estas dos cortas letras se hallen con la completa salud como yo para mi deseo; la mía es buena, a Dios gracias…
PEPA ¡Ay, mió rapaz del alma: Menester há que la tengas tu buena, que lo qués la mía!…
SABEL (Sigue leyendo) Pues padre; sabrá como Ramón sale para España en el primer vapor….
ANTÓN (Con tartamudez y como asustado, quedándose todos con extrañeza) ¡¡Tú, tú que dices, rapaza!!
PEPA ¡Ay, mió Ramón del alma! ¡Dexálu, dexálu que aporte!
ANTÓN ¿Dexálu? ….¡Sin güesos! ¡Que se santigüe pa entrar en casa! ¡Sigui, sigui a ver, rapaza; poeser que estís enquivocada!
SABEL (Continúa leyendo) Se empeñó en marchar y no hay quien se lo quite de la cabeza….
ANTÓN (Alzando los brazos y exclamando) ¡¡Ay, miós lloses del alma!!
SABEL (Continúa leyendo) Ya yo le dije que si aguantara aquí, ya que vino hace unos seis meses y no sé si es que piensa en las romerías de ahí, ahora que entra la primavera, o que se aburre en las colocaciones, el caso es que cambia a cada momento diciendo que se gana poco, aunque es verdad, y se trabaja mucho, y en fin, que está embullado en marcharse; que esto está malo……..
ANTÓN ¡Güenu está esto! ¡Ay, miós vaques que-
rides; cuándo vos desacomuñaré!….
SABEL (Sigue con la lectura) A la verdad que esto bueno no está. Hay mucha gente parada y cada vez habrá más; pues además de tantos como de esa y de todas partes vienen, los negocios no se presentan bien por no haber trabajo para todos teniendo necesidad muchos de dedicarse a trabajos malísimos, hasta a limpiar escusados, cuando ahí hay bastante tierra en que trabajar. Esto está malo, muy malo: aparte de estar parados los asuntos por haber poca seguridad en los Gobiernos.
ANTÓN ¡Mal rayu los parta!
SABEL (Continúa) Así es que mándelo trabajar ahí. Para trabajar sin provecho, basto yo que como verán, no mandé todavía el pasaje al cabo de tres años y por eso ni me atrevo a escribir. Lo tenía ahora ya junto y lo destino a pagar el de Ramón, para esa, y además me sacó dos centenas para comprar un saco blanco, que dice quiere estrenar en esa el día de la fiesta, un cinto y unos frascos de esencias. También sacó un diente, que decía que le dolía, y quiere ponerse otro enchapado en oro.
ANTÓN Estamos bien; meyor que queremos.
PEPA Pes déxalu que venga. (ANTÓN se sienta pensativo).
SABEL (Sigue) Consérvense y manden como gusten a su hijo, Manuel.
PORTADA. Recibí carta de Buenos Aires, de Antona en la que me dice que se va a casar.
ANTÓN (Con gran admiración e indignado) ¡Qué se va a casar!…. ¡Estos son los demontres de la peñe, mal añu pa ellos!…. ¡¡El diañu tien cara de conejo!! ¡¡Adiós tou cuantu tengo.!!
PEPA Déxala, déxala que se case y que se arrime a angún pa que tenga sombra. (Sigue la posdata) Me encarga se lo diga a ustedes porque ella no se atreve a mandar esa noticia sin dinero, VALE (Pliega la carta y muy contenta, dice:) Ensiguida vo yo tamien a Güenos Aires.
ANTÓN ¡A ver si vo yo por una civiella y ti
rompo les tostielles (Sabel, va a la habitación de su madre)
CURA (Incomodado) Ello, Antón, ¿Antona os pi-
dió los papeles para casarse?
ANTÓN ¡Non lo óe, señor Cura! ¡Non óe que non escribe porque non unvía dineru!
CURA Pues a mi tampoco me los pidió. No la deis legalmente por casada mientras no pida y se le remitan los papeles. ¡Esto es insoportable!….. Habéis de saber todos y que lo sepan todas las que emigran y dicen que allí se casaron, que para hacerlo legalmente necesitan los papeles del Cura y que, según una nueva disposición de Roma, después de casadas el Cura manda aviso de ello a la parroquia en que se bautizaron. ¡Mandar a decir que se va a ….!
SABEL (Entrando y hablando precipitadamente) Padre, madre; iba a echar de comer a los coínos vien a dicimi Lin de Pachón que Ramón sube per la pradería arriba.
PEPA ¡Ay, mió rapaz del alma!
ANTÓN (Incomodado y con desasosiego) Por pocu vien primero que la carta.
CURA Como la carta viene retrasada.
SABEL Madre, vo escontra elli porque diz Lin que ya i dixeren per la quintana de abaxu que usté se acababa de sacramentar y vien llorando que creo non heba consuelu pa elli.
