Los baños termales tuvieron también su aplicación en la cura de reumatismo, con las aguas del Balneario de las Caldas, de Oviedo. Buena medida de su popularidad se canta en el poema de Bruno Fernández Cepeda:
“…¿Y qué diré de les Caldes?
¿Y qué de la Fuente Santa?
Borboten agua caliente
Que ansina el pelleyu escalda,
Como la sal del fuegu,
Si en ella angunu se baña;
Y para el que tién gorguyos
pal romatismo y la sarna,
pal estómagu toídu,
ye melecina probada…” (...)
Antón de Marireguera, en “El Ensalmador” se hace eco de este mal hemorroidal así como de sus flujos y de los medios para curarlo:
“Tengo unes almorranes
tan grandes como ablanes,
que non puedo sentáme sin gran tiento”.
Confiesa el enfermo Alonso Friera y contesta el Ensalmador:
“Pienso q´abaratais muy poco aliento.
Si ye que l´almorrana está ya hinchada,
causolo que triastes la orbeyada.
Pos como la homedad entró de vuelo
dióvos ventosidá pel entre suelo:
quixestes arroxala, y en efecto
no pudiendo, ñacévos isi teto.
Aquesto de triar les orbayades
Trai un año les tripes destemplades.
Si la orbeyada cái en mes de adviento,
pasa siete paredes como el viento.
Par ´ esto tomaréis unto de rana,
Boñiga de tenrero y l´hortelana,
con un puñau de ruda bien mayada
y de todo faréis una estopada
con güebos de cuquiellu ó de coria
y la untanza del pez de Berbería;
y puesta é na almorrana bien de plano
dientro d´un mes habeis de quedar sano”.
(...)
Remedios populares aplicados por el vulgo, según nos los describe, el médico bablista, García Oliveros en su composición titulada “De consulta”:
“Perú, na… nin los parches de boñiga
que i fexenon poñer e´na barriga,
ni el cogala del techu,
pa ver si se cierraba ansi del pechu,
ni el comer nueve pioyos con verdura,
por si yera tiricia la gafura,
nin otres mil recietes qu´aconseya
la céncia de caleya
non prestanon pa ñada… “
(...)
Las alteraciones en la normal diferenciación sexual no pasaron tampoco inadvertidas por lo acusadas y así, refiriéndose al hirsutísmo femenino, era común aceptar aquel consejo de que “ a la mujer barbuda de lejos se le saluda” .
De todas las enfermedades endocrinas, es sin duda, el bocio la más extendida en Asturias, al menos antiguamente, en que era una enfermedad endémica regional. Quizá por ello se dijese:” el que non tien papu non ye guapu”.
(...)
San Emeterio, piden los asturianos para protección para los males de los piés. De este modo se canta:
“Valgamé, valgamé
mi tíu el coxu rompió un pié,
y después que lu rompió,
lu llevó a Santo Medé”
(...)
En Aller, se pide a “San Pancracio, salud y trabajo” cuando el enfermo queda deshauciado de toda humana posibilidad, se rezaba:
“Ahí viene Nuestro Señor
en manos de carne humana,
va a visitar un enfermo
que está muy malo en la cama;
Dios le abra los sentidos
y le recoja su alma;
y lo mismo haga la mía
cuando d´este mundo vaya”.
Medicina popular en Asturias. Dr. E. Junceda Avello. -
|
Comentarios
Publicar un comentario