PEPA ¡Mió probin del corazón! (El Cura se levanta y pasea pensativo y ANTÓN se queda sentado meditabundo) Non, non vayas, ya verná elli, ven ayúdame a dir pa la sala: quiero esperalu ellí sentada, porque si me alcuentra en la cama va a asustáse creyendo que estó morriendo. (Entra Sabel en la habitación)
ANTÓN Usté ve, señor Cura, qué tragos pasa un....
CURA Ya, ya veo. A lo hecho pecho, Antón.
ANTÓN Güen, güen pechu hay que tener. ¡Loqués, mál día amaneció hoy pa min! Llorando y limpiándose las lágrimas con la blusa. Pausa.
CURA Ten calma y paciencia. Antón; que Dios aunque aprieta no ahoga. Estas miserias de la vida son recompensadas después de la muerte.
ANTÓN Dios non engaña pero yo paez que ya tengo la soga en el gañatu. Después de una pequeña pausa se levanta y se dirige hacia la puerta principal.
CURA ¿A dónde vas, Antón?
ANTÓN Vo escontra el rapaz. Al fin y a la postre es sangre de mió sangre y bastante aburriu vien elli con so madre sacramentaa sin aburrilu más. Después de angunos dís ya i echaré la recomendación del alma y del cuerpu.
CURA ¡Bien hecho, hombre! Asturiano habías de ser para tener buen corazón. Los asturianos hacemos y acontecemos pero para rasgos de nobleza venir a Asturias. Anda, vés, vés. (Sale ANTÓN)
ESCENA II
PEPA, CURA y ANTÓN
PEPA, pálida y demacrada, con paso lento y dando ayes entra en la sala cogida del brazo derecho de SABEL. Lleva pañuelo negro a la cabeza y otro blanco por bajo la barba y atado arriba. Se sienta hacia el ángulo de la derecha. EL CURA que la ve entrar la coge del otro brazo. Después de sentada, SABEL, va por un cobertor viejo y la cubre dejándola descubierta la cara. EL CURA se sienta al lado.
PEPA Gracies a Dios que mi toca despidime del mió Ramón del alma.
SABEL Mientres tantu vien, vo arreglai la cama, madre.
PEPA Güenu, rapaza.
CURA Parece que te sientes mejor, ¿verdad Pepa?
PEPA Allá vo tal cual. Si, paez que estó meyor.
¿Enonde estará Antón?
CURA Fué a ver si venía Ramón.
PEPA ¡Miániques, miániques! ¡ Tantu como echaba per elli!….
CURA El pobre hombre, esta desesperado: yo nada le digo porque demasiado verá él el desengaño de la dichosa emigración….como tu lo ves…. (Atendiendo) ¿Calla? Parece que ya vienen ahí. (Pepa mira con impaciencia hacia la derecha y puerta principal. EL CURA se levanta).
PEPA ¡Ay, Ramón del corazón!
ESCENA III
TODOS
(A lo lejos se sienten pisadas fuertes que se van acortando)
CURA No te impacientes, Pepa que ya llegará.
ANTÓN (Acercándose) Conque al paecer en la
Bana non atan los perros con llonganiza ¿verdá, Ramón?
RAMÓN ¿Qué va? aquello está salao, ¡muy malo! ¿Sabe?
ANTÓN ¡Güenu, hombre, güenu! Non nos queda mas remediu que trabayar aquí como burros.
RAMÓN ¡Ajájá! ¿Cómo no? Mas se trabaja en Cuba. ¿Sabe? Allí se trabaja de lo lindo, ¿sabe? ¡Cómo no!
ANTÓN (Entra con un palo al hombro y de él colgada una maleta). Ya estamos equí.
RAMÓN (Entra impaciente, detrás de ANTÓN. Viste americana negra de alpaca, pantalón blanco, sombrero, cuello de pajarita, y corbata de color vivo Lleva paraguas con funda muy ceñida y en la otra mano un pañuelo encarnado con el que se limpia el sudor. Echa la vista a todos los lados, ve a su madre, suelta el paraguas y el pañuelo, corre y la abraza exclamando):
¡¡¡Madre del alma!!!
PEPA ¡¡Ramón de miós entrañes!!
SABEL (Entra corriendo y se abraza a Ramón que aún se encuentra abrazado a su madre). ¡¡Hermanu del corazón!! (Antón se limpia las lágrimas con la blusa).
CURA ( Dirigiéndose a todos y limpiándose también las lágrimas).
SABEL (Entra corriendo y se abraza a Ramón que aún se encuentra abrazado a su madre). ¡¡Hermanu del corazón!! (Antón se limpia las lágrimas con la blusa).
CURA ( Dirigiéndose a todos y limpiándose también las lágrimas).
¡No hay rinconín como el de casa!
FIN.
La Emigración.
Comedia en dos actos
La Emigración.
Comedia en dos actos
Fernando Fernández Rosete. (1913).-
